Rancho Las Voces: Año de la Beckettmanía
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

jueves, abril 13, 2006

Año de la Beckettmanía

L ondres, Inglaterra. Jueves 13 de abril. (BBConline).- Para un hombre que detestaba la publicidad, las actividades programadas para celebrar el centenario de su nacimiento le habrían llamado la atención.

El dramaturgo, novelista y poeta irlandés Samuel Beckett nació en Dublín el 13 de abril de 1906.

Con este motivo, su tierra natal y países como el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania y Japón, han organizado festivales de tal envergadura que le están dando más popularidad a un autor que huía de ella.

Incluso algunos medios hablan de una ola de "Beckettmanía", ya que este año se ponen en escena sus obras, se estrenan programas de radio y televisión y se organizan charlas y exhibiciones.

Tanto así que éste podría ser el mayor evento internacional que se haya montado para un escritor moderno.

Mística

Parte de la mística generada alrededor de Beckett, una de cuyas obras más conocidas es "Esperando a Godot", tiene que ver con el hecho que formalmente sólo fue entrevistado una sola vez.


Esta la realizó James Knowlson, un académico y amigo personal de Beckett y de este modo además se convirtió en el biógrafo oficial del dramaturgo.
"Era un hombre muy inteligente, muy agudo, amigable y sabía escuchar", dice Knowlson.

A pesar de todo lo que se ha dicho de sus silencios, añade, "no hubo muchas ocasiones en las cuales no se rió con nosotros".



Poseedor de un estilo descrito como austero, a Beckett también se le ha calificado como un pesimista de la condición humana

Él fue uno de los primeros dramaturgos del llamado Teatro del Absurdo en adquirir notoriedad y se le considera el hombre que revolucionó el teatro del siglo XX. Beckett recibió el Premio Nóbel de Literatura en 1969.

Resistencia

Pero su rechazo a convertirse en una figura pública no significó que viviera en aislamiento, asegura Knowlson.


Durante la Segunda Guerra Mundial tuvo una participación muy activa contra los nazis, explica su biógrafo.
Al final del conflicto, Beckett recibió la Cruz de la Guerra del gobierno francés, por su participación en la Resistencia.

"Él fue profundamente antirracista", también recalca Knowlson.

Contemporáneo

Para muchos de los especialistas en la obra de Beckett, una de las sorpresas es la popularidad que han alcanzado entre las nuevas generaciones.

Según Michael Colgan, director artístico del Gate Theatre en Dublín, que está presentando una temporada de sus piezas en esa ciudad y en Londres, las audiencias de sus obras van en aumento.

Esto podría ser, dice Colgan, porque el público nuevo ha sintonizado con el lenguaje y la expresión de Beckett, que antes parecía difícil y muy de vanguardia.

El público de antes, precisa, "tomaba las obras de Beckett como si fueran un crucigrama ... en cambio ahora se entiende mejor su humanidad".

El autor irlandés siguió escribiendo hasta su muerte, en París en 1989, y entre sus reflexiones finales, Beckett señaló que "cada palabra es como una mancha innecesaria sobre el silencio y la nada".

La tumba de Joyce en París


Actividades para festejar a Beckett en Irlanda

Dublín, Irlanda. Miércoles 12 de abril de 2006. 12:07. EFE Irlanda celebra este jueves el centenario del nacimiento del escritor Samuel Beckett (1906-1989), Nobel de Literatura en 1969, con un programa cargado de exposiciones, charlas, proyecciones y, naturalmente, montajes teatrales.

Conocido internacionalmente sobre todo como dramaturgo, en especial por su obra maestra Esperando a Godot, el dublinés Beckett abandonó en 1939 Irlanda, tal y como hicieron otros grandes espíritus de su época.

No obstante, durante su relativamente breve estancia en la capital irlandesa, dejó un legado de rincones ficticios y reales que decenas de amantes de su obra recorrerán en el día de su aniversario.

Los organizadores del paseo quieren convertirlo en una cita obligada, del mismo modo que, cada 15 de julio, cientos de personas conmemoran el Bloomsday, el día en que Leopold Bloom y Stephen Dedalus iniciaron un viaje ya épico por el Dublín edwardiano de Ulises, la novela más conocida del también irlandés y maestro de Beckett, James Joyce.

Para los aficionados a la pintura, la Royal Hibernian Academy ha organizado una exposición que combina tres filmes de breves obras de teatro de Beckett -Not I, Breath y Act without Words- con los trabajos de dos destacados artistas estadounidenses del siglo XX: Philip Guston y Bruce Nauman.

Los videos de este último han sido comparados con la obra de Beckett por su radicalidad, la depuración de todo elemento retórico o ilusorio y la capacidad para transmitir la experiencia humana en su más total desnudez.

La Academia también albergará una instalación especial del escultor Michael Warren titulada Imperativo hipotético, homenaje a Beckett, en la que se incluye una pieza de bronce inspirada en el decorado central de Esperando a Godot.

Por su parte, la Biblioteca Nacional ha decido celebrar el centenario con una exhibición de instantáneas de Beckett tomadas durante la década de los ochenta por el fotógrafo irlandés, y amigo personal del escritor, John Minihan.

Los retratos de Minihan, famosos y reconocibles en todo el mundo, son una rareza, dada la famosa resistencia de Beckett a ponerse delante del objetivo y son además por tanto documentos gráficos de gran importancia.

Entre las instantáneas destacan la ya icónica imagen del literato en el Café Francais, de su amada París, tomada en diciembre de 1985, y una serie de fotografías de Beckett supervisando la escenificación de Esperando a Godot en los estudios Riverside de Londres, en 1984.

El Trinity College de Dublín, su alma mater, tampoco podía faltar a la cita y para conmemorar a su distinguido alumno, la universidad ha desempolvado una colección de manuscritos y correspondencias del autor.

La exhibición trata además de explorar la evolución de su peculiar estilo literario, desde la jovial poesía del primer Beckett hasta sus trabajos más austeros y exigentes, como el conocido poema "Cuál es la palabra", que da título a esta retrospectiva.

En 1999, el responsable del Festival del Centenario, Michael Colgan, director también de la prestigiosa sala Gate, de Dublín, encargó diversos realizadores las versiones cinematográficas de las diecinueve obras de teatro de Beckett.

En el proyecto participaron conocidos directores, como Atom Egoyan, David Mamet, Michael Lindsay, Karel Reisz, Neil Jordan, Anthony Minghella o Charles Sturridge, que trabajaron a su vez con artistas como Jeremy Irons, Kristin Scott Thomas, Alan Rickman o John Gielgud.

En esta ocasión, el Festival ha decidido que no se escenificarán todas las obras, sino sólo nueve, que se presentarán alternativamente en el Gate de Dublín y en el Centro Barbican de Londres durante este abril.

No obstante, sí puede verse de nuevo todo el ciclo cinematográfico de Beckett en la filmoteca dublinesa y en la radiotelevisión irlandesa (RTE).



Beckett, retrato del absurdo

Miércoles 12 de abril de 2006. (EFE)El mundo literario celebra este 13 de abril el centenario del nacimiento del irlandés Samuel Beckett (1906-1989), que, con sus obras escritas alternativamente en inglés o francés, revolucionó la novelística y el teatro del siglo XX.

Ganador del premio Nobel de literatura en 1969, Beckett es un escritor ciertamente difícil, en las antípodas de la literatura de best-sellers y promociones televisivas de hoy, pero cuya lectura recompensa ampliamente a quien decide acometerla.

Conocido internacionalmente sobre todo por sus obras de teatro, en especial su obra maestra Esperando a Godot, Beckett es también, como su compatriota y maestro James Joyce, un novelista, aunque uno que duda de la viabilidad del género y que dinamita continuamente la propia forma novelesca.

El autor de Los Versos Satánicos, Salman Rushdie, por ejemplo, afirma haber descubierto sus novelas, sobre todo su trilogía, Molloy, Malone Muere o El Innombrable, antes que su producción para la escena, y que, a sus ojos, Beckett es ante todo un novelista.

Beckett aplicó las lecciones aprendidas de Joyce en su primeriza Fair to Middling Women (1932), creación autobiográfica de corte picaresco que reciclaría luego en parte en una colección de relatos cortos titulado More Pricks than Kicks (1934), con fondo de bohemia parisina.

Seguiría Murphy (1938), una obra inspirada por su vida bohemia en Londres, que utiliza también elementos autobiográficos, y en la que el autor irlandés comienza a explorar el lado más oscuro de sus personajes.

En 1937 se estableció en el barrio parisino de Montparnasse, y un año más tarde, a la salida de un cine con unos amigos -los filmes serían toda su vida una gran pasión- fue apuñalado por un joven desconocido tras una discusión.

Ese incidente, que estuvo a punto de costarle la vida, iba a ejercer una gran influencia en toda su vida creadora al convencerle del carácter azaroso y sin sentido de la existencia humana.

Desde el final de la II Guerra Mundial, conflicto durante el cual trabajó algún tiempo para la resistencia francesa, hasta los años cincuenta, Beckett entró en la etapa más prolífica de su profesión.

En aquellos años publicó una nueva novela, Watt, la antes citada trilogía (Molloy, Malone Muere y El Innombrable), que rompe totalmente con la narrativa tradicional, y que iba a desembocar en el minimalismo de sus Textos para Nada (1955).

Pero la obra que le dio fama mundial y que muchos califican como la más influyente de todo el teatro del siglo XX es sin duda Esperando a Godot, escrita en francés, como algunas de sus novelas, y estrenada en París en 1953, a la que un crítico irlandés se referiría como una obra en la que "nada ocurre, dos veces".

En esa como en otras de sus creaciones para el teatro, la acción es mínima, y los personajes argumentan, discuten, se pelean por detalles aparentemente irrelevantes y sobre todo se dedican a llenar el tiempo con su verborrea repetitiva.

La desnudez minimalista de su teatro amplifica de modo obsesivo el carácter absurdo del mundo, las preguntas sobre el porqué de la existencia y pone de relieve el juego constante del autor con el tiempo, y sus efectos, que convierten la espera en algo casi tangible.

En Esperando a Godot, dos personajes, Estragon y Vladimir, esperan a alguien que nunca aparece. A ellos se suman luego otros dos individuos, un amo y un esclavo, cuyo objetivo parece ser el de ayudar a los dos primeros en esa inútil tarea de pasar el tiempo.

En esta obra, como en otras, Beckett, maestro del idioma y del retruécano, al igual que Joyce, utiliza juegos de palabras y adopta técnicas derivadas del vodevil y de la comedia slapstick hasta el punto de que sus personajes recuerdan a Laurel y Hardy o a Abbott y Costello.

En su segunda obra teatral, Fin de Partida (1957), el tono es más sombrío, aunque tampoco esté ausente del humor: como en Godot hay en ella dos protagonistas principales, un amo, ciego y sentado en una silla de ruedas, y Clov, su esclavo, ambos en una angustiosa relación de mutua dependencia.

Esas dos obras, que han ejercido una influencia decisiva en la creación escénica de la segunda mitad del siglo XX, y a las que seguirían otras como La Ultima Cinta, Días Felices, así como una serie de piezas más pequeñas, bastarían sin duda para garantizar la inmortalidad de su autor.



Celebrarán artistas centenario de Beckett en México

Ciudad de México. Martes 28 de marzo de 2006 (El Universal) Artistas de teatro, artes visuales y académicos de México, Francia e Irlanda celebrarán del 3 al 9 de abril en la capital mexicana el centenario del nacimiento del dramaturgo irlandés Samuel Beckett (1906-1989) , se informó hoy.

La actriz mexicana Alicia Laguna, de la compañía Teatro Línea de Sombra, dijo a EFE que Beckett es un punto fundamental en el trabajo de la compañía “ por su pensamiento y por su forma de ver el mundo, por lo que consideraron necesario rendirle un tributo ” .

Explicó que invitaron a un grupo de creadores de varios países para hacer diversas aportaciones sobre “ lo que a cada uno le inspirara la literatura y la dramaturgia del irlandés ” , mismas que integrarán el Proyecto B.

Las actuaciones se realizarán en el Teatro El Galeón, del Centro Cultural del Bosque, en la capital mexicana, donde ofrecerán obras de teatro, conferencias, exposiciones fotográficas e instalaciones, comentó Laguna.

Las actividades comenzarán el 3 de abril con la conferencia “ La humanidad al despoblador ” , que impartirá el francés Jean Pierre Sarrazac, catedrático de la Universidad de la Sorbona de París.

Ese mismo día, se inaugurará en el vestíbulo del Teatro El Galeón la exposición “ Beckett, vida y obra ” , auspiciada por la embajada de Irlanda en México, que tras su exhibición, viajará a Argentina, Chile y Colombia.

En ella se presentará una cronología de los acontecimientos más importantes en la vida del escritor irlandés a través de fotografías y textos tomados de un libro editado por la Fundación Beckett.

Además de estos espectáculos, habrá otros montajes relacionados con la vida y obra del autor de obras como “ Esperando a Godot ” (1953) y “ Catástrofe ” (1982) .

Samuel Beckett, novelista y dramaturgo irlandés, creó obras de teatro cargadas de estatismo, sin acción ni trucos escénicos, con decorados sin adornos, de carácter simbólico, personajes esquemáticos y diálogos apenas esbozados.

Utilizó el inglés y a partir de 1953, sólo el francés en sus novelas, piezas teatrales y textos varios, algunos de los cuales se hicieron para radio, televisión y cine.

Los especialistas en arte dramático consideran que toda su obra esta permeada por la percepción de la tragedia que es el nacimiento, una especie de apoteosis de la soledad y la insignificancia humanas, sin el menor atisbo de esperanza.