.
Norman Foster en un momento del montaje en el Carré d'Art, en Nimes. (Foto: El Cultural)
C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de mayo de 2013. (RanchoNEWS).- El arquitecto ejerce de comisario por primera vez con motivo de la exposición que celebra los 20 años del Carré d'Art de Nimes. Moving. Norman Foster on Art podrá verse hasta el 15 de septiembre. Una nota de Paula Achiaga para El Cultural:
En 1993, Norman Foster (Manchester, 1935) inauguraba uno de sus más míticos edificios en el sur de Francia. Mirando de frente al templo romano de la ciudad, conocido como Maison Carrée, un enorme cubo de cristal entabla un curioso diálogo con el edificio de mármol que mandó construir el emperador Augusto en el año 16 a.C. Pensado para el arte y como moderna biblioteca y mediateca, en sus salas hemos asistido durante estas dos décadas a las exposiciones de artistas como Juan Muñoz, Gerhard Richter, Thomas Struth y John Baldessari. Hoy, veinte años después, el mismo Norman Foster que trabajo durante nueve en el diseño de este museo, ha vuelto para comisariar la exposición del aniversario.
«Es una experiencia única para un arquitecto –ha dicho Foster en la presentación– adoptar el nuevo rol del comisario exactamente en el mismo lugar que un día creo. He sido libre para elegir lo que he querido y establecer cualquier conexión visual». Así, la exposición Moving. Norman Foster on Art sigue los caprichos de un gran coleccionista y muestra desde obras de históricos como Alexandre Calder o Henry Moore, a piezas contemporáneas de artistas como Philippe Decrauzat, Luisa Lambri o Los Carpinteros. Entre las seleccionadas se mezclan además las procedentes de la colección del Carré con otras que Foster ha elegido de distintas instituciones.
«En casa, si ponemos una obra abstracta del joven alemán Daniel Lergon junto a una escultura de Alberto Giacometti , junto a un retrato de Francis Picabia, no tenemos que dar ninguna explicación a nadie. Pues bien, esta exposición sigue esa misma regla, o mejor dicho, esa ausencia de reglas. Espero que el espectador sienta el mismo placer antes estos artistas que el que hemos sentido yo y mi familia», explica el arquitecto. Y es que si algo tienen en común las piezas de la colección es que todas han sido realizadas por artistas por los que los Foster sienten especial atracción, los han coleccionado incluso, en el caso de los más jóvenes, apoyado en sus carreras.
La exposición hace que las obras pasen del espacio privado al museístico ocupando dos plantas del museo de arte contemporáneo de Nimes así como espacios no habituales para el arte, como la entrada o las escaleras en una suerte de diálogo intenso entre obras de arte y arquitectura.
Y al igual que en su colección particular, el fuerte acento español de Elena Foster se escucha también en esta exposición. Juan Muñoz, Juan Asensio, Miquel Barceló, Equipo 57, Lluís Hortalà, Prudencio Irazabal, Íñigo Manglano-Ovalle están aquí presentes. También hay piezas creadas específicamente para la ocasión, como la realizada por el norteamericano Bill Fontana, la de Olafur Eliasson o la monumental instalación del brasileño Nuno Ramos.
La escultura Formes uniques de continuité dans l'espace de Umberto Boccioni es una de las piezas paradigmáticas de la muestra: la pasión de los futuristas por la vitalidad y el movimiento (que da nombre a la exposición) es uno de los pilares del arte para Foster. También lo son las formas geométricas (como en ese poliedro, Sin título (Wooden Ball) de Ai Weiwei) y la abstracción (Giacometti, Josephsohn).
En definitiva, una exposición que nos permite entrar en el pensamiento de uno de los grandes arquitectos contemporáneos que se alimenta de las propuestas artísticas del Arte Moderno así como de la creación más emergente.
REGRESAR A LA REVISTA