Rancho Las Voces: Diferentes, desiguales y desconectados
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viernes, enero 21, 2005

Diferentes, desiguales y desconectados


Nestor García Canclini Posted by Hello

Óscar Enrique Ornelas
Viernes, 21 de enero de 2005
El mundo globalizado genera conflictos y conexiones: Canclini.

Nestor García Canclini ríe de buena gana ante la pregunta. ¿No le parece que hablar de culturas híbridas equivale a descubrir el agua tibia? Sí, responde, Plinio el Viejo ya se refería a la hibridación de las culturas en la Roma antigua llena de inmigrantes. Ahora García Canclini propone investigar el inter- cambio entre culturas en un mundo de diferentes, desiguales y desconectados.
La Roma antigua no es el único ejemplo de culturas híbridas. En Tenochtitlan, capital del imperio mexica, existían barrios enteros de inmigrantes. Los tenochcas designaban con epítetos a otros pueblos. Los otomíes, por ejemplo.
Pero hoy estamos ante el intercambio diverso de culturas, subraya Néstor García Canclini, quien acaba de publicar un libro sobre el tema: Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad (Gedisa), presentado ayer en un recinto universitario de Coyoacán.
Estamos obligados a pensar en la diversidad cuando la mera tolerancia ya no es suficiente para relacionarnos, insiste García Canclini. La expansión planetaria de los intercambios económicos y culturales, las migraciones diseminadas en todos los rumbos y los enlaces informáticos globales quitan eficacia al relativismo respetuoso de las especificidades culturales aisladas. Cuando las fronteras entre los grupos, las etnias y las naciones se vuelven tan borrosas, e inestables, y las competencias enfurecen, la tolerancia humanista -como simple apelación- es insuficiente. ¿Seremos capaces de construir un orden intercultural globalizado, reduciendo la desigualdad y generando conexiones constructivas a distancia?, pregunta el antropólogo de origen argentino radicado en México, justamente cuando George W. Bush toma posesión de su mandato como presidente de Estados Unidos diciendo que no quiere obligar a nadie a volverse gringo.
-¿Está de acuerdo con Armand Mattelart en darle más importancia a lo económico en los estudios culturales?
-Estoy de acuerdo si tenemos en cuenta la prosperidad de las industrias culturales hoy en día. Es difícil entender la dinámica de los campos culturales, sobre todo la radio, la televisión, la informática, sin considerar las condiciones socioeconómicas de su desarrollo. Sin embargo, el libro de Mattelart al que aludes [Introducción a los estudios culturales, Paidós] me parece bastante injusto con aportes semióticos más cualitativos, y especialmente con el desarrollo de los estudios culturales en Amé- rica Latina.
-¿Cuál es la diferencia entre estudiar el conflicto cultural y concebir el mundo actual como producto de un choque de civilizaciones?
-No estoy de acuerdo con el enfoque de Samuel Huntington del «choque de civilizaciones». Me parece apocalíptico y muy ligado a los intereses expansivos de Estados Unidos. Por otro lado, entre las culturas no sólo existen «choques» sino intercambios diversos: de aprovechamiento mutuo, de recelos, de préstamos recíprocos. Otra diferencia con Huntington es que él se centra mucho en las viejas diferencias étnicas, o incluso raciales, según las entiende, y a mí me parece indispensable considerar las relaciones interculturales en una variedad mayor. Hay diferencias entre generaciones, estilos de gustos, creencias religiosas... Me parece que estas distintas interacciones culturales se combinan en el mundo contemporáneo. Hay quienes se sienten en conflicto cultural a propósito de sus creencias religiosas y al mismo tiempo coinciden con esas mismas personas en el campo político o en gustos cuando van al centro comercial, al shopping. Lo interesante es estudiar tales combinaciones.
-¿Cómo conectar la diversidad de culturas?
-La novedad de este libro, al menos respecto de lo que yo había escrito anteriormente, es que coloca al mismo nivel los desafíos de un mundo intensamente interconectado que genera nuevas desigualdades o que, en algunos casos, permite superar las existentes. La noción de conexión suele ser bastante abstracta, no nos dice mucho sobre lo que sucede en esa interacción. Por eso mismo es insuficiente el planteamiento de algunos comunicólogos, o políticos, quienes esperan de la incorporación a Internet, y a otras vías mediáticas, la superación de las diferencias y las desigualdades. Hay causas socioeconómicas también y ma- lentendidos propiamente culturales que explican esas diferencias.
-¿Qué pasa con las culturas juveniles tan centradas en el presente y que parecen negar toda posibilidad de futuro?
-A eso le dedico un apartado en el libro. Lo que vemos es que las culturas juveniles se diferencian cada vez más de las generaciones anteriores. A su vez, acceden a una gama mayor de recursos de interconexión respecto de los que teníamos hace 20, 30 o 50 años. Pero, al mismo tiempo, surgen nuevas formas de desconexión con las generaciones anteriores y entre los mismos jóvenes. Bailan solos y no en parejas y se observa una inestabilidad mayor de las relaciones afectivas. Es el fenómeno del free y del cool: cierto enfriamiento de las relaciones que va de la mano con una enorme diversidad. Los jóvenes pertenecen a varios conjuntos, incluso internacionales, de amigos, de cuates, de colegas...
Una interpretación del «presentismo» de las culturas juveniles, observa García Canclini, subraya la falta de memoria y el desinterés por el futuro. Pero él tiene otro punto de vista: "Me parece que este «presentismo» se ve desafiado por algunos ejemplos sacados del propio consumo. Si compramos una casa o un coche a plazos (lo cual es posible hoy para un número mayor de personas), nos piden que tengamos una cierta disciplina familiar y hábitos de trabajo que nos permitan tomar un compromiso financiero a 20 meses o 20 años. Eso impone una disciplina temporal que lleva a pensar a mediano y largo plazos. La publicidad nos incita a consumir lo que está de moda este mes, pero para apropiarnos de ese bien o servicio tenemos que adquirir compromisos a un plazo mucho mayor."

El financiero.