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Vista de la exposición La belleza llegará después…, de Boris Viskin. (Foto: Eduardo Jiménez)
C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de marzo de 2016. (RanchoNEWS).-Como parte del programa de exposiciones del Museo de Arte Moderno, que busca analizar los fenómenos de cambio en las artes visuales en México en la década de los ochenta y noventa, se presenta La belleza llegará después…, de Boris Viskin, conformada por ocho esculturas, tres instalaciones y 30 obras a muro, entre pinturas, ensamblajes en relieve y técnicas mixtas. A la muestra anteceden exhibiciones de Roberto Turnbull y Germán Venegas. Sandra Sánchez reporta desde la Ciudad de México para Excélsior.
La pieza con la que abre la exposición se titula Veracruz y es un comentario a la violencia que el estado presenta. La obra consiste en un ensamblaje de puertas con manchas de óleo rojo en distintos puntos de la superficie. Viskin decidió realizar esa pintura a partir de visitar la exposición Duelo, de Francisco Toledo, que se presenta en la sala del segundo piso del Museo de Arte Moderno.
Sobre el título de la muestra, Viskin comenta que no se trata de una aproximación a la belleza clásica, sino a una belleza aderezada con humor. «La belleza no era la cosa primordial pero llega, a pesar de lo burdo de los materiales, a pesar del concepto de la literatura o de la historia involucrada. Espero que esa belleza llegue también a ustedes y que la disfruten», comenta.
Iñaki Herranz, curador de la muestra, explica que las obras comprenden el periodo de madurez del artista, realizadas durante los últimos quince años. Por lo tanto, la exposición no es una retrospectiva, su ensamblaje consistió en ver las coincidencias materiales y temáticas de las piezas, generando un recorrido que se enhebra a partir del color, de las referencias a la historia del arte y la literatura, así como a la inserción de elementos al lienzo que van más allá del pigmento.
«Boris es un artista sumamente culto, para él la historia del arte y figuras protagónicas de la cultura representan una influencia directa. Sin embargo, no cae ni en la paráfrasis ni en el pastiche, sino en la actualización de lenguaje que puede ser entendido como homenajes, a veces con una cierta carga de provocación ligera», comenta el curador.
Entre las piezas hay referencias a Marguerite Duras, a Alain Resnais, a Platón, a Heidegger, a José Guadalupe Posada y a Piero della Francesca. También hay comentarios a periodos del arte como el constructivismo y el arte conceptual. Lo heterodoxo de los referentes evidencia que más allá de que el artista se coloque como heredero de una tradición, va tomando de la historia lo que cree pertinente para sus obras.
Para entender las conversaciones que Viskin propone con sus referentes es importante mirar los títulos de las piezas, los cuales fueron puestos por el artista con la intención de hacer comentarios a lo presentado. También se encuentran, debajo de la ficha técnica, pequeñas crónicas sobre el momento y la situación que dio origen a la obra.
Herranz comenta que la exposición, si bien está cargada de humor, también requiere una apreciación particular. «Las obras necesitan un ejercicio de contemplación para ver la belleza que emana de ellas».
¿Dónde verlas?
- La belleza llegará después… se exhibe hasta el 14 de agosto en el Museo de Arte Moderno (Paseo de la Reforma s/n, Bosque de Chapultepec).
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