La caída del Muro de Berlín, 1989. (Foto: intpolicydigest.org)
C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de abril de 2020. (RanchoNEWS).-Además de sus novelas y cuentos, Rubem Fonseca escribió pequeños ensayos, crónicas, divertimentos que vale mucho la pena visitar. Textos suaves, ocurrentes, variados, juguetones. Son escritos marginales de su obra pero destilan un gusto especial por la escritura: como quien navega plácidamente anudando temas, anécdotas, autores, obras y gracejadas. Como si Fonseca dijera: no hay temas pequeños sino tratamientos rutinarios y él quisiera inyectarle a cada uno el don de la sorpresa, la erudición o el cotorreo. La novela murió. Crónicas (Cal y Arena, 2008) es una buena puerta de entrada a esa parte de su literatura.
El libro no tiene unidad temática, por el contrario, parecería que los temas son caprichosos, al gusto del autor. Se trata de una serie de puertas que al abrirse colocan al lector frente a preocupaciones (importantes y baladíes), tramas (sencillas y complicadas) y episodios (relevantes y minúsculos), unidos solamente por el afán de recrear situaciones y reflexiones de manera libre, en ocasiones provocadora, pero siempre con un sabor peculiar, el del gozo del narrador que sabe que algo develará a su lector.
El texto de José Woldenberg lo publica el suplemento El Cultural de La Razón
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