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Con más de 50 discos, Bátiz presume 57 años de trayectoria. (Foto: Xavier Quirarte)
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iudad Juárez, Chihuahua. 8 de julio de 2014. (RanchoNEWS).- Sin dudar ni un segundo, Javier Bátiz responde a la primera pregunta: «El blues es la base de mi música. Aunque he hecho canciones rancheras, verdaderamente rancheras, las he compuesto con la base del blues. Incluso el nuevo repertorio, que voy a presentar el 10 de julio en el Lunario del Auditorio Nacional, en el que hay rock, baladas y otros ritmos, está basado en el blues». Una entrevista de Xavier Quirarte para Milenio:
El músico nacido en Tijuana en 1944, que se forjó en el movimiento rockanrolero de la ciudad de México en los años sesenta, afirma que «cuando tocas con el sentimiento del blues la gente lo siente en el alma. He evolucionado mucho, porque ya tengo un tiempo en este trabajo, pero la base, la esencia de mi música sigue siendo el blues».
Además de Carlos Santana, Bátiz tuvo entre sus discípulos a músicos como Abraham Laboriel y Fito de la Parra, quienes hicieron carrera en Estados Unidos. Introductor del blues en México, música que difundió en su peculiar estilo, luego incursionó en la composición de canciones en español, como «Noches tristes», «Hombre solitario», «Calles solitarias» y «La Ahorcada».
¿Cómo te interesaste en la música?
Empecé a querer cantar por Pedro Infante y Jorge Negrete, pero toqué la guitarra por don Antonio Bribiesca y otro guitarrista que no fue tan reconocido, Claudio Estrada. Esa fue mi base hasta los 9 o 10 años, que fue cuando escuché a bluesistas como Muddy Waters, Elmore James, Sonny Boy Williamson y una bola más. Me enamoré de esta música que te toca el corazón de una manera muy especial, algo que también tiene la música ranchera. Cuando oía a los bluesistas decía: yo quiero cantar y tocar así. Así que me dejé ir por el blues y el rock and roll.
¿Cuántos años llevas como músico?
El mes pasado cumplí 70 años de edad y llevo 57 tocando. La primera tocada fue el 28 de junio de 1957 en la Escuela Álvaro Obregón de Tijuana y me pagaron cinco dólares por tocar el piano y cantar una canción de Little Richard. A los cuatro días empecé a tocar en fiestas, donde con mi grupo ya nos pagaron 25 dólares y más tarde empezamos a crecer y ya recibíamos 70-75 dólares, ¡150, que ya era un dineral! Para entonces ya era muy famoso en la zona de Tijuana, San Diego, San Isidro y Tecate, pero me vieron los Rebeldes del Rock y me trajeron a México.
¿Qué recuerdas de esos años?
Mi sueño había sido venir a México para ver a mis ídolos: Viruta y Capulina, Tin Tan, Cantinflas, de los que luego me hice amigo. Me llamaban de EU para ir a tocar, pero yo no quería, yo quería estar en México. Aquí estaba mi ídolo Enrique Guzmán, lo que nadie me cree, pero yo lo veo como un idolazo, lo mismo que César Costa y Manolo Muñoz. Como estaba con mis amigos y mis ídolos nunca me quise ir a ningún otro lado. Había unas giras organizadas por la cerveza Corona en las que trabajaba al lado de José Alfredo Jiménez, Javier Solís, Amalia Mendoza, Tin Tan, Resortes y Los Polivoces. ¡Era padrísimo trabajar con ellos!
¿Cuántos discos has grabado?
¡Jijo (dice riendo), no los cuento, pero pasan de 50! Empecé a grabar el 18 de noviembre de 1959. En uno de esos discos grabó Ray Collins, cantante de The Mothers of Invention (Frank Zappa también estuvo en el estudio), así como las cantantes del grupo de Ike Turner, quien estuvo presente, lo mismo que media orquesta de Ray Charles y media de Bobby Blue Bland en diferentes canciones. Muchos de estos discos están en la marca Denver.
¿Qué vas a tocar en el Lunario?
Para mi concierto traigo un repertorio nuevo, aunque el público que me sigue me va a pedir algunas canciones de las de antes. Trataré de cantar todas mis canciones nuevas, porque hay mucha evolución en mi manera de cantar y de tocar.
¿Quiénes te van a acompañar?
Puros músicos de Tijuana, con excepción de los metales. El más grande tiene 18 años y el más joven 13: ¡están gruesos! Luego vienen los cantantes Jorge Conde, hermano de Rosina Conde, y un tenor de ópera, Marco Antonio Labastida, que es una maravilla. También estarán mi hermana Baby Bátiz, quien no puede fallar en ningún momento, y sus hijos, porque los Bátiz se van extendiendo. También René Vidal y sus metales, los Hermanos Espinosa, tumbadores y percusionistas, así como un ballet de cuatro muchachas. Vengo a hacer un buen show.
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