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Varias cámaras estilo pocket. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de junio de 2012. (RanchoNEWS).- En 1972 Eastman Kodak lanzó al mercado un formato muy curioso de película fotográfica, denominada 110, cuya principal característica era la facilidad con la que se cargaba en las cámaras y su pequeño tamaño.Una entrega de EFE:
La vida de este tipo de película de 16 milímetros se prolongó durante 37 años hasta 2009, cuando salió el último carrete que ahora resucita con un producto chino al que han bautizado Orca y que reproduce las viejas características del espíritu de Kodak.
Esta película venía (y viene) en un chasis que se encajaba en la cámara sin tener que hacer nada más que abrir la tapa y colocarlo. Ni siquiera había que rebobinar al acabar el carrete.
El nuevo formato era más pequeño que el de chasis 126, también idea de Kodak (año 1963), y tras el revelado el formato de la fotografía de 13x17, frente al 24x36 de las de 35 mm.
Este cerrete 110 requería, evidentemente, unas cámaras también especiales, que luego fueron denominadas de bolsillo (pocket) y de las que las instamatic de Kodak y las de Agfa fueron las más vendidas.
Incluso Pentax, entre otros grandes fabricantes como Minolta, se atrevió a fabricar un modelo reflex (pentaprisma de espejos) con objetivos intercambiables y que, aún hoy, es una pieza muy valorada por los amantes de ese formato. También hubo un modelo de la marca soviética Kiev y otra de la china Halina.
Sin embargo sólo Kodak diseño y desarrolló nada menos que 66 modelos diferentes, mucho más populares y asequibles y que fueron los más vendidos.
Por lo que se refiere a películas, las hubo de muchas marcas y sensibilidades, de las que las más conocidas fueron las de Kodak, Konica, Agfa y Fuji, fabricante este último que sacó en 2009 el último carrete en ese formato.
Aquel formato gozó de bastante aceptación entre los usuarios: fácil de colocar, las cámaras eran pequeñas; se podían transportar en un bolsillo, y las fotos eran, aunque sin grandes alardes, muy aceptables para lo que se pretendía de ellas, generalmente un simple recuerdo.
Ahora, el formato ha resucitado de la mano de los lomógrafos, un movimiento creciente de recuperación de la fotografía tradicional frente a la digital.
Por ahora sólo se van a comercializar películas de blanco y negro y con una curiosidad añadida. En la parte trasera de la película no habrá la tira de papel por la que el usuario podía controlar el número de fotogramas hechos. Así que habrá que memorizar o apuntar.
Fuentes de la sociedad Lomográfica en España han comentado a EFE que si este primer lanzamiento tiene éxito se producirán más películas en color.
Uno de los problemas planteados es que muchos laboratorios, entre los que aún hacen revelado químico, ya no tienen los equipos necesarios para el tratamiento de este formato, por lo que los lomógrafos han tenido que garantizar que bien vía internet o bien en las tiendas que hay (dos en Madrid y una en Barcelona) se recogerán los cartuchos para su revelado.
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