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Académicos sindicalizados del INAH, durante la protesta. (Foto: Francisco Olvera)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de julio de 2012. (RanchoNEWS).- Los académicos sindicalizados del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tomaron este martes la entrada y el vestíbulo del Museo Nacional de Antropología y no lo entregarán, dijeron, hasta ser recibidos por el titular de la Secretaría de Educación Pública, José Angel Córdova Villalobos. Una nota de Arturo Jiménez para La Jornada:
Los inconformes demandan se frene la destrucción, mediante proyectos de turismo de espectáculo y obras inadecuadas, de varias zonas arqueológicas y edificios históricos, como en Tzintzuntzan, Michoacán, o el Fuerte de Guadalupe, Puebla, además de su utilización como objetos de lucro y negocio, en detrimento de la investigación, conservación y conocimiento ciudadano de ese patrimonio.
También, los académicos –profesores, investigadores, arqueólogos, restauradores, arquitectos e historiadores, entre otros– exigen la revisión del ejercicio presupuestal del INAH, dirigido por Alfonso de Maria y Campos, durante el periodo 2007-2012, así como el no respeto de la legislación propia, por ejemplo las leyes de Bienes Nacionales, Orgánica del instituto y la federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Al respecto mencionaron ejemplos como el crecimiento de una burocracia desmedida, a la que llamaron un INAH paralelo, que ha sido instalada en el edificio Aristos de la avenida Insurgentes y es sancionada por el Manual General de Organización, así como la no aplicación adecuada de recursos etiquetados, que debieron invertirse en la compra de terrenos de zonas arqueológicas, como Chichén Itzá, Cacaxtla, Monte Albán y Tzintzuntzan.
Recurre instituto a notario público
Durante la mañana de ayer un grupo de funcionarios del área de asuntos jurídicos acudió con los académicos para informarles que el director, De Maria y Campos, quería entrevistarse con ellos, pero le respondieron que no, pues ya en otras ocasiones lo habían hecho e incluso mandado escritos y denunciado diversos casos, sin que los tomara en serio ni resolviera nada.
Ante eso, los abogados del instituto regresaron con el notario público 190 del Distrito Federal, David Dávila Gómez, para que diera fe de que se rechazaba la reunión.
El historiador Felipe Echenique, secretario general de la delegación de académicos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, le repitió los cuestionamientos a la gestión de De Maria y Campos.
El museo fue tomado alrededor de las 8:30 de la mañana sin resistencia del cuerpo de vigilancia, se bloqueó la taquilla y se dejó pasar gratis al público –entre ellos varios grupos de niños de primaria–. También se montó la exposición En defensa del INAH y de los bienes arqueológicos e históricos de la nación, con fotografías ampliadas sobre distintos casos de afectación.
Entre estos se encuentran la colocación de un techo y la construcción de un segundo piso para una cafetería en los fuertes de Guadalupe y Loreto, en Puebla; la construcción de un nuevo museo sobre una plataforma prehispánica, para lo cual fue destruida, en Tzintzuntzan, Michoacán; y la demolición de seis inmuebles históricos en Hidalgo del Parral, Chihuahua.
Otros sitios afectados por proyectos y obras de las propias autoridades del INAH y documentados en la exposición son el fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz; el Acueducto del Padre Tembleque, en Hidalgo; la presa El Zapotillo, en Temacapulín, Jalisco; el Templo de San Fernando, en Guaymas, Sonora; dos conventos de los siglos XVI y XVIII, en la Mixteca oaxaqueña; y la Alameda Central, en la ciudad de México.
En la explanada del Museo Nacional de Antropología fue colocada una carpa en la que Echenique y los arqueólogos Arturo Oliveros y Efraín Cárdenas leyeron y comentaron diversos documentos ante la prensa, académicos y parte del público que llegaba de visita. Junto a ellos se encontraba la destacada arqueóloga Beatriz Tita Braniff (1925).
De Maria, actuación ignominiosa
Uno de ellos, Memorial de agravios, señala que se trata de «un recuento de la actuación ignominiosa de Alfonso de Maria y Campos Castelló y sus allegados, que construyeron ‘otro INAH’, paralelo al INAH de los trabajadores, el que ha luchado por mantener vigentes los principios y vocación social con que fue creado en 1939.
«Este es el INAH histórico, que pretende ser anulado y desaparecido por el INAH de los funcionarios, mediante la imposición de una estructura paralela fuera de toda norma que se manifiesta de cuerpo entero en su pesada y costosa burocracia central».
Echenique recordó que las irregularidades en torno a la protección del patrimonio cultural e histórico comenzaron a acentuarse durante el sexenio de Carlos Salinas y la gestión en el INAH de Teresa Franco.
Aclaró que nunca se había atentado de modo tan agresivo contra ese patrimonio ni contra el instituto y sus funciones sustantivas (investigación, docencia, conservación y difusión) como en la gestión de Alfonso de Maria y Campos.
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