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El director. (Foto: Sergio Enríquez)
C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de julio 2009. (RanchoNEWS).-El director norteamericano, autor de Heat y Collateral, presenta en España Enemigos públicos, basada en la trepidante trayectoria criminal de John Dillinger. Una entrevista de Juan Sardá para El Cultural:
Considerado unánimemente como uno de los grandes directores de cine contemporáneos, Michael Mann (Chicago, 1943) ha presentado hoy en Madrid Enemigos públicos. El filme, ambientado en los años 30, en plena depresión, cuenta el vertiginoso ascenso y caída de John Dillinger (interpretado por Johnny Depp), el famoso gángster que se convirtió en leyenda atracando bancos mientras el hambriento pueblo culpaba a los financieros de sus desdichas.
Una época que, sin duda, recuerda mucho a la nuestra y que sirve como marco para las correrías de un delincuente presentado como un precursor del viejo lema «vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver». Mann, director de títulos esenciales como Heat, Collaterall o Miami Vice, adaptación cinematográfica de la serie que produjo en los 80, recibió a El Cultural para hablar sobre Enemigos públicos, que llegará a las salas el próximo 14 de agosto.
Durante su visita, el director, un señor de aspecto apacible y señorial, con un acento americano cerradísimo, ha explicado a El Cultural que su interés radicaba en explicar «la dinámica de los personajes en el contexto de la época. Por una parte, está Dillinger y su tremenda experiencia. Quería que el espectador se pusiera en su piel. Por la otra, el agente Purvis (interpretado por Christian Bale), un hombre que traiciona sus principios cuando se lo pide Hoover (el poderoso jefe del FBI) y comienza a tomar todas las decisiones equivocadas». En efecto, la película narra un enfrentamiento entre delincuente y policía que recuerda, como el propio Mann confiesa, a una de sus películas más conocidas, Heat, donde el binomio Pacino-De Niro sustituía al dúo formado en la actualidad por dos de los actores más importantes del mundo, Depp-Bale.
¿De dónde surge su interés por Dillinger?
Probablemente sea el mejor ladrón de bancos de toda la historia de América, pero su fulgurante carrera sólo duró 13 meses. Le dieron la libertad condicional en mayo de 1933, y murió el 22 de julio de 1934. Dillinger no se limitó a salir de la cárcel, fue una auténtica explosión. Lo quería todo en el acto.
¿Hasta qué punto le interesó permanecer fiel a los hechos?
Lo fuimos al máximo posible. Por ejemplo, no sólo pudimos rodar en la posada donde ocurrió todo, sino también en la habitación que ocupó Dillinger. Hay algo mágico, algo especial en el hecho de que Johnny Depp se tumbe en la cama donde se tumbó Dillinger. Cuando abre la puerta, pone la mano en el mismo pomo que tocó Dillinger
De los conflictos corporativos surgidos a partir de los tejemanejes de una tabacalera de El dilema a la figura del asesino sediento de sangre y solitario de Collaterall, las películas de Mann siempre han destacado por tratar temas «grandes» y solemnes: «Me gusta el conflicto y me gusta el drama. En mis películas procuro tratar asuntos de calado. Por eso muchas veces recurro a las historias con criminales, porque se plantean constantemente cuestiones de vida o muerte». Finalmente, Mann no ha querido evitar el paralelismo entre la actual crisis económica mundial y la época de la Gran Depresión, cuando delincuentes como Dillinger o Bonnie y Clyde alcanzaron una gran notoriedad y no poca popularidad: «Empezamos a escribir la película en 2007, cuando la crisis aún no había llegado. La forma de hacer la película no ha cambiado, pero sí la percepción del público sobre ella que si se hubiera estrenado hace dos años».
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