La zona arqueológica denominada Herodión. (Foto: AP)J erusalén, 9 de mayo, 2007. (Daniela Brik/ Notimex).- La Universidad Hebrea de Jerusalén anunció el descubrimiento de la tumba del rey Herodes el Grande, quien gobernó el reino de Judea bajo el Imperio Romano hacia el año 37 antes de nuestra era, informó ayer la prensa local.
En su edición electrónica, el diario israelí Haaretz citó una nota de prensa en la cual la Universidad Hebrea precisó que la tumba fue ubicada por el especialista Ehud Netzer dentro del sitio arqueológico denominado «Herodión».
«El hallazgo es una fase crucial en las excavaciones en el lugar», dijo el arqueólogo israelí, a cargo de las excavaciones en el monumental «Herodión», una fortaleza al sureste de Jerusalén que el rey ordenó construir en el desierto.
Se trata del lugar donde, desde hace más de treinta años, Netzer y otros arqueólogos buscaban la tumba del mítico rey, que gobernó Judea con la venia de los romanos entre el 37 a. C. y hasta su muerte en el 4 a. C.
Los encargados del hallazgo revelaron que el rey —a quien la tradición cristiana atribuye la «matanza de los santos inocentes» mencionada en el Evangelio de Mateo, había planeado ser enterrado en la ladera de la colina, pero después al parecer, cambió de opinión.
«Creemos que al principio Herodes quiso ser enterrado en la ladera, en el recinto funerario construido allí, y que sólo a una edad avanzada, siendo ya anciano, cambió de opinión y ordenó que se le enterrara en la parte superior», explicó Netzer.
La tumba fue descubierta a finales de 2006, aunque su existencia sólo se ha dado a conocer ahora, después de completar el estudio de los objetos encontrados.
El lugar de reposo de Herodes (74 a. C–4 a. C.) se halla junto a unas escaleras monumentales destruidas por la erosión y los saqueos y que hoy son una acumulación de piedras y restos en el complejo conocido como «Herodión».
La fortaleza fue destruida por los romanos durante la rebelión judía entre el 66 y el 72 de nuestra era.
Netzer, considerado el mayor experto en la historia de Herodes y en la última etapa del Segundo Templo de Jerusalén, se basó en las escrituras del legendario historiador Flavio Josefo para ubicar la tumba. Ayer, en una rueda de prensa, el arqueólogo relató que halló un mausoleo y en su interior los restos de un sarcófago de unos dos metros y medio de largo, en el que estuvieron los restos del rey antes de ser profanado. El sarcófago fue fabricado en una piedra rosada típica de Jerusalén y tiene adornos de bronce, aunque se halla despedazado.
Ingenio monumental
Herodes es considerado el rey más poderoso de Judea bajo la ocupación romana y ha sido visto con recelo por los judíos por su origen idumeo y por su sumisión a Roma, a la que pagaba tributos que recogía de la población en retribución por haberlo designado rey.
Reinó en Judea después de la dinastía de los Hasmoneos (siglos III–I a. C.), y se casó con una mujer de esta familia, Miriam, a quien luego ordenó matar. También remodeló el Templo de Jerusalén hasta convertirlo en el mayor edificio público de toda la región y orgullo de los mismos judíos que no le consideraban parte del pueblo, sino un «extraño».
«Quien no vea el templo de Herodes no habrá visto nunca un edificio monumental», dicen las escrituras judías de la época. Fue educado en Roma y en alguna islas de Grecia, la historia recuerda a Herodes como uno de los grandes constructores de la época, incluso algunos historiadores dicen que fue conocido como el «Gran constructor».
Además del templo en Jerusalén diseñó el palacio fortaleza de Masada, un complejo monumental en lo alto de un macizo junto al Mar Muerto, en pleno desierto de Judea, que luego se convertiría en el centro de la resistencia judía en la revuelta contra Roma. Para sobrevivir sin tener que bajar del macizo, diseñó sobre las laderas un sistema de recolección de aguas que absorbía el flujo de cualquier pequeño manantial originado por lluvias a decenas de kilómetros.
Pero junto a su ingenio y habilidad en la ingeniería, Herodes tenía una personalidad tirana y cruel, hasta el punto de mandar asesinar a la mayoría de sus hijos varones por temor a que lo destronaran.
Tuvo una decena de mujeres, por lo que las rivalidades entre sus hijos eran grandes y por ello, a su muerte, el emperador romano Augusto repartió el reino entre tres de ellos, aunque ya no como reyes sino como tetrarcas y gobernadores.
Su lugar de reposo lo escogió Herodes con base en dos hechos que tuvieron un gran impacto en su vida: fue cerca del «Herodión» donde su madre resultó herida mientras huía de Jerusalén en el 43 a. C. Fue allí donde después construyó una fortaleza en caso de que necesitara huir de nuevo. Su hijo Arquelao siguió viviendo en el Herodión después de que Judea fuera convertida en provincia romana, hasta la destrucción del lugar en el 70 de esta era.
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