Obra que forma parte de la muestra pictórica. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua, 14 de agosto, 2008. (RanchoNEWS).- El budismo ha enriquecido su obra, asegura el artista plástico poblano. La muestra recorre los primeros 25 años de su producción y vida creativa. Una nota desde la Ciudad de México de Leticia Sánchez para Milenio:
Cabalgado el tigre 1983-2008 es la exposición retrospectiva con la que regresa el artista plástico Germán Venegas (Puebla, 1959) al Museo de Arte Moderno.
La muestra, que abre sus puertas este 16 de agosto, conduce al público por la producción artística de los primeros 25 años de vida creativa del creador poblano.
En palabras del propio Germán Venegas, esta exposición se da en un momento importante, «ha sido, como ha dicho Oswaldo Sánchez, director del MAM, una exhibición de la mitad de mi carrera, de mis primeros 25 años de trabajo. Recoge ejemplos importantes de las diversas etapas de mi expresión, como aquella serie que se enmarca en el llamado movimiento neomexicanismo.
«No estoy de acuerdo con que nos reconocieran así, pero sé que tenían que identificarnos de alguna manera. Mi intención fue siempre romper con ese mote; lo logré con mis relieves, a los cuales les imprimí una gran fuerza y energía, lo mismo hice con mis pinturas que van más allá de las cuestiones formales.»
Al lado de sus obras, el creador sostiene que el sentido de su vida es el arte: «Vivo para esto, cada pieza, cada golpe, cada pincelada está hecha para darle sentido a mi vida».
Rodeado de pinturas con motivos budistas, el artista plástico confiesa su devoción por Buda. «El budismo llegó a mi vida para quedarse, así como también lo fue el momento en que ingresé a la escuela de pintura La Esmeralda».
Para Patria Sloane, curadora de la exposición Cabalgado el tigre 1983-2008, Germán Venegas ha sido capaz de cambiar de lenguajes, sin estacionarse en su época de gloria.
Explica que para el montaje se seleccionaron pocas obras pero que «se enfatiza la última época donde se exhibe su pintura de los últimos cuatros años de trabajo».
Recuerdos del MAM
Hace 17 años expuso Germán Venegas en el Museo de Arte Moderno, y desde entonces ha estado investigando, jugando y buscando posibilidades de experimentación con la pintura.
«Lo más importante en todo este tiempo era que mi obra se viera, porque el trabajo de los artistas de mi generación se dejó de exhibir. En un principio fue negativo, pero después, ya no, me dio la posibilidad de meditar y madurar sobre mi propuesta.»
Venegas regresa al MAM con la exposición Cabalgado el tigre 1983-2008, y el pintor dice valorar esta frase porque finalmente ha encontrado el significado de la pintura y de su vida. La muestra recibe al visitante con un proverbio chino que dice: «La mejor manera de evitar que un tigre te devore es montarte sobre él».
Esta parábola, explica la curadora, nos obliga a reflexionar sobre la vigencia de un grupo de artistas de los 80 en México cuya obra ha sido escamoteada a la mirada del público, en razón de un mercado cada vez más globalifílico y voraz.
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