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Oscuridad urbana, óleo de Roberto Parodi incluido en la exposición Identidad, montada en el recinto de avenida Patriotismo 304Foto cortesía del artista. (Foto: Archivo)
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iudad Juárez, Chihuahua. 31 de julio de 2014. (RanchoNEWS).- «Estudié en una época en que no nos enseñaban realmente lo que era el funcionamiento del color», expresa el pintor Roberto Parodi (DF, 1957), y decidió hacer algo al respecto. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
Con Identidad, exposición de 21 óleos montada en la Fundación Sebastián, Parodi culmina una investigación de más de dos décadas sobre el color.
De acuerdo con el entrevistado, en la actualidad «casi nadie sabe manejar el color. Por ejemplo, en la generación de la Ruptura había pocos coloristas, Pedro Coronel o Rufino Tamayo, por mencionar algunos. Sin embargo, de mi generación casi nadie sabe manejar el color».
Por un lado, eso se debe a que «hay un conocimiento que se ha perdido», pero por el otro, «se dejó de ver el color como un elemento relevante en la pintura».
¿A pesar de que México se conozca como un país de gran colorido?
Sí, porque una cosa es el color folclórico, el que se maneja mediante la artesanía, que es natural. La escuela mexicana de Oaxaca tiene el color como una tradición que se hereda, intuitiva, que es muy diferente al color, por ejemplo, que manejó Tamayo, quien tuvo maestros que vienen desde Alfredo Ramos Martínez, decisivo en la creación de las escuelas de pintura al aire libre. Detrás de un colorista siempre hay otro colorista.
Vlady, maestro del color
Roberto Parodi recuerda que en cierto momento de la historia del arte el color toma preponderancia gracias a los fauvistas y Henri Matisse, pero antes Paul Gauguin, Vincent van Gogh y los impresionistas.
El artista atribuye su interés por el color en parte a la inquietud que genera en él ver los cuadros de los grandes coloristas de la historia, porque «es muy difícil arribar a eso. Uno llega de manera intuitiva, pero es limitada. Hay una frase de Bonnard que dice ‘el color es racional y el dibujo es emocional’. Esa parte emocional es un universo.
«De la generación de la Ruptura, con quien he hablado del color es con Roger von Gunten, quien estudió en la Bauhaus.
«Otro maestro de color fue Vlady, quien viene de la escuela rusa. Desgraciadamente, se pierde en mi generación. Claro, hay pintores que tienen algún conocimiento, que han indagado en el color, pero termina siendo muy intuitivo.
«La pintura tiene mucho de intuición, pero el color es una práctica como la de un músico. Se manejan las partituras, o las escalas, o no, pero una vez que se utilizan se tienen que dominar y después crear con eso».
Violeta, el color más oscuro
¿Hay interés entre las nuevas generaciones de pintores por volver al color?
Posiblemente sí, pero no saben de dónde partir. Hay una parte que es muy ilusoria y muy elemental, pero en realidad el desarrollo del color en la pintura es muy complejo. Se necesita una gran disciplina, un gran conocimiento y una práctica.
El bodegón predomina entre la obra exhibida en la Fundación Sebastián, pero más bien es un pretexto para indagar sobre el color.
Roberto Parodi incluyó el violeta por ser el color más oscuro de la paleta, a partir del que voy hacia la luz.
Acota: «Puedes pintar cuadros sin meterte en el problema del color como, por ejemplo, Robert Motherwell, quien me gusta mucho. Pero si te metes al problema del color, tienes que resolverlo y una vez que lo haces el tema empieza a tomar relevancia. Si no lo resuelves, se vuelve relevante, pero sin color, sin pintura.
«No hay tema importante en la pintura si no está resuelta a través de la pintura misma. Ésta puede tener un tema social, político, químico, lo que quieras, pero si no está pintado bien, si no está expresado correctamente, para qué tomar un tema así.»
¿Qué sigue?
Ahora, lo que me toca es pintar. Algo muy apasionante en este momento para mí en la pintura es que tengo unas herramientas que son como un abanico abierto sin límites en el sentido de color, forma y técnica.
Me siento como alguien que puede tomar cualquier tema e intentar resolverlo. La única forma es pintar. La pintura teórica es una cosa y la pintura práctica es obra.
La exposición Identidad concluye este viernes primero de agosto en la Fundación Sebastián (avenida Patriotismo 304, colonia San Pedro de los Pinos).
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