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Visitantes del recinto de Pino Suárez 30, Centro Histórico, durante la apertura de la muestra, que reúne cerca de 350 trabajos de Abel Quezada. (Foto: Yazmín Ortega Cortés.)
C iudad Juárez, Chihuahua, 10 de diciembre 2010. (RanchoNEWS).- Además de mostrar el fino sentido del humor de Abel Quezada, la exposición Códice AQ, inaugurada anteanoche en el Museo de la Ciudad de México, permite apreciar una lectura renovada y fresca de la obra del caricaturista, al tiempo que da cuenta, «tristemente», de la vigencia de sus puntos de vista y sus críticas. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:
Así lo consideró Abel Quezada Rueda, uno de los tres hijos del dibujante, historietista, periodista, cuentista, pintor y muralista nuevoleonés fallecido en 1991, cuyo quehacer ofreció divertidas claves para entender la segunda mitad del siglo XX mexicano.
«Como familia, para nosotros esta muestra representa una gran satisfacción, porque se trata de la primera revisión del trabajo de mi padre después de más de 10 años de su anterior exposición, efectuada en el Museo Tamayo, en 1999», destacó Quezada Rueda, en entrevista posterior a la ceremonia de apertura.
«La de ahora es una visión mucho más fresca, ya con más experiencia para verlo y adaptarlo a lo que es el periodo actual. Todavía pueden releerse los artículos y los cartones de mi padre como si aún estuviera vivo. Creo que le va a gustar mucho a las personas».
Esa frescura y vigencia del trabajo de Abel Quezada no es del todo agradable para su hijo: «Consideramos que es un poco desafortunado, porque demuestra que no hemos cambiado mucho (como país); es decir, que tenemos los mismos problemas y no hemos podido solucionarlos. Me parece importante reflexionar sobre eso. Al releer la obra de mi padre nos damos cuenta de que todavía tenemos buen trecho por cubrir y que hay muchas cosas por componer».
Integrada por alrededor de 350 piezas, entre dibujos, historietas, cartones, pinturas, bocetos y murales, Códice AQ ofrece un panorama completo del trabajo de Abel Quezada, al tiempo que permite percatarse de «la gran envergadura» que tiene su obra, según Quezada Rueda.
Falta mucho por descubrir
Como lo hizo Alfonso Morales, curador de la muestra, en una entrevista publicada en estas páginas (La Jornada, 8/12/10), Abel Quezada Rueda comentó que la mayoría de las piezas exhibidas provienen de la asociación civil con el nombre del creador, varias de las cuales nunca se habían mostrado al público.
Entre esos trabajos, enumeró el caso de Petróleos Mexicanos: una historia en dos murales, pintado para las oficinas generales de Pemex, además de los libros de viajes y los cuadernos personales del autor.
En ese renglón, mencionó asimismo las pinturas que se presentan en la exposición, las cuales sólo habían sido mostradas al público hace muchos años en la Biblioteca de México.
Abel Quezada Rueda destacó que aún queda mucho material de su padre por descubrir y dar a conocer.
«Hemos hecho una importante labor al descubrir y recopilar la mayor parte de la obra, pero vemos que nos falta mucho. Curiosamente, con motivo de esta exposición varias personas conocidas de mi padre se acercaron y nos mostraron cartones u obras que él les obsequió», indicó.
«Es el caso de Jacobo Zabludovsky, quien tenía varias obras originales que nosotros desconocíamos y que incluimos en esta exhibición. Y así ocurrió con muchas otras personas; es algo increíble, porque nos muestra que aún es mucho lo que tenemos por recuperar o registrar y mantener en el acervo».
La exposición Códice AQ, en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro Histórico), concluirá el 3 de abril de 2011. Visitas de martes a domingo, de 10 a 17 horas.
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