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Población
Hay en mi casa plantas indefensas
crecidas en la distracción.
Hay panales de avispas
solidarias y cascarones blandos,
polillas que esperan nacer.
Hay una paloma demorada en el techo,
lechuza de la siesta y antena
de plumas y pico.
Y yo camino
arrastrando las palmas de las manos
por las aristas de los muebles,
las barandas, un imaginario balcón
que improvisa el domingo.
Somos una legión de seres sin destino
dispersos los unos en los otros,
dibujados por la casualidad.
Somos lo que decimos: avispas.
polillas, cascarones, plantas, picos
de la siesta en los destellos de un vidrio.
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