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Caricaturas: Hermenegildo Sábat. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua, 15 de agosto, 2008. (RanchoNEWS).- En el libro Que no se entere Piazzolla, Hermenegildo Sábat captura la esencia del revolucionario del tango para construir lo que denomina una iconografía apócrifa. Una nota de Xavier Quirarte para Milenio:
Al preguntarle a Hermenegildo Sábat cómo recuerda el impacto que causó en Argentina el surgimiento de Astor Piazzolla con el llamado nuevo tango, el caricaturista responde: «Realmente hay muchas formas de entender las cosas. Para mí la música de Piazzolla es muy de Buenos Aires, aunque él sufrió mucho a partir de la necesidad que hay de vincular su música con el tango».
Tan ensalzado como crucificado por darle sangre nueva al género, Piazzolla sigue siendo un músico único, con una trayectoria que puede seguirse, en sus pasos más significativos, en las caricaturas de Sábat para su libro Que no se entere Piazzolla. Contribución a la iconografía apócrifa del gran músico (Universidad Nacional de Quilmes Editorial/Fondo de Cultura Económica, 2008). Estamos ante la obra de un artista que se reencontró emocionalmente con el bandoneonista y plasmó una serie de caricaturas tan emocionales como la música que las provocó.
En entrevista telefónica, Sábat dice que Piazzolla intervino en orquestas de tango, «pero tenía otras necesidades de expresión. Entonces fue tratado de traidor y apóstata. De todos modos, quien escuche la música de Piazzolla va a estar cerca de Buenos Aires. Es una música de esa ciudad, es la manera más concreta de definirla».
Es importante recordar, como se ve en el libro, que Piazzolla ejerció la tradición antes de revolucionarla.
Sin duda. Evidentemente el instrumento que usó para expresarse es el instrumento natural del tango, que es el bandoneón, así que eso es posiblemente lo que ha alimentado mayores desencuentros para interpretarlo. Yo no tengo ese problema, porque escucho la música de Piazzolla y para mí es la ciudad de Buenos Aires.
¿Se le sigue considerando traidor?
Ya no tanto. Lo que pasa es que hay que considerar que al tango se le transformó como un partido político, por así decir (risas), con todas las cosas que tienen los partidos políticos. Entonces ha habido mucha mala fe, de algún modo. Pero creo que la música tiene sus propios designios. Una señora me contó que en una ocasión Piazzolla salió de su casa a tomar un taxi, pero el taxista lo reconoció y le dijo: «¡Bájese, yo a usted no lo llevo!» Casi se llegó a las vías de hecho, como dicen las crónicas policiales.
Pero esto habla también de una pasión por la música...
Sí, pero me doy cuenta que es difícil separarse de algunas evidencias auditivas. Entonces cuando surge la música de Piazzolla ciertamente se genera una cantidad de confusiones, de las cuales no era culpable, pero bueno... El tipo era realmente colosal, palabra que uso con total tranquilidad. Piazzolla no hace más que darnos satisfacciones.
¿Cómo fue concebido el libro?
He hecho otros libros dedicados a artistas y escritores como una especie de devolución de atenciones a todo lo que esta gente ha puesto en nosotros. Hace más o menos un año empecé a trabajar; primero hice las imágenes y luego incorporé los textos. Como dice la portada, se trata de situaciones apócrifas. A pesar de que muchas cosas son verídicas, mayormente está contado como si fuera un cuento.
¿A quién dedicaría este libro?
Es un libro pensado, primero, para quienes gusten de la música en general y sin prejuicios y, segundo, como una introducción muy modesta a la obra de un maravilloso músico.
¿Qué impresión le causaba Piazzolla?
La de un hombre muy libre y muy trabajador, en el mejor sentido. Era un tipo que vivía componiendo. Tenía las exigencias, a veces de manera exagerada, de algunos músicos que tienen su oído desarrollado de otra manera, lo que hace que trabajar con ellos sea difícil. Pero este tipo de músicos se equivoca porque parten del principio de que los demás también tienen sus mismos mecanismos auditivos, aunque son normales. Astor Piazzolla, Benny Goodman o Charlie Parker son tipos con un sentido más diferenciado.
¿Cuál diría que ha sido su gran contribución?
Declaro esto a cuenta mía: haber advertido los sonidos inmanentes en la ciudad de Buenos Aires y reproducirlos de manera realmente genial.
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