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Fotograma de Marley, de Kevin McDonald. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de junio de 2012. (RanchoNEWS).- Pocos mitos tan reconocibles, universales e indiscutibles como el de Bob Marley, el músico jamaicano que inventó el reaggae y creó canciones tan populares como No Woman, No Cry o Soul Rebel. ¿Hay alguien en el mundo a quien no le guste Marley? Ante la profusión de banderas jamaicanas, rastas y la aún machacona presencia de su música eterna en la radio, cabe deducir que muy pocos y el documental, titulado simplemente Marley, nos acerca tanto a la leyenda como a la realidad de un chaval mestizo que creció en un barrio pobre y terminó ejerciendo una especie de labor de benefactor del pueblo firmando cheques para quien se acercara a su casa en Kingston. Dirige Kevin McDonald, prestigioso cineasta de El último rey de Escocia, quien opta por un tono a medio camino entre lo didáctico y lo hagiográfico, dotado de un ritmo endiablado y con un acervo increíble de imágenes hasta ahora inéditas sobre el artista donadas por la familia. Una nota de Juan Sardá para El Cultural:
Marley puede verse como una de esas fábulas truncadas por el destino, la historia del niño pobre que alcanzó la gloria más insospechada para morir a los 36 años, víctima de un cáncer fatídico cuando su música y su mensaje comenzaba a calar de forma masiva en todas partes del mundo. El director Kevin McDonald ha explicado: «Crecí en un lugar tan alejado de Jamaica como Escocia y en mi adolescencia su música me marcó de una forma muy profunda porque tenía esa mística del peligro y la rebeldía. Con el tiempo, Marley se ha convertido en un mito ubicuo, alguien cuyo rostro y música está por todas partes pero sabemos muy poco de su vida. Yo quería saber quién fue el hombre y qué había hecho».
Así, vemos a un personaje marcado desde la infancia por la contradicción. Hijo de un soldado británico y una adolescente afrojamaicana, toda su vida estuvo marcada por esa doble descendencia que lo hacía extraño entre todos. Con un inmenso talento para la música, Marley comienza a destacar a los 16 años como compositor pero a los 19 se tiene que ir a Estados Unidos a trabajar en una fábrica. A su regreso a Jamaica, en sus 20, junto al productor Lee Perry y los míticos The Wailers Marley comenzaría a forjar su leyenda inventando el reggae, una evolución del rock steady en la que los compases se alargaban con un rasgueo muy particular de guitarra. Todo ello, coincidiendo con una de las etapas más trubulentas de Jamaica, dominada por la lucha política en el marco de las tensiones post coloniales, el éxito de la religión rastafari, de la que Marley fue el emblema.
Fue en los años 70 cuando Marley, que murió en 1980, se convirtió en una superestrella internacional y comenzó su campaña para restablecer los lazos entre razas, culturas y religiones. Un mensaje pacifista que lo coloca en el imaginario colectivo en el mismo lugar que Jim Morrison y John Lennon, los otros dos grandes revolucionarios de la música popular. Marley el hombre ofrece una imagen ambigua y no pocas paradojas. Seductor nato y promiscuo impenitente, tuvo 11 hijos de varias mujeres y a pesar de ser un icono del pacifismo y la concordia se le describe como un hombre profundamente competitivo que no soportaba perder ni siquiera los partidos de fútbol que solía celebrar en su mansión de Kingston. Todo ello, por supuesto, acompañado por la maravillosa música de uno de los grandes artistas del siglo XX.
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