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Imagen del actor mexicano en 2003. (Foto: Cristina Rodríguez)
C iudad Juárez, Chihuahua, 14 de noviembre 2010. (RanchoNEWS).- El medio de la actuación en México perdió ayer a uno de sus principales baluartes, con la muerte de Claudio Obregón, ocurrida a los 74 años, en la capital del país. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:
La noticia fue dada a conocer anoche por la familia, si bien el fallecimiento tuvo lugar a las 14:50 horas en el Instituto Nacional de Nutrición, adonde el maestro fue llevado por su hijo Carlos tras sufrir un paro cardiorespiratorio.
Hasta el cierre de la edición, la familia del maestro analizaba el ofrecimiento de la Compañía Nacional de Teatro, de la cual era actor de Número, emérito, para realizarle un homenaje mediante el depósito de sus cenizas en la sede de la agrupación.
«Sólo espero que llegue mi hermano Gerardo, quien vive en Cancún, para ponernos de acuerdo. Aunque mi papá no era mucho de homenajes. En los últimos años, a cada rato le hablaban para invitarlo, pero no era amante del ego. Decía que el mejor homenaje que podía recibir es que fueran a verlo al teatro. Por eso estoy convencido de que la mejor ceremonia que puede rendírsele ahora es recordar su trayectoria en el escenario», señaló Carlos Obregón hijo.
Nacido en San Luis Potosí en 1935, Claudio Obregón Posadas comenzó su carrera como locutor radiofónico y actor a finales de la década de los 50 del siglo pasado, en Radio Universidad, donde actuó y dirigió radioteatros.
Durante su trayectoria de 51 años, además de participar en numerosas puestas escénicas, hizo teleteatros para Canal Once, intervino en el cine e incursionó en la televisión comercial. Por su talento y profesionalismo recibió diversos reconocimientos, entre ellos la Medalla de Bellas Artes, con motivo de su medio siglo de trayectoria teatral
Trabajó con directores como Ludwik Margules, Juan López Moctezuma, Fernando Wagner, José Luis Ibáñez, Juan José Gurrola, Ignacio Retes, José Solé, Julio Castillo, Benjamín Cann, Nancy Cárdenas, David Olguín, Luis de Tavira y José Caballero, entre otros.
El actor interpretó personajes de Lope de Vega, Juan García Ponce, Harold Pinter, Sergio Magaña, Arthur Miller, Valle Inclán, Ionesco, Strindberg y una extensa lista de dramaturgos, además del imprescindible Shakespeare, de quien protagonizó El Rey Lear.
Hombre de firmes convicciones políticas, siempre de izquierda, fue militante del Partido Comunista, por el cual contendió para una diputación en 1979, además de ser fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Gran pérdida
Al enterarse del deceso, el creador escénico Luis de Tavira, también director de la Compañía Nacional de Teatro, afirmó que el arte teatral mexicano «pierde a uno de sus más grandes actores», según se asienta en un comunicado de dicha instancia, dependiente del Instituto Nacional de Bellas Artes.
«Claudio Obregón es un actor que en su trayectoria objetivó la condición de creador en el arte de la actuación. Es un referente, un paradigma y una unidad de medida de la condición artística en el teatro. La Compañía Nacional de Teatro se siente profundamente agradecida de que haya dedicado los últimos años de su fecunda y generosa vida teatral a este proyecto».
La última ocasión que Claudio Obregón interpretó un personaje sobre el escenario fue con la compañía nacional, en la obra Endgame, Final de partida, de Samuel Beckett, bajo la dirección de Abraham Oceransky, montaje para el que hizo la traducción y la adaptación.
Los restos del actor serían velados el día de ayer en la Agencia Gayosso de Sullivan, para mañana ser incinerados, informó su hijo Carlos, quien definió a su padre como «un hombre de convicción y de acción».
«Nunca paró de trabajar, lo hizo hasta el último instante. Era un apasionado del teatro; estaba pensando en una obra para el próximo año», indica Carlos Obregón Clairin, quien destacó el férreo compromiso político y social de su padre.
«Era un hombre que vivía republicana e incorruptiblemente. Cuando trabajaba en la televisión le pedían que cambiara su visión política y prefirió salir de ese ámbito y mantener su calidad de hombre de vanguardia y lucha».
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