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El poeta mexicano. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de agosto de 2009. (RanchoNEWS).- De acuerdo a la agencia Notimex, el escritor y periodista César Güemes se ha encargado en su último libro de desmitificar la vida del coahuilense:
La misteriosa muerte de Manuel Acuña, así como su prolífica carrera como poeta, periodista, dramaturgo y destacado estudiante de medicina, le han permitido estar vigente a 160 años de su natalicio, afirmó el escritor César Güemes.
Al hablar de su más reciente libroCinco balas para Manuel Acuña, el también periodista explicó que tras haberse difundido que el vate supuestamente había muerto por un desamor por parte de su amiga Rosario de la Peña (quien le inspiró a escribir su famoso poema Nocturno a Rosario) se generó un ambiente mitificador.
Esto, sumado a su capacidad como estudiante y a su proliferación de escritos publicados en los diarios de la época hicieron que se convirtiera en casi el mito literario más famoso de México del siglo XIX, dijo.
Y es que de acuerdo con datos biográficos, se dice que Manuel Acuña se suicidó a los 24 años de edad, tras haberse hallado sucuerpo el 6 de diciembre de 1873, en plena cima creadora, explicó el autor.
Con todo ello, continuó, persiste en la memoria colectiva de hoy, a 160 años de su natalicio (26 de agosto de 1849). Manuel Acuña, enfatizó, está aquí todavía entre quienes viven el siglo XXI.
Tras manifestar que hay muchos personajes olvidados en la historia de México, Güemes añadió que lo que lo llevó a investigar la vida del coahuilense fue el hecho de que en la víspera de su muerte, Acuña fue un hombre lleno de vitalidad, buen profesional y prolífico poeta rodeado de cariño.
«Me di cuenta que no había motivo para que se matara. Era un destacado estudiante de medicina, no tenía problemas económicos, era reconocido por sus padres, por sus ideales dentro del periodismo y de la medicina, así como en el terreno teatral, y por si fuera poco estaba rodeado de, literalmente, una enorme cantidad de mujeres inteligentes y creativas», precisó.
Por estas razones, ahondó, había que buscar algo que no estaba tan a la vista para que un hombre que sabía de medicina ingiriera cianuro y le provocara una muerte muy lenta, desesperante y dolorosa.
Enfatizó que los supuestos desdenes de Rosario fueron falsos, y ahora se podría asegurar ante cualquier historiador o investigador que no hubo relación alguna entre ambos más que de camarería.
Las mujeres que rodearon a Manuel Acuña fueron cuatro, una de ellas fue Rosario y otra Laura Méndez, con quien mantuvo una relación de noviazgo y con quien tuvo un hijo, que desafortunadamente falleció, precisó.
Ellas, aseguró, influyeron mucho en su vida y lo iluminaron con su propia luz para que no se perdiera, pues Acuña fue un hombre dedicado a varios aspectos de la vida, así que necesariamente era disperso, por lo que lo ayudaron a poner los pies sobre la tierra.
Incluso, advirtió, esta novela (que le llevó 10 años de investigación, cinco de ellos dedicados totalmente a Acuña) no hubiera sido posible sin las mujeres que estuvieron a su lado.
La obra, considerada en el género negro, indicó Güemes, le va a descubrir al lector un Manuel Acuña de un México que tiene que redescubrir y retrabajar.
Específicamente del poeta, Güemes aporta una buena cantidad de datos sobre la vida del coahuilense desconocidos hasta hoy, pues no existe una biografía fidedigna sobre Acuña, añadió.
Tan es así, dijo, que existe discrepancia acerca de la fecha de su natalicio, hay biografías que señalan el 27 de agosto, otras el 24, pero tanto archivos privados como públicos que rescató en Estados Unidos aseguran que nació el 26 de este mismo mes.
Lo que se puede ver en internet si bien es bien valioso, advirtió, lo que se encuentra respecto a su biografía han sido interpretaciones de reinterpretaciones de otras interpretaciones.
«Siento que hoy, a 160 años de su nacimiento, no tenemos en México la biografía de un poeta que ha sobrevivido todos estos años puntual, real, concisa; todo está entre archivos privados y públicos que están en Estados Unidos y algunos ya se desintegraron», lamentó.
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