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La directora mexicana. (Foto: Lorena Alcaráz Minor)
C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de mayo de 2013. (RanchoNEWS).- Es la primera directora extranjera con una orquesta foránea en China y a pesar de ser su debut aquí, Alondra De la Parra (Nueva York, 1980) tenía clara la importancia de su presencia en este país antes de llegar: «No hay que perder de vista a China, está abriendo sus puertas y ahí tiene que estar México», informa la agencia EFE desde Pekín.
Eso es precisamente lo que intentará trasladar hoy en su estreno en Pekín, donde la directora –y también embajadora de Turismo de México– debuta en un enclave único, la Ciudad Prohibida, y al frente de la Orquesta Nacional de Toulouse, en una oportunidad «inesperada».
«Fue el resultado de mi debut en París, que fue excitante y abrió muchas puertas y ésta es una maravillosa», destaca De la Parra en una entrevista concedida a EFE en la capital china, donde ofrecerá dos conciertos, uno hoy viernes, y otro, el domingo.
El programa de la orquesta francesa ya estaba confeccionado cuando De la Parra tomó las riendas de la formación musical –y después de que el director titular, Tugan Sokhiev, no pudiera hacerse cargo–, pero aún así consiguió «colar» un pedacito de su tierra.
«Ya tenían preparado todo el programa, y no pude meter una obra mexicana pero sí un bis con el Dazón nº2 de Arturo Márquez –un himno latinoamericano–», explica De la Parra, nacida en Nueva York pero quien partió a los dos años a México, el que considera su país.
De ahí que trate siempre de «colar» temas mexicanos en sus espectáculos y que hiciera lo posible por también hacerlo en China, uno de sus países «soñados» y al que nunca imaginó que llegaría «tan pronto».
De la Parra no se olvida de quien le ha brindado esta gran oferta y le faltan adjetivos para describir a Francia, «el país que más le ha ayudado» en su carrera.
Y es que, gracias a la orquesta de Toulouse, la directora ya cuenta en su currículum con el «calor y todo el cariño del público chino» recibido en la metrópolis de Shanghái y en Wuhan, capital de la provincia central china de Hubei.
Esas fueron sus dos primeras paradas en el país asiático antes de aterrizar en la capital, a la que llega –destaca– con unos músicos de un «nivel altísimo» por su incesante voluntad de alcanzar la excelencia, incluso en piezas a las que no están acostumbrados.
Como el Danzón nº2, de Márquez con el que, sin embargo, «tienen mucha sintonía».
«Los franceses tienen afinidad con nuestras piezas, tienen sangre latina, y eso se siente», explica De la Parra, quien también ha dirigido una orquesta alemana en Berlín, con un programa íntegramente mexicano, todo un reto para los músicos germanos.
¿Y los chinos? «Me encantaría dirigir una orquesta china, sé que hay muy buenas y me gustaría poder venir un día aquí a trabajar», comenta la joven directora, quien reiteró su felicidad por poder acercar por primera vez un poco de su país, México, a China a través de la música clásica.
«Es un ejemplo muy bueno de demostrar que la cultura mexicana sí es el tequila, el mariachi y el sombrero o Cancún; pero también mucho más: somos una cultura muy diversa, con propuestas contemporáneas interesantes, compositores muy destacados y con una gran obra sinfónica», detalló la artista.
Es la primera vez en la vida de la mexicana que dará la vuelta al mundo «físicamente», cuenta De la Parra, entre el cansancio que le invade tras sus innumerables citas con medios en Pekín y su incansable voluntad por seguir acercando culturas.
Tras estrenarse hoy en uno de los palacios imperiales más conocidos del mundo, la aclamada directora partirá de vuelta a México vía Japón, y después continuará hacia Brasil, y a Alemania de nuevo, para intentar alcanzar su meta: «Seguir creciendo y compartiendo mensajes a través de la música».
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