Rancho Las Voces: Artes Plásticas / México: «Miradas comparadas en los virreinatos de América. México y Perú»
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

viernes, julio 13, 2012

Artes Plásticas / México: «Miradas comparadas en los virreinatos de América. México y Perú»

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La exposición está integrada por 170 piezas, provenientes de museos, así como de colecciones privadas de países como EU, Perú, Chile, España, Francia y México. (Foto: Ariel Ojeda )

C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de julio de 2012. (RanchoNEWS).- México y Perú tuvieron distintas formas de ilustrar el nuevo orden social tras la implantación del gobierno español. Mientras que en Perú, para retratar la vida cotidiana y la abundancia en el Nuevo Mundo se recurrían a colores y formas exageradas que daban al cuadro un sentido más fantástico, en la Nueva España los cuadros de castas retrataban escenas más cotidianas, por ejemplo, de indígenas vendiendo en las calles. Una nota de Abida Ventura para El Universal:

Pero por más bellos y llamativos que resultaran estas pinturas, que en la época funcionaron como postales para dar a conocer en Europa la vida cotidiana y la nueva sociedad naciente en el Nuevo Mundo, no dejaban de tener mensajes que demostraban el mestizaje racial, siempre poniendo por encima a la cultura europea.

Ésta es la lectura que ofrece una serie de cuadros que ilustran la riqueza natural y multicultural de los dos principales virreinatos de la Corona española, que se exhiben en la muestra Miradas comparadas en los virreinatos de América. México y Perú, que hoy abre sus puertas al público en el Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec.

«Lo que siempre desconcierta a la gente es que los cuadros son bellos, que la gente está vestida con indumentaria rica, hay como una gran colección de frutos de la tierra, con elementos locales. Pero cuando uno va revisando los cuadros, algunos salpicados de géneros fantásticos, el meollo de este conjunto de cuadros es que las inscripciones están narrando una historia de mestizaje racial», comenta Ilona Katzew, curadora de esta exposición compuesta por 170 piezas que abarcan los siglos XV al XIX, incluida una selección de piezas prehispánicas, procedentes de museos de Estados Unidos, Perú, Chile, España, Francia y México, como el Nacional de Antropología y el Templo Mayor.

Katzew comenta que esa forma de transmitir la jerarquía social se hace menos evidente en el arte desarrollado en Perú, ya que a diferencia de los cuadros de castas creados en la Nueva España, los retratos de los habitantes indígenas o españoles del virreinato peruano presentan diferentes tipos sociales yuxtapuestos, no las mezclas raciales. Así lo muestra una serie de cuadros que exhiben tanto a indígenas como a españoles de Quito, Ecuador, con trajes típicos y resaltando la abundancia de los frutos de la región.

Sin embargo, no dejan de poner por encima de la indígena a la cultura europea. «En mi opinión es que este tipo de exageración pictórica tiene que ver con muchas nociones europeas que decían que veían al Nuevo Mundo de una forma peyorativa, creían que era el último continente en descubrirse, que era un lugar donde la gente y los frutos se desarrollaban muy rápidamente y se marchitaban con mucha premura. Decían ‘hay frutos impresionantes, mucho lujo y mucha ostentación pero todo decae’. Se decía que el talento de las personas se marchitaba a los 40 años», comenta Katzew.

La jefa del Departamento de Arte Latinoamericano del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) dice que el mensaje de la jerarquización racial en la pintura virreinal se hizo más evidente en la Nueva España, en donde se desarrolló el género pictórico de los cuadros de castas.

«Los cuadros te cuentan la historia de quién está arriba y quien está abajo, pero por otro lado están ataviados con tanto lujo que parece que es una sociedad multiétnica, están todos muy bien vestidos, pero cuando ves las inscripciones de las mezclas y te fijas en los elementos que portan, te desconcierta mucho», comenta la especialista mientras muestra un cuadro de castas, en donde el personaje español porta una espada y una capa, elementos que en esa época sólo eran permitidos para las personas de alto rango.

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