Rancho Las Voces: Danza / Entrevista a Elisa Carillo
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martes, noviembre 01, 2011

Danza / Entrevista a Elisa Carillo

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La bailarina mexicana. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 12 de septiembre de 2011. (RanchoNEWS).- Elisa Carillo es como las princesas que interpreta: bella, juvenil y de delicada figura. Es también una mujer madura, mira de frente, a los ojos, y se expresa con firmeza. Desde julio pasado, es la «primera bailarina» de la Ópera de Berlín. Y, en unos días, será también la primera mexicana que conquista el más alto nivel del ballet mundial, escribe Alida Piñón para El Universal

Elisa Carrillo nació en Texcoco, estado de México, hace 30 años; salió adelante en el mundo del ballet gracias al impulso de Arcelia de la Peña y Claudia Trueba, ambas expertas maestras de ballet.


En el 2007 fue invitada por el reconocido bailarín ruso Vladimir Malakhov, de la Compañia del Staatts Ballet de Berlín, para que se integrará a su compañía, al año siguiente fue nombrada solista.

En abril de 2009 su nombre dio la vuelta al mundo al ser la protagonista del estreno mundial de Blanca Nieves, del reconocido coreógrafo francés Angelin Preljocac, con vestuario del prestigiado diseñador Jean Paul Gaultier.

La crítica alemana aseguró entonces que la mexicana se había convertido en una de las figuras más importantes del ballet alemán de los últimos años.

El próximo 28 de septiembre Carrillo buscará conquistar nuevamente al público europeo con una Gala de Apertura, que ofrecerá junto con Malakhov.

No han sido pocas las veces en que Elisa ha lamentado que su éxito no sea rotundamente celebrado en México. Ahora, dice, está sorprendida de la cálida recepción que sus compatriotas le han dado durante su estancia en el país, semanas previas a su presentación como la mejor bailarina de la compañía.

Aseguró que tuvo encuentros con autoridades culturales para conversar acerca de futuros proyectos en nuestro país. «Espero que se concreten», advierte.

A unas horas de su retorno al viejo continente, conversó con El Universal.

Regresas a Berlín a vivir este gran sueño. ¿Cuáles son tus expectativas?

Estoy feliz de haber logrado este sueño. Me acaban de ascender a primera bailarina, una meta para lo que uno trabaja toda la vida. Tuve suerte de que me dieran esta oportunidad, pero sé que también ha sido gracias a la disciplina. Estoy muy feliz, con muchas ilusiones y con enormes ganas de salir adelante.

¿Qué cambios se han dado a partir de este nombramiento?

Me informaron dos meses antes de salir de vacaciones, en términos de trabajo aún no hay cambios porque la temporada terminó. Estoy en el proceso de creer que realmente me pasó, es difícil, no porque sea algo imposible, sino porque cuesta creer que un sueño se vuelve realidad. Otra de los cambios es que te vuelves un ejemplo para los bailarines más jóvenes de la compañía, a la que representas con los papeles más importantes.

Demostrar que llegaste a ese nivel, hace que la gente te vea de otra manera, sabe que eres especial. Mis vacaciones terminaron y ahora sí empezará todo. No se modificará mi rutina de trabajo porque como solista ya bailaba los papeles principales, lo único que me faltaba era el nombre. Cuando regrese a Alemania, empezaré a creerlo.

¿Ya sabes lo que bailarás?

Empezaré con una Gala de Apertura, que bailaré con Vladimir Malakhov, un bailarín muy famoso a nivel mundial. Será un pas de deux de nueva creación, por lo que todavía no sé el título. En cuanto regrese a Berlín empezaremos a trabajar para estrenarlo el 28 de septiembre. En octubre continuaremos con Esmeralda, uno de los ballets más importantes de la temporada, es muy lindo, muy largo porque es de dos actos y técnicamente muy difícil.

Posteriormente vienen cosas nuevas, aunque tenemos pendiente Romeo y Julieta, Oneguin. Además, bailaré Blanca Nieves, un ballet muy importante en mi carrera. Se sumarán muchas cosas más en el transcurso de la temporada.

¿Durante tu estancia en México, se concretaron proyectos para que bailes en el país?

Sí, se habló de muchos, espero que todo realmente se concreten, porque para mí será importante estar aquí y aportar cosas. También descansé para recuperarme del desgaste físico y quise volver a reunir energía. Me ha llenado de alegría que la gente sepa de este momento tan importante en mi vida, muchas personas me han buscado por Internet para felicitarme. Eso me ha sorprendido mucho, porque a pesar de todos los problemas, de toda la tristeza, del trabajo y de las rutinas, se han tomado unos minutos de su tiempo para decirme algo, que se acuerdan de mí a pesar de que hace 14 años no vivo aquí. Espero que lo que estoy logrando, contribuya a que en México haya gente más interesada en el ballet.

¿Qué crees que vieron en ti?

Mi director siempre me ha dicho que les gusta mi personalidad, me dicen que soy diferente a las demás. En Europa les ha gustado mi tipo, creen que soy muy exótica, que tengo las líneas del cuerpo como las de una bailarina, pero mi pelo y mi piel les llama la atención. Además, claro, mi disciplina y trayectoria. Con los años he trabajado mucho en mi técnica. La unión de todo esto, hizo que creyeran que estaba lista para dar el paso.

¿Cómo vislumbras el futuro?, ¿volverías a México?

Los bailarines tenemos una carrera corta en los escenarios. Así que voy a aprovechar lo estoy viviendo, aprender todo lo que pueda, para después regresar y aportar mis conocimientos a las nuevas generaciones. Aunque en los últimos tres años he venido con más frecuencia y estoy en contacto para hacer algo desde ahora. He venido a conversar con los niños de la escuela de danza clásica para animarlos a que sigan adelante. Quiero contribuir a que el nivel dancístico crezca.

¿Cuál es el papel que sueñas interpretar?

Son muchos. Me encantaría bailar Tatiana, del ballet Oneguin, que de hecho ya lo estoy aprendiendo porque lo bailaré en esta temporada. Hay coreógrafos de danza contemporánea y neoclásica que tienen ballets muy interesantes, también me gustaría. Mientras más conozco el repertorio, le encuentro cosas bonitas a cada cosa.

Tatiana requiere de una gran técnica, pero también de una madurez.

Claro. En la compañía Stuttgart estuve en el cuerpo de baile, fui avanzando hasta llegar a interpretar a Olga, el segundo rol de Oneguin. En esa época yo sabía que podía interpretar a Tatiana, pero ahora sé que con la madurez y las experiencias como mujer, puedes interpretarla mejor. Hay muchas cosas que quiero bailar, pero sé que me llegarán en el momento adecuado. Si hubiera bailado Tatiana hace diez años, no se compararía con la Tatiana que puedo hacer ahora.

La familia es muy importante para ti.

La familia es lo más importante, ante todo. La familia es la base de todo, me ha apoyado para llegar a donde estoy. Siempre han estado conmigo, mis padres, mis hermanos, mi esposo. Tenía sueños y deseos, he pasado por momentos difíciles y si no hubiera tenido el amor de mis padres no hubiera logrado superarlos. Esta carrera la empiezas desde muy chiquito, a los ocho años puedes empezar una carrera profesional y a los 16 ya puedes trabajar. Aunque también es muy importante el apoyo de las instituciones, en mi caso me becaron para que pudiera estudiar. En el ballet, debes tener un talento natural para aspirar a tener un buen nivel, tener corazón y ser muy disciplinado. En esta carrera tienes que vivir muchas situaciones, te enfrentas a la competencia y debes ser muy fuerte mentalmente.

Mayor información: Elisa Carillo



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