.
Cuadro con un arquero. De Vasily Kandinsky. (Foto: Cortesía Palacio de Bellas Artes)
C iudad Juárez, Chihuahua. 4 de julio de 2012. (RanchoNEWS).- Lo que pasaba en el arte en Europa un siglo atrás se relata en la exposición Expresionismo alemán: el impulso gráfico. Son 249 pinturas, grabados, dibujos, libros y obras en papel de la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), recinto que las exhibió en 2011; México es la primera escala a donde se llevan, luego estarán en Houston y Carolina del Norte. Una nota de Sonia Sierra para El Universal:
Es una exposición singular, que no hay que dejar de ver, espejo de uno de los movimientos más importantes del arte en el siglo pasado; es la ocasión de estar frente a los grandes representantes de ese ismo y algunas de sus magníficas creaciones. Hay cuadros en distintos formatos de Otto Dix, Egon Schiele, Vasily Kandinsky, Max Beckmann, George Grosz, Erich Heckel, Ernst Ludwig Kirchner y Emil Nolde entre otros.
Nacido a partir de la necesidad de los artistas de expresar sus emociones, sentimientos o ideas a través de la materia, y caracterizado por una experimentación hasta entonces inédita de la gráfica, el Expresionismo hizo eco de muchas de las ideas del nuevo siglo al tiempo que sus representantes observaron, participaron, representaron, se dolieron, padecieron y exorcisaron los efectos de la I Guerra Mundial en su arte.
En las salas del primer piso de Bellas Artes las obras se han distribuido en núcleos que conducen por las etapas, grupos y el contexto sociopolítico del movimiento; estos núcleos son: el Puente (Die Brücke), Jinete Azul (Der Blaue Reiter ), Expresionismo Austriaco, Desarrollo del Expresionismo, Guerra, Sociedad de Posguerra, Política de Posguerra. La puesta en México es muy similar a la de NY, aunque acá se presenta un número menor de óleos y grabados, y no se trajeron esculturas.
Una estética radical
La curadora de la exposición, Starr Figura, curadora asociada del Departamento de Gráfica y Libros Ilustrados del MoMA, explicó en conferencia que «los artistas involucrados eran escultores y pintores que utilizaban el grabado con el tipo de dedicación y fervor inédito en la historia del arte, y a través del grabado pudieron adelantar esta estética tan radical para diseminar y divulgar sus imágenes e ideas de manera amplia».
La exhibición abarca desde el surgimiento del movimiento en ciudades como Dresde, Múnich y Viena, y luego su paso hacia Berlín. De entrada refleja cómo el Expresionismo nació a partir de Die Brüecke (El puente), en medio de un entusiasmo por el nuevo futuro que se plasmó en escenas de bailes, llenas de color. Luego abunda en el interés por las formas abstractas y los colores prismáticos en artistas como el ruso Vasily Kandinsky y en esa idea que alentaba a estos artistas de acabar con el materialismo de la época. Se presenta después la experiencia seductora y sórdida de la vida moderna, los peligros de la nueva ciudad, un ejemplo está en Metrópoli de Grosz.
Y fue entonces cuando llegó la I Guerra Mundial, en 1914, y muchos de estos artistas fueron llamados a enlistarse en el ejército, o participaron como médicos voluntarios. Un primer cambio está en los colores; ya no están esos tonos festivos sino la contundencia del blanco y negro.
En portafolios y obras individuales las secuelas son evidentes: se exhiben aquí 50 de los grabados del portafolio La guerra, de Otto Dix, con algunas de las obras más impactantes en la historia del arte, en torno de la guerra, donde hay cuerpos moribundos, calaveras, trincheras, gritos, devastación, explosiones, gas.
En esos años casi todos ellos crearon obras que como Goya en su momento, mostraban los «desastres de la guerra»: Grosz satirizó a los soldados alemanes, Beckman representó el drama en La granada y la pintora Käthe Kollwitz se ocupó del dolor de las viudas, las madres, del suyo.
En las últimas salas, las obras no dejan de abordar la guerra, pero los artistas vuelven a ocuparse de esa sociedad urbana, de la noche, de los amantes. Hay exploraciones como la de Dix con la Nueva Objetividad.
«Estos son los artistas más representativos del Expresionismo, los protagonistas, los que influyeron, los que tuvieron que ver», destacó Mariana González Correa, quien coordinó en Bellas Artes la exhibición, que permanecerá hasta el 2 de septiembre. De forma paralela habrá pláticas, cursos, talleres, cine y visitas guiadas. El jueves a las 19 horas, Starr Figura dará una plática sobre la muestra.
REGRESAR A LA REVISTA