Los manuscritos datan de finales del siglo XVI y son Las memorias de Luis de Carvajal. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de marzo de 2017. (RanchoNEWS).- El próximo 4 de abril se expondrán en el Museo Memoria y Tolerancia tres manuscritos novohispanos que fueron robados del Archivo General de la Nación (AGN) hace 85 años y que el año pasado el gobierno mexicano inició la negociación para recuperar dicho patrimonio. Estos manuscritos fueron escritos a finales del siglo XVI por Luis de Carvajal, quien narra su vida en la Nueva España y su devoción al judaísmo, creencia por la cual fue sentenciado a muerte por la Santa Inquisición. Reyna Paz Avendaño reporta para Crónica.
«En 2016 se acercó al consulado de México en Nueva York, el filántropo Leonard L. Milberg, quien dio aviso de que estaban por subastarse en la librería y casa de subastas Swan (por 75 mil dólares) estos tres documentos», explicó Luis Cacho, encargado de asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura federal.
Cacho también destacó que este coleccionista estadunidense fue quien realizó la donación de los documentos, tras la compra fuera de subasta y con la condición de que antes de ser regresados a México, éstos se exhibieran en el Museo de la Sociedad Histórica de Nueva York.
Fue así que el gobierno mexicano recibió la donación a través de un acta de entrega-recepción, el pasado 21 de marzo en la Cancillería en la Ciudad de México y que en palabras del investigador Baltazar Brito, son documentos que forman parte de los juicios inquisitoriales más importantes en los 300 años de vida novohispana, ya que además de Luis de Carvajal, otras 120 personas fueron condenadas a la hoguera, sólo por tener ascendencia judía.
¿Quién y cómo fueron robados estos escritos? y ¿qué contienen?, son preguntas que durante el anuncio de la recuperación, Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), respondió.
«En junio 1932 Jacobo Nachbin, quien trabajaba en la Northwestern University, en Illinois, visitó nuestro país para dictar algunas conferencias de historia en la Universidad Nacional Autónoma de México y por recomendación de autoridades mexicanas, Nachbin acudió al Archivo General de la Nación (AGN) a revisar los expedientes de la Santa Inquisición, en especial, los procesos de la familia Carvajal. Pero una persona del archivo se percató de que al volumen concerniente a Luis de Carvajal le faltaban algunos documentos», dijo.
Los faltantes eran las cartas que escribió Carvajal a sus familiares mientras estaban en prisión, una copia de los diez mandamientos, así como un cuadernillo con letra muy pequeña en donde Luis de Carvajal, o El Mozo, consignó los hechos de su vida.
«Lo anterior motivó a que Nachbin fuera presentado como sospechoso ante las autoridades judiciales en nuestro país. Sin embargo, después de varias deliberaciones y con el apoyo del embajador de Brasil en México, Nachbin fue puesto en libertad. Tiempo después se supo del paradero de unas cartas sustraídas: en el servicio postal de Nueva York, pero al no ser recibidas por su destinatario, fueron devueltas a México y restituidas al AGN, pero los manuscritos no fueron recuperados», relató Prieto Hernández.
Fue hasta el año pasado cuando Leonard L. Milberg dio aviso sobre la ubicación de los documentos, y a Nachbin no se le procesó porque en 1938 se instaló en París, pero fue llevado a un campo de concentración nazi, «en donde al parecer murió».
Manuscritos
Uno de los tres manuscritos recuperados se titula Las memorias de Luis de Carvajal y es un pequeño cuadernillo elaborado en papel de trapo de 9 centímetros de ancho por 11.5 centímetros de largo, de 46 páginas en donde el judío escribe su historia desde que salió de Europa hasta su llegada a la Nueva España, la vida de su familia en Veracruz y los momentos antes de ser apresado y quemado en la hoguera por la Santa Inquisición.
Desde el punto de vista literario, ese documento, precisó el responsable del peritaje Baltazar Brito, se puede considerar uno de los primeros textos judíos en América Latina. Los otros dos textos, dijo, son de orden religioso: Lex Adonai o La ley de Dios y El modo de adorar a Dios y el ejercicio devotísimo de oración.
La ley de Dios está compuesto de cuatro hojas en latín remarcadas con letras de oro, mide 11 centímetros de ancho por 9.8 centímetros de largo; y el segundo tiene 24 páginas, de 9 por 11.5 centímetros y es un preámbulo de la oración que incluye rezos del Antiguo Testamento. Mientras estuvo en prisión, Carvajal guardaba los tres pequeños libros en su sombrero.
¿Cómo fue el peritaje para revisar la autenticidad de los manuscritos?
Visitamos el manuscrito en Nueva York, en donde comprobamos que el papel y la tinta correspondían a la época, pero principalmente hay dos aspectos: la comparación de la caligrafía del personaje, porque tenemos en AGN una serie de documentos elaborados por él, entonces comparamos la letra y son iguales.
«El otro aspecto es histórico porque en el proceso que se le hizo a Carvajal, los inquisidores escriben: ‘Y siéndole mostrado unos libritos, dijo que son suyos’. Carvajal los reconoce por el tamaño y contenido, entonces el conjunto de estas pruebas nos permite determinar que es un manuscrito original y no una copia como se creía».
➣ Los tres manuscritos serán expuestos de forma temporal con la muestra El retorno a México. El manuscrito Carvajal, a partir del 4 de abril en el Museo Memoria y Tolerancia, ubicado Avenida Juárez 8, Centro Histórico de la Ciudad de México.
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