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La obra de Irrgang se instalará el próximo domingo en una plaza del barrio bonaerense de San Telmo.(Foto: EFE )
C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de agosto 2009. (RanchoNEWS).- El artista argentino Pablo Irrgang trata de «humanizar» el personaje de Mafalda en la escultura que se instalará el domingo en el barrio porteño de San Telmo en homenaje al creador del popular personaje de historieta, Joaquín Salvador Lavado, Quino. Una nota de EFE:
Sentada en un banco y con una altura de 80 centímetros, la protagonista de la tira argentina más conocida descansará en la calle Chile, donde estaba ambientada la trama, y a escasos metros del portal en el que vivía su creador.
Convocado por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para realizar la escultura, el objetivo principal del escultor ha sido tratar de «humanizar» al personaje, explicó hoy en una entrevista a Efe en su taller de la capital.
La petición inicial se refería a una obra «un poco más monumental, en una escala más grande», pero a Irrgang no le parecía adecuado para el personaje.
Por el contrario, Mafalda le producía una idea de proximidad y optó por reproducirla en una escala «de nena», más parecida al que sería su tamaño real, y «con el que la gente pueda sentirse identificada, sentarse y sacar un foto», apuntó.
Además, ha preferido aplicar algún juego de color que le aporta plasticidad y hace que «no sea una muñecota solamente», comentó.
Para su elaboración ha elegido «los materiales más propicios para estar en la vía pública y darle un poco de color y vida al personaje».
Modelada primero en arcilla, le colocó después un molde de silicona sobre el que copió con resina de epoxy y fibra de vidrio, materiales muy resistentes que han sido tratados «de una manera especial» para que lo sean todavía más.
No obstante, Irrgang espera que la escultura «despierte los mejores sentimientos y no los peores», y que no sea dañada por algún acto vandálico.
El escultor está sorprendido por la expectación que ha despertado su obra, tanto dentro como fuera del país, y que atribuye al impacto que genera Mafalda «sobre todo por el humor que tiene, un poco político e ideológico, que genera todavía identificación porque los problemas del mundo lamentablemente no han cambiado mucho», apuntó.
Hasta el momento no había en el barrio ningún tipo de mención del personaje de la niña terrible que odiaba la sopa y se quería bajar del mundo.
Sí existía, sin embargo, «el mito urbano de que ése era el barrio de Mafalda», relató Irrgang, para quien este elemento va a aportar «un poco más de vitalidad turística a la zona y va a permitir que muchos fans se puedan reencontrar con el personaje».
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