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La escritora inglesa. (Foto: El Mundo)
C iudad Juárez, Chihuahua, 6 de abril 2011. (RanchoNEWS).- Desde los diez años, Annabel Pitcher (Inglaterra, 1982) lo tenía claro, quería ser escritora. Tuvo que elegir entre otras profesiones que también le gustaban como la de espía, o la de actriz pero, al final, la pasión literaria, transmitida por su madre que era profesora de literatura, pudo más. Una nota de Jacinta Cremades para El Cultural:
Le dijeron que para escribir, lo mejor era ser profesora. «Falso. Cuando empecé a dar clases, no tenía tiempo para nada más que para mis alumnos, el colegio y las correcciones, Por eso, un día, decidí tomarme un año y viajar por todo el mundo con mi marido».
En casa de Annabel Pitcher, se levantan a las 5.30. Cada mañana a las 6.30 ya está en su mesa en donde escribe hasta la hora de comer, es decir, unas seis o siete horas diarias.
Mi hermana vive sobre la repisa de una chimenea (Siruela), la primera novela de la joven inglesa con la que ha cosechado ya un éxito extraordinario, nació de ese viaje, del contacto con la gente, de las voces que la escritora oía en los diferentes lugares que visitaba. «Nunca había salido de Europa y, cuando nos casamos, mi marido y yo decidimos irnos una temporada. Mi verdadero deseo era el de tener tiempo para escribir un libro. En casa, entre el trabajo y la familia, no encontraba nunca el momento. La idea de esta novela me vino en Ecuador».
La historia es la de un niño de diez años, Jammie, que crece en una familia que perdió a Rose, su hermana, en un atentado terrorista en Londres, cinco años atrás. La idea le vino a Annabel Pitcher al ver la película United 93 de Paul Greengrass. Meterse en la piel de un niño de diez años no le resultó tan difícil. «Jammie era un personaje muy real en mi mente. Nunca fue una elección. Apareció a raíz de esa película. Podía oír su voz en diferentes lugares durante el viaje, en aviones, en trenes, en autobuses. También me acuerdo muy bien lo que sentí cuando tenía diez años. He trabajado con niños y recuerdo cómo era mi hermana, siete años más joven que yo, en casa. La vi crecer. Todo eso me ayudó. Vengo de una familia numerosa ya que somos cuatro hermanos y hemos estado siempre muy unidos. Vivíamos en una casa pequeña. Eso me ayudó a escribir sobre la amistad de los hermanos Jammie y Jasmine, los dos protagonistas de la novela».
¿Le ha parecido un hándicap el ser tan joven a la hora de publicar?
Todo fue muy rápido. Cuando terminé el libro volví a dar clases y, a la vez, mandé la novela a los dos mejores agentes de literatura infantil de Inglaterra. El primero me contestó que la novela le había gustado, la historia, los personajes, pero que iba a ser un desastre editorial. ¡Lloré mucho! Yo nunca me preocupé de si iba a ser comercial o no. Escribí una historia sobre el terrorismo porque fue en lo que pensé. Al cabo de un tiempo, me llamó el segundo agente que, para mi sorpresa, me dijo que le había encantado. Me fui a conocerlo al día siguiente, ¡en el colegio fingí estar enferma! El libro se mandó a todas las editoriales de mi país y todas se interesaron por él. Tuve muchas ofertas. A partir de ahí, decidí dejar mi trabajo de profesora y dedicarme por fin a lo me gusta que es escribir. Fue un sueño que se vuelve realidad.
¿Cuál es tu relación con la literatura a la hora de escribir?
No leo mientras escribo, a veces me preocupa el poder robar las ideas. Para mí la originalidad es muy importante. Pero me inspira la vida real. Lo que más me gusta es plasmar los sentimientos. Cuando muere Roger, por ejemplo, el gato de Jammie, es uno de los momentos que más me emocionan del libro. Obviamente, la literatura no es un sustituto de la vida. Aunque escriba sobre la amistad, no significa que sea lo mismo. Ya sé que el papel de los escritores es hacer que la gente piense que lo que lee es real.
Ahora que trabajo sola en casa, es como un nuevo reto. Cuando escribí Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, como estaba viajando, mis sentimientos, mis sentidos, lo que veía y escuchaba, todo eso me inspiraba. Tenía un estímulo constante que me transmitía la energía que existe en la novela. Ahora estoy sola y, a veces, para estimularme y reconectar con la vida real, con la gente, salgo y me voy a la ciudad. Necesito ese contacto, el ver cómo la gente se pasea, se quiere, se pelea, hablan...
En la novela, Rose murió por culpa de una bomba puesta por terroristas musulmanes. Pero la amiga de Jammie, Sunya, es pakistaní. ¿Cómo se vive en Inglaterra después del ataque terrorista?
Inglaterra siempre ha sido multicultural pero hoy en día se vive con miedo. En la mayoría de los colegios hay racismo, aunque también depende del colegio.
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