.
La Orquesta Sinfónica Nacional durante el concierto de reapertura del remozado recinto, el pasado 19 de noviembre. Al fondo se observa una parte de la concha acústica que, aseguran trabajadores, representa un grave riesgo (Foto: José Antonio López)
C iudad Juárez, Chihuahua, 14 de diciembre 2010. (RanchoNEWS).- Trabajadores del Palacio de Bellas Artes insisten en que son «graves» los problemas técnicos en el recién remozado teatro, cuyo escenario, aseguran, presenta ya un desnivel, en la parte central, de unos cinco centímetro, debido al tonelaje de la concha acústica. Una nota de Mónica Mateos-Vega para La Jornada:
No obstante, David Alexander, director de la empresa Teletec, encargada de la instalación del nuevo equipo del foro, minimiza las dificultades que se han tenido y asegura que en un par de semanas todo quedará en orden, «para ya dejar al niño a cargo de su mamá».
En charla con La Jornada, Alexander (ingeniero egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México) reconoce que durante el montaje de la nueva mecánica teatral en el máximo recinto cultural del país «hubo gran cantidad de problemas, hay mil anécdotas», pero ninguno de consideración: «en los dos años que trabajamos ahí no salió una sola persona lastimada, seguimos estándares de seguridad muy estrictos».
Pero acepta: «hubiera sido mejor tener un mes más para entregar correctamente el recinto, para jugar con los técnicos y operadores», quienes, a pesar de que «van súper bien», en cuanto al manejo de los mecanismos, todos computarizados, «se atoran a veces y les cuesta trabajo».
Técnicos del Palacio de Bellas Artes, quienes pidieron se omitieran sus nombres por temor a represalias, narraron que el 9 de noviembre, cuando la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) iba a tener su primer ensayo en el teatro ya remozado, se tuvo que cancelar la actividad debido al fuerte olor a solventes, el polvo y el ruido.
Fue entonces cuando, al quitar la concha acústica, uno de sus paneles (que pesa un poco más de una tonelada) se desprendió. También confirman que se rasgó uno de los 42 telones que se usaron para el montaje de la coreografía Onegin, con la Compañía Nacional de Danza, «porque no existe la suficiente distancia entre los bastidores».
Agregan que el foso de la orquesta es prácticamente «una ratonera», pues no se instalaron dos salidas como se había prometido; sigue habiendo sólo una.
El aspecto que más les incomoda es el tiempo que tarda la concha acústica en desplegarse y/o guardarse en el sótano: hora y media. «Eso no garantiza que se puedan llevar a cabo las cuatro funciones dominicales» que acostumbraban ofrecer el Ballet Folclórico Nacional, la OSN y en ocasiones la Compañía Nacional de Ópera.
Se quejan además de que no han recibido capacitación para manejar los equipos nuevos. Son los trabajadores de Teletec los que continúan operando la instalación de la concha acústica, la cual, agregan los trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), «no está diseñada para adecuarse a una orquesta pequeña; lo que han hecho es bajar un plafón, ponerlo vertical, pero queda un hueco en la parte posterior.
«Los equipos de luces han fallado; nosotros hemos tenido que llevar nuestras computadoras personales para sacar adelante las funciones. ¿Ésa es la tecnología de punta en la que se gastaron millones?»
El director de Teletec explica que el escenario del teatro del Palacio de Bellas Artes «está calculado para aguantar muchísimo», y rechaza que exista un declive. Considera que «no todas las producciones requieren que la concha baje al sótano, porque ésta puede colocarse en los llamados desahogos. Es un proceso al que hay que acostumbrarse.
«Si antes (los técnicos) podían hacer algo, ahora podrán; lo que no podían antes, ahora tampoco, es prácticamente lo mismo. Se va a reducir el tiempo: una hora para guardar la concha en el sótano, y 30 minutos para guardarla arriba.»
Teletec tenía planeado entregar la obra en junio de 2010, pero desde mucho tiempo antes de esa fecha, detalla Alexander, se supo que los tiempos se correrían. Si bien ya entregaron formalmente el recinto remozado al INBA, ahora se encuentran trabajando en problemas que cubren las diversas garantías (que son de un año o dos), lo cual es «normal en cualquier obra. Ahora, como el recinto tiene programados espectáculos y trabajan noche y día en los montajes, no nos permiten laborar mucho, pero en cuanto empiecen las vacaciones continuaremos solucionando lo que falte. Lo que sí garantizo es que el teatro del Palacio de Bellas Artes va a ser funcional los siguientes 70 años; ahorita está en un periodo normal de adaptabilidad, pero en enero ya dejaremos al niño a cargo de su mamá y, terminando los periodos de garantía, estaremos ahí dando mantenimiento a los equipos».
El ingeniero Alexander enfatiza que si no se hubiera hecho esa gran intervención en el teatro, habría cerrado al cabo de un par de meses «por inoperativo: estaba al borde de un colapso eléctrico; el riesgo era grave, en tres meses todo se habría quemado. La mayoría de los equipos no funcionaban, por lo que se gastaban millones de pesos al mes en rentarlos. Conozco muchas personas que se hicieron ricas con ello. Ahora tenemos un sistema de 11 plataformas con elevadores, único en el mundo, realizado por ingenieros del Instituto Politécnico Nacional, además de la concha acústica, que es muy especial. Han venido a vernos del Cirque du Soleil para conocer nuestros equipos; de eso es de lo que debemos sentirnos orgullosos», concluyó el director de Teletec.
Los trabajadores del Palacio de Bellas Artes solicitarán que el INBA convoque a la prensa y a las representaciones sindicales para realizar un recorrido y confirmar que la nueva mecánica teatral no constituye un riesgo.
REGRESAR A LA REVISTA