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Vista aérea de Berliner Liste, una de las ferias de arte emergente que se celebran en Berlín. (Foto: P. A.)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 16 de octubre de 2013. (RanchoNEWS).- Os invitamos a un «opening» muy especial. Nos vamos a la capital alemana, «big bang» del arte y el diseño joven en Europa, para descubrir el talento que allí desarrollan centenares de creadores españoles. Hablamos con tres de ellos –Eli Cortiñas, Alba Prat y el Colectivo Dreiecke–, muestras representativas de lo que allí pasa. Y os damos un mapa de pistas muy prácticas y concretas, para que los españoles que desembarquen en la ciudad del Muro puedan abrirse camino y sacar adelante sus ideas, se escribe en la revista El Asombrario & Co. para introducir el siguiente texto de Paco Arteaga:
Los soñadores siempre tienden a instalarse en una gran ciudad. Y parece que la capital alemana les sigue pareciendo muy atractiva. El futuro está fuera de España. Que Berlín ha hecho del arte su propia industria y ventaja comparativa única es algo que a pocos pilla a estas alturas desprevenidos. Tiende a creerse que Berlín es una ciudad accesible, que la calidad de vida es superior a la de otras urbes europeas y que los precios de los pisos o de los talleres para artistas son todavía amplios y asequibles. Incluso han definido un fenómeno que se ajusta al perfil de la ciudad: «Art gain» proclama que la cantidad de artistas ya asentados aquí anima a otros a instalarse, lo que incide en la energía y el impacto creativos de la ciudad, sin que nadie parezca temer en serio una inminente saturación que hasta podría parecer evidente. Un aspecto obvio, que por cierto elude, es el de la gentrificación, esa palabra convertida en trend topic que en los últimos tiempos todo el mundo ha decidido incluir en su vocabulario y que provoca el cierre de centros de arte míticos, como ya ocurriera con Tacheles, e imposibilita el acceso de artistas a espacios óptimos de creación.
Otro mito que convendría erradicar: creer que el idioma no supondrá una barrera, ya que todos los artistas se comunican en inglés, es una de las mayores falacias. Los trámites oficiales, la burocracia alemana y el entramado de relaciones profesionales son tan duros y complicados como los de cualquier otro país. No obstante, no son pocos los que aquí encuentran el ambiente propicio en el que desarrollarse.
El arte, los museos y las galerías continúan conformando una de las grandes atracciones indudables en una metrópoli donde los ingenuos embobados por una suerte de perenne optimismo todavía creen en el magnetismo de una escena artística libre, que floreció tras la caída del muro, decayó a principios de milenio hasta derivar en los últimos años en un panorama hostil de disputas entre lobbys, distintas ferias de arte y ligas rivales entre galerías. No es jauja –ni cierto– todo lo que cuentan los medios de comunicación. En cualquier caso, es aquí donde grandes artistas internacionales tienen atelier y –con suerte– representación en una de las 400 galerías privadas que hay desperdigadas por la ciudad.
Considerada imán y epicentro de la producción artística de Europa –y casi del mundo–, aquí la historia contemporánea latente coexiste con un caudal de cultura, tradición y experimentación que sigue cautivando a los migrantes españoles. El objetivo de las muestras organizadas por la embajada de España en Berlín en 2011 (Destino Berlín, comisariada por Creixell Espilla-Gilart) y 2012 (Circuito Berlín 012, comisariada por Marisa Maza) era dar a conocer la diversidad de la producción artística española desplegada en la ciudad desde principios del siglo XXI.
Y así conformaron el inicio de una programación cultural cuyo fin era brindar apoyo a los artistas españoles asentados en Berlín, cuya labor continúa en noviembre de 2013 con una exposición colectiva en torno al cine, comisariada por Cristina Navarro. Esta institución –desde donde se apoya la difusión de las actividades artísticas en las que participan españoles afincados en Alemania– estima que hay unos 200 artistas españoles oficialmente registrados en Berlín, sin contar a los que están de paso. Cifras sin contrastar indican que se trata de muchísimos más. Fijémonos en tres casos, que nos parecen representativos de todo ese magma de creatividad.
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Eli Cortiñas, video-artista. (Foto: P. A.)
Eli Cortiñas aterrizó en Alemania en 1995. «Decidí emigrar lo más lejos que en ese momento me apareció en el mapa». Desde que llegó, ha desarrollado su trayectoria artística combinando un sinfín de becas, premios y estudios en Colonia y Dinamarca. Esta videoartista canaria afincada en Berlín trabaja casi exclusivamente con metraje existente que compra en e-Bay o que extrae de películas míticas de los sesenta y setenta de directores como Buñuel o Truffaut. Sus obras desafían la memoria cinematográfica, creando un universo visual que descompone narrativas preexistentes hasta crear un nuevo significado cargado de simbología. Su interés se aleja del cine como fenómeno del entretenimiento para ahondar en su dimensión existencial. A través de un laborioso trabajo de reedición, crea su propio lenguaje visual en el que prima la identidad femenina que ella misma disemina a partir de los arquetipos que inundan el cine.
«Alemania ha sido realmente una gran oportunidad para mí». Acceder económicamente a su formación en Canarias habría sido complicado. Por ello se siente agradecida y afortunada de haber tomado la decisión un tanto «alocada» de instalarse aquí. «Los comienzos fueron difíciles; años de mucha lucha y carencias. Por suerte, amo los idiomas y aprendí alemán con facilidad. Es fundamental saber moverte perfectamente en la lengua de este país para relacionarse, pero también para que te respeten y dejen de ver en ti el estereotipo de emigrante del sur». Eli cuenta con galeristas en Berlín, Bruselas y Londres. Entre sus últimos proyectos venideros destacan su participación en una exposición colectiva en el Museo Marta Herford (Renania del Norte-Westfalia), y otra solo exhibition en el Museo de Arte Contemporáneo de Budapest.
Para Cortiñas, quien no pasa por alto la gentrificiación y la dificultad que los artistas hoy tienen para acceder a talleres asequibles donde crear, lo fundamental en la escena de Berlín es mantener un juicio muy claro y agudo, debido a la gran cantidad de arte que se produce aquí. «Hay que reconsiderar continuamente su propia posición, y ser, si se puede, aun más exigente con la calidad de tu propio trabajo, pero también con la elección de plataformas de exposición». Fundamental es no albergar grandes expectativas en cuanto a esta ciudad y su mundo del arte, «ya que Berlín es, a pesar de las apariencias, una ciudad muy dura que te deja muy claro que no ha estado precisamente esperándote».
A pesar de todo, tiene una energía muy relajada para vivir y crear, admite. Después de muchos años de esfuerzo y perseverancia, Eli Cortiñas vive un momento dulce en su carrera: acaba de recibir la prestigiosa beca alemana que le permitirá residir un año en la Villa Massimo de Roma. «Es una oportunidad increíble y un impulso enorme –no solo económico– para mi carrera». En Berlín la retiene actualmente el sistema de exposición e instituciones que a su parecer todavía funciona, al cual no es fácil acceder, «pero cuando entras en él te abre muchas posibilidades de confrontar el espacio con tu propia obra».
Alba Prat, diseñadora de moda
A estas alturas, ¿quién no conoce a Alba Prat? La cobertura mediática que ha recopilado durante su etapa de estudiante de diseño de moda en la UdK (Universidad de las Artes de Berlín), ya la querrían para sí muchos diseñadores españoles consagrados. Vogue (Francia e Italia), Neo 2, El País, El Mundo, Dazed & Confused, Berliner Zeitung, Wad Magazine… También ha ganado diversos premios de diseño, entre ellos el del público de los H&M Design Awards 2013. Su humildad es proporcional a su talento. Su concepción del diseño de moda se asemeja a la arquitectura.
Alba Prat se instaló hace siete años en Berlín. Barcelona se le empezaba a quedar pequeña y, tras visitar la capital alemana en dos ocasiones, se dio cuenta de que era una ciudad donde valía la pena empezar de cero. «Además, aquí se podía estudiar diseño de moda en diversas escuelas y universidades a unos costes razonables, cosa que no pasaba en Barcelona». La ciudad también le fascinó por su cultura de club y la música electrónica, «un mundo que descubrí en Barcelona, pero que se desarrolló en Berlín».
Vivir en una ciudad del norte de Europa ha influido bastante en su manera de trabajar y en la estética de sus diseños andróginos, marcados por un aura fría y minimalista (en apariencia simples, aunque cargados de complejidad y detalles casi imperceptibles). «Los largos y duros inviernos facilitan la concentración en el trabajo y, por suerte, las primaveras y veranos aquí ayudan a no caer en una depresión». Estudiar en una universidad alemana también ha incidido en su forma de ser y de pensar: «Los alemanes son muy analíticos». Tampoco oculta que los principios fueron muy duros: «Aunque superé el examen de alemán que se requiere para ser admitido en la universidad, no entendía casi nada en clase o en las conversaciones con mis compañeros».
Si bien no puede hacer grandes comparaciones, ya que se fue de España hace mucho, estima que a la hora de crear una marca propia, Berlín es una ciudad que ofrece más facilidades, «sobre todo por sus precios y ayudas». Alba Prat ha finalizado su carrera recientemente; es ahora cuando se ha dado cuenta de que en Berlín apenas existe una moda emergente, «pero todavía no está tan establecida como en las grandes capitales de la moda». Por ello ha decidido ampliar su experiencia en Londres, «una ciudad con mucha más trayectoria y carácter profesional en el mundo de la moda».
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Maie Escorial. (Foto: Maite Pons)
Colectivo Dreiecke
Tres artistas españoles componen el colectivo Dreiecke, fundado en 2008. Maie Escorial, Rubén González y Elena García (ganadora del premio Generación 2011 Caja Madrid) se conocieron en distintos momentos de su vida en Madrid (de donde proceden) para reencontrarse en Berlín en 2007. Aquí decidieron emprender este proyecto juntos. No obstante, cada uno desarrolla paralelamente su carrera en solitario; Maie Escorial además es cofundadora de Berlín Amateurs (www.berlinamateurs.com), guía de ocio y cultura de Berlín en español, referente en la ciudad, donde también se ocupa del diseño y gestión de contenidos de la página web. «Mudarnos aquí no tuvo nada que ver con la crisis», explica Maie. A ella le dieron una beca de nueve meses, mientras que Rubén y Elena decidieron instalarse porque su círculo de amigos de Madrid vinculado a la facultad de Bellas Artes residía casi al completo en Berlín. «Y por cambiar de escenario; Madrid empezaba a estar imposible».
La idea de fundar un colectivo surgió con el fin de aprovechar esa facilidad de exponer que ofrece Berlín, «las cosas fueron viniendo por sí solas». Consiguieron uniformar el estilo de los tres, que se fue fraguando a través de los distintos proyectos en los que han participado. Las obras de Dreiecke están estrechamente asociadas a ubicaciones específicas, creando nuevas conexiones entre el espacio real y su representación. Los tres admiten que Berlín les ha traído aire fresco, «un nuevo paisaje y una nueva forma de enfocar el trabajo artístico». Consideran que la ciudad cuenta con más posibilidades a la hora de exponer y mostrar sus creaciones, «pero al mismo tiempo, en la ciudad hay tanto de todo, que se pierde un poco de visibilidad, al menos fuera de los circuitos que normalmente se frecuentan».
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María Muñoz de espaldas frente al cuadro de Kippenberger en el Hamburger Bahnhof.(Foto: P. A.)
Presencia creativa española en Berlín
Las propuestas artísticas llevadas a cabo por españoles en Berlín continúan surgiendo sin cesar: ESDIP, coworking space y galería de arte –perteneciente a la Escuela Superior de Dibujo Profesional de Madrid–, que dirige la diseñadora gráfica madrileña María Luján; el festival internacional de cine español; In-Edit Berlín, festival de documentales musicales; Art Connect Berlín (ACB), espacio para la conexión entre la comunidad creativa de Berlín fundado y dirigido por la catalana Julia Mari Bernaus, en el que también se organizan algunas exposiciones y talleres durante el año; Berlín con mucho arte/Kleiner Salon, que se autodefine como una sala de proyectos artísticos y culturales –cogestionado, entre otros, por Ricardo de Larrea–, un proyecto sin ánimo de lucro cuya misión es ayudar a artistas jóvenes emergentes de cualquier ámbito que quieran realizar un proyecto interesante en Berlín.
Tampoco es escaso el número de españoles que intervienen en proyectos creativos. Es el caso de María Muñoz, gestora cultural involucrada en la organización de Berliner Liste, una de las tres ferias de arte que se celebran cada septiembre en Berlín; o Asier Agiriano, estilista que ha participado en los desfiles off de la Berlin Fashion Week o en la feria magna street wear Bread & Butter.
Además de las carreras que estos profesionales iniciaron o todavía desarrollan en Berlín, otras iniciativas vinculadas a la gestión cultural llevadas a cabo por españoles como Maru Carranza (promotora de Contemporanean Art Curator, galería virtual fundada en 2010 con vocación de red social, una plataforma abierta que fomenta el desarrollo y la ejecución de proyectos artísticos e incentiva la relación entre artistas, comisarios y público), Auriga.co (plataforma online y red de contactos entre profesionales del arte –coleccionistas, instituciones, críticos, comisarios, artistas– creada por Ana Sánchez de Vivar y centrada en las relaciones con galerías e instituciones, que concibe y pone en marcha proyectos de comisariado, editoriales y/o multimedia, de forma online o en espacios físicos), o galerías de arte como Pantocrator, Manzoni Schäper, 3 punts o Invaliden 1, también gestionadas y dirigidas por españoles, son indicadores constatados de que, a pesar de los obstáculos, la presencia creativa española es palpable en la ciudad.
EL ASOMBRARIO & Co.
Revista cultural online creada por Manuel Cuéllar. Desde el 12/12/2012.
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