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Ramala 14 de agosto, 2008.- Los palestinos dejaron ayer por un día de lado las luchas intestinas que desangran su sociedad y acudieron unidos a decir adiós a Mahmud Darwish, el poeta que como nadie supo dar voz a la causa palestina. Miles de hombres, mujeres y niños marcharon en procesión desde la Muqata de Ramala hasta la colina en la que, con honores de jefe de Estado fue enterrado el poeta, algo que no ocurría desde la muerte de Arafat. Darwish falleció el sábado en un hospital de EE UU tras una operación coronaria.
«Él nos enseñó a amar nuestra tierra. Darwish se ha ido, pero sus versos quedan», explicaba junto a la tumba Saber Rifai, un abogado que como el resto de los palestinos estudió los poemas de Darwish en la escuela.
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