Lia Tonali en el papel de Frida Kahlo. (Foto: Armando Arias)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de agosto de 2014. (RanchoNEWS).- El fotógrafo mexicano Armando Arias ha emprendido un proyecto consistente en fotografiar a mujeres queretanas personificando a mujeres de la historia.
De este estudio compartimos algunas de sus fotografías (las demás se encuentran en su página de Facebook: https://www.facebook.com/armando.arias.378?fref=ts)
También nos ha hecho llegar el texto titulado En los zapatos del otro que a continuación reproducimos:
«Divide y vencerás» exhortaban los ejércitos romanos a sus legionarios, para vencer a los numerosos pueblos asiáticos y europeos a quienes dividiéndoles, despojaron de territorios y tributos.
La táctica romana sigue vigente: Palestinos contra israelitas, troyanos contra griegos, blancos contra negros, católicos contra protestantes, mexicanos del norte contra mexicanos del sur, y mil enconos creados por ganadores de las fracturas.
La división jóvenes contra viejos, nunca ha parecido una rencilla difícil de imponer, ya que sobran argumentos propios de cada bando, los que expresados despectivamente son filosos insultos contra los «jóvenes aletargados en su celular» o bien contra los «vejetes fastidiando con su nostalgia». Una fractura generacional es de alta rentabilidad para los mercaderes de la moda, de las nuevas tecnologías, de la música, del cine y de todo tipo de dispositivo que aspira ser adquirido en nombre de la novedad.
«Ponerse en los zapatos del otro» fue la táctica que asumió Lia, joven estudiante para superar su malestar contra la estética del Nacionalismo Mexicano, corriente ya desaparecida por lo que le parecía ajena.
Fue al realizar un estudio fotográfico –personificando al viejo ícono de la pintura mexicana Frida Kahlo– cuando la chica estudió la época del México postrevolucionario, junto con la biografía de Frida, hasta comprender los alcances de su obra y aporte a la plástica surrealista. Después de estudiar, halló que la pintora de Coyoacán, no era ni joven ni vieja, sino que al igual que ella, compartían una mirada libertaria y sensible de un mundo en donde el dolor existe a diario.
Rota la falsa barrera generacional, Lia asumió la actitud ante el lente, para fusionar a dos mujeres, que con un siglo de distancia, son frente a la cámara de Armando Arias, una misma persona en conciencia y actitud.
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