.
Obra de la artista Amor Muñoz incluida en la exposición . (Foto: Cortesía del recinto)
C iudad Juárez, Chihuahua. 19 de julio de 2012. (RanchoNEWS).- La estampa no es una disciplina artística muerta ni estática, señala Octavio Fernández Barrios, director del Museo Nacional de la Estampa (Munae) a propósito de la exposición Mnemografías: entre la superficie y la memoria, que hoy se inaugura en ese recinto. Una nota de Mónica Mateos-Vega para La Jornada:
La muestra tiene como hilo conductor la exploración y la experimentación con esa técnica pictórica que sigue siendo vital, fuerte y expresiva. Vamos a ampliar nociones y conceptos en torno a la estampa, asegura el especialista.
Se trata de un proyecto al cual se invitó a 13 artistas que crearon obras ex profeso para el Munae, cuyas paredes y espacios se convirtieron en el lienzo donde dieron rienda suelta a la imaginación Minerva Cuevas, Tania Candiani, Ale de la Puente, Sofía Táboas, Patricia Soriano, Georgina Bringas, Amor Muñoz, Tamara Ibarra, Diana Vega, Claudia Fernández, Lorena Mal, Melanie Smith y Bela Gold.
Interacción con el espectador
El resultado es un puñado de piezas «híbridas, que renuevan los códigos de representación, las cuales, entendidas desde una perspectiva de género, plantean una nueva forma de conocer la realidad social», explica Fernández Barrios en entrevista con La Jornada.
A partir de lo femenino, añade, las 13 piezas también plasman la mitología personal de las distintas generaciones de mujeres artistas: «cada una aborda y resuelve su propuesta con la incorporación de nuevas tecnologías. El resultado es una colección de piezas transgresoras de las fronteras tradicionales de la estampa, por ejemplo, pero que tienen que ver con la memoria, aunque todas parten de lugares muy distintos, pero hay un acercamiento muy profundo y sutil a esos procesos que conforman, sobre todo, la identidad».
Visualmente divergentes, el público podrá apreciar tanto la memoria de quienes fueron callados en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, como experiencias lúdicas para construir memoria a futuro.
Por ejemplo, dice el director del museo, «Amor Muñoz, conocida por sus textiles interactivos, ahora utiliza tecnología experimental muy de punta, tintas conductivas que generan impulsos eléctricos perceptibles visual y auditivamente. Por su parte, Tamara Ibarra realizó un muro que generó vestigios, es decir, se levantó, luego se retiró pero quedaron las huellas de los lugares donde estuvo. La obra de Sofía Táboas, la cual es muy poética, pues utiliza un patrón en la sala, donde hay una una retícula que la lleva a imprimir en la zona con papel de china, y Ale de la Puente genera paisajes a partir de imprimir volumen en una sal muy especial».
Todas las obras, detalla el director del Munae, siguen los principios básicos de la estampa: la reproductibilidad del original, que se trabaje sobre una matriz la cual se estampa en un soporte y que deje un registro. Esas nociones, por supuesto, trascienden las prácticas tradicionales.
En algunas piezas se invitará al espectador a tener una interacción, no solo material, sobre todo intelectual.
En la inauguración, los invitados podrán, inclusive, intervenir la pieza de Patricia Soriano, un paisaje en serigrafía autoadherible, que crecerá en función de la voluntad del público.
«Durante el recorrido, el espectador podrá reconocerse en la memoria de cada artista a través de sombras impresas, las marcas que deja el tiempo y la distancia, los trazos virtuales, la estampa vivencial, el bastidor como herramienta política, las huellas como estampa, el circuito electrónico, entre otras, que le permitan redescubrir la vitalidad de la impronta y su inserción en la sociedad actual», concluye.
La inauguración de la muestra colectiva Mnemografías: entre la superficie y la memoria se realiza hoy a las 19:30 horas y permanecerá abierta a todo el público, de martes a domingo, de 10 a 18 horas en el Museo Nacional de la Estampa (avenida Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, Centro Histórico).
REGRESAR A LA REVISTA