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El escritor mexicano.( Foto: Tolo Roman)
C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de mayo de 2013. (RanchoNEWS).- A continuación reproducimos el texto de Tommaso Koch tomado de su Blog Papeles Perdidos publicado en El País en homenaje que busca hacer apoyado de los lectores a Carlos Fuentes:
Una pirámide, escondida debajo de una montaña, dominada por una iglesia católica. Suena a Tetris pero es una construcción que se alza realmente en Cholula (México), fruto de la mezcla entre la historia local y la ocurrencia colonizadora de Hernán Cortés. Porque, además de masacrar la población de la ciudad, el conquistador español quiso cubrir el enorme monumento original con un homenaje blanco a Nuestra señora de los Remedios. Ante ese peculiar gigante llegaron, en medio de su viaje por México, los escritores Santiago Gamboa y Carlos Fuentes. «Me iba contando todas las historias del lugar. Me sentí muy afortunado por estar allí con él», recuerda el autor colombiano de su colega mexicano, del que se cumple hoy un año desde su fallecimiento.
De Ciudad de México a Puebla, Gamboa y Fuentes recorrían a la sazón en coche los lugares de Cambio de piel, una novela del segundo. O más bien la novela, según Gamboa, que la escoge de entre todas las del autor mexicano: «Me gusta mucho, es una de las más vanguardistas. Habla en modo claro y talentoso de la relación entre el México prehispánico y el contemporáneo. Es como si fuera una suerte de psicoanálisis, donde el país antiguo es el inconsciente del más moderno». Para Juan Goytisolo, en cambio, la «obra maestra» de Fuentes es Terra nostra. «Es una de las mejores novelas en lengua española de todos los tiempos», aseguraba el autor español a este periódico hace 12 meses, un día después de la muerte del mexicano. Y el argentino Riccardo Piglia destacaba en particular «La muerte de Artemio Cruz, y posteriormente una nouvelle excelente, Aura, que para los lectores argentinos era un relato muy argentino, en la línea de las historias de fantasmas de José Bianco».
Se escoja la obra que se escoja, la conclusión es que el autor mexicano fue una figura central de la historia de las letras en español. «Aparte de su estatura literaria, inmensa en todos los campos, fue un agitador cultural y un creador de mundos, a partir de otros ya existentes. El espejo enterrado, por ejemplo, es uno de los retratos más incisivos de cómo somos ahora, relacionado con el pasado», asegura el escritor y periodista Juan Cruz.
Tanto él como Gamboa destacan también el papel de Fuentes en el boom latinoamericano. «Fue el auténtico pilar, él que se empeñó en que los varios autores se conocieran y compartieran experiencias. De hecho, siguió manteniendo algunas de esas relaciones de manera muy profunda, como la que retomó en los últimos años con Vargas Llosa o la que tenía García Márquez», asegura Cruz. Y el autor colombiano agrega: «Fue fundamental para el boom, ya que fue el primer autor del movimiento en tener un éxito extraordinario, con La región más transparente. Y de ello se beneficiaron también los demás».
Gamboa señala en concreto el ensayo de Fuentes La nueva novela hispanoamericana como una de las claves del boom: «Habla de García Márquez, Vargas Llosa, Cortázar y también de Borges y da orden y categoría literaria a todos esos autores. Contribuyó a llevarlos fuera de los países latinoamericanos». Porque Fuentes fue también un gran ensayista. Y, en palabras de Juan Cruz, «un vigilante articulista de lo que ocurría en las fronteras: entre países, del nacionalismo, del terrorismo». Y mucho más.
Tanto que resulta difícil resumirlo todo en un artículo. El Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana intentará hacerlo estos días con una exposición y una mesa redonda, el próximo 19 de mayo. Aquí, para recordar al escritor, vamos a buscar su ayuda. ¿Qué representó para ustedes Carlos Fuentes? ¿Cuál es su obra favorita del autor mexicano? ¿Qué legado dejó? Envíen en los comentarios de esta pieza su homenaje personal a Fuentes.
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