El hombre de Nápoles, 1982. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de julio de 2015. (RanchoNEWS).- Same Old Shit (SAMO) es el nombre del colectivo que fundó Basquiat cuando tenía 17 años junto a su colega Al Díaz como estrategia para entrar en los museos y galerías de arte. Practicaban un graffiti poco al uso, el llamado graffiti conceptual con el que manipulaban frases para provocar al espectador. Este trabajo le abrió la puerta para conectar con el ámbito expositivo y lograr así su objetivo: ser artista plástico. A los 20 años ya era famoso y, a pesar de su prematura muerte a los 27 años, legó una vasta producción de 3000 obras, 2000 dibujos y 900 cuadros. El Museo Guggenheim de Bilbao recupera su figura con la exposición Jean-Michel Basquiat: Ahora es el momento, una muestra con 100 obras ordenada de manera temática para la que han contado con el patrocinio de Iberdrola. Saioa Camarzana reporta para El Cultural.
A los 21 años tuvo su primera exposición en solitario en la que se vendió todo lo expuesto. «Es una exposición retrospectiva que se divide en ocho secciones con las que se aborda la historia, el retrato, las colaboraciones que hizo y la utilización e incorporación del lenguaje musical en su obra», explica Álvaro Rodríguez, comisario de la muestra. Toda su producción, dice, es densa y contiene muchos estratos. Se trata de un artista culto «con muchas referencias que proceden de ámbitos diferentes como la literatura, la historia del arte haciendo un trasvase al hip hop y a los movimientos culturales contemporáneos», matiza.
Esta dualidad, que se ve en la sección Dualidades y doble identidad con las obras Six Crimee y Leche oscura se convierte en un tema al que recurre de manera repetitiva. Pero se trata de una dualidad compleja con la que se representaba a sí mismo pero también hablaba de dinero y de la lucha de clases.
Six Crimee, 1982
En esta muestra, hilada a través de los temas recurrentes de Basquiat, se transmite el enfoque provocador e innovador del artista. El racismo, la identidad racial, la lucha de clases y la hipocresía social se advierten ya en sus primeras obras, algunas de ellas inspiradas en el Expresionismo Abstracto y el Arte Conceptual. Pero no solo esto, también matiza en «su interés por representar personalidades que vienen del ámbito afroamericano como jugadores de béisbol, boxeadores y músicos como Charlie Parker» al tiempo que el cómic, la ironía y el humor aparecen reflejados en sus pinceladas.
En este sentido, de hecho, el título de la muestra, Ahora es el momento, adquiere un triple significado. Por un lado se trata de una frase del discurso I have a Dream de Martin Luther King, el título de una canción de Parker y «el tercero sería que ha llegado la hora de Basquiat, una nueva apreciación en torno a su obra», explica Rodríguez.
Así, desafía la historia occidental a través de imágenes que se entienden como tributos al hombre negro como rey y como santo. Con el motivo de la corona el artista otorga majestuosidad a sus héroes representándolos alzando los brazos en alto. Aunque, a veces, se representaba a sí mismo con una corona, un símbolo cambiante que puede ser un halo o una corona de espinas. Algunas de sus obras, de hecho, tocan temas que están de máxima actualidad. «Vemos la violencia policial en Estados Unidos unida a la condición racial, para él la condición política y el reconocimiento de la historia afroamericana y su relevancia fue uno de sus ejes». Esto se puede ver en piezas como Adorador del agua y Moisés y los egipcios de la sección Reivindicando historias, en la que explora la esclavitud y el colonialismo.
Ali enfermo luchando por la vida, 1984
¿Quién influye en quién?
Hay una parte importante en la producción del artista y es que al poco de hacerse conocido en el recorrido artístico de Nueva York conoció y colaboró con artistas como Kaith Haring, Francesco Clemente y Andy Warhol. La relación con este último es la que, tal vez, más llame la atención ya que cuando Basquiat era una estrella en ascenso Warhol era el gran maestro consagrado. El joven, en cambio, tenía ideas revolucionadotas y trabajaba muy rápido. «A priori puede parecer que fue Warhol quien influyó en Basquiat pero puede que fuera al revés», sentencia el comisario.
De hecho, se trata de colaboraciones pero «los artistas no se comunicaban entre ellos sobre lo que iban a pintar sino que cada uno creaba su obra, la pasaba al estudio del otro y de manera autónoma pintaba sobre lo que había hecho el anterior». Una de las primeras obras de la muestra es un mural del 81 en el que hay inscripciones de Kaith Haring y de Basquiat vinculadas a la idea el arte en la calle, el arte urbano que se remonta a sus inicios vinculados al graffiti.
Infinidad de piezas visuales que bien podrían haber sido pintadas hoy en día dan cuenta de su vasto conocimiento del momento en el que vivía. Su frágil carácter le llevó al consumo de drogas y estas a la muerte prematura a los 27 años. Si esto no hubiera ocurrido, ¿qué más verdades nos hubiera contado Jean-Michel Basquiat?
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