Escena de Landrú, obra en la que «Reyes frivoliza al terrible asesino serial; él es Landrú. Es un juego y creo que estaba pensando en sí mismo cuando escribió», explica Marta Verduzco. (Foto: Guillermo Sologuren)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de marzo de 2017. (RanchoNEWS).- Dos divertimentos poco conocidos de su amplia creación literaria, escritos por el ensayista, narrador, poeta y diplomático mexicano Alfonso Reyes (1889-1959), La mano del comandante Aranda, en referencia al general revolucionario Álvaro Obregón, quien perdió el brazo derecho en una refriega, y Landrú, que se inspira en el asesino serial de mujeres francés Henri Désiré Landru, son puestos en escena con elenco de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) y dirección de la actriz Marta Verduzco, en el teatro El Galeón, del Centro Cultural del Bosque. Carlos Paul reporta para La Jornada.
Ambos textos fueron estrenados en la Casa del Lago en 1964, con dirección de Juan José Gurrola y música original de Rafael Elizondo, temporada que desató polémica y fue ventilada en la Revista de la Universidad de México, entre los entonces jóvenes Jorge Ibargüengoitia, quien deploró la puesta en escena, y Carlos Monsiváis, quien defendió a Reyes; en ese debate también participaron Juan Vicente Melo y Juan García Ponce.
Delirante juego lleno de humor
A 53 años de aquel montaje, Verduzco, actriz del elenco original, actúa de nueva cuenta y dirige la nueva propuesta escénica que, a diferencia de la primera, un montaje un poco más casero, discreto y muy juguetón, una especie de cabaretito de cámara, ahora se creció el formato y se le imprime un tono más musical, con espléndida escenografía e iluminación a cargo de Gabriel Pascal y con un ensamble de piano, bajo, batería y clarinete, quienes interpretan la partitura original de Elizondo, a la cual por ser un poco corta se añadieron canciones de la obra Nana, explicó la creadora escénica.
La mano del comandante Aranda es un divertido cuento escrito por Reyes, adaptado a la escena, en la que siete monjas, quienes de copita en copita se ponen ebrias, con sutil humor cuchichean y chismean entre ellas sobre la mano cortada a tan insigne militar.
La mano pasa de ser una reliquia a un objeto doméstico más, luego a ser repugnante animal para después cobrar conciencia y carácter propio. Creyéndose una persona, burlona y traviesa, anda con libertad de un lado a otro y cada vez aprende más cosas hasta volverse ingobernable, haciendo sufrir a todos los de la casa, incluido el comandante que sólo observa en silencio sus monstruosidades. La excepcional narración de Alfonso Reyes es un delirante juego lleno de humor, donde una mano amputada se vuelve «metáfora viviente del hombre».
Henri Désiré Landru (1969-1922), también conocido como Barba Azul, se relacionaba con viudas mediante anuncios en el periódico, les prometía matrimonio y cuando se aseguraba de que podría disponer de su dinero para supuestas inversiones futuras, las asesinaba y quemaba en el horno de su casa. Se dice que victimó entre 117 y 300 mujeres, aunque sólo 11 casos fueron probados.
Reyes inició la escritura de su opereta Landrú en Buenos Aires en 1929 y le puso fin en 1953 en México, donde fue estrenada 11 años después. No se trata de la historia fiel del asesino serial. El autor utiliza sólo el contexto criminal que rodeó al personaje, para plantear una reflexión extremadamente culta en el lenguaje sobre la existencia humana, entre cuyas cuestiones condena que el error del hombre es el cobre, el dinero.
De acuerdo con Verduzco y Pascal, en su texto Reyes se burlaba en cierta manera de sí mismo y de la solemnidad intelectual que entonces pretendía hacer de la sabiduría un asunto aburrido e inalcanzable, de ahí el lenguaje culterano. «Reyes frivoliza al terrible asesino serial. Reyes es Landrú. Es un juego. Pienso que estaba pensando en sí mismo cuando escribió», dice Verduzco.
La fantasía de tener 50 mujeres
Hay un aspecto lúdico y sensual del personaje de Reyes, añade Gabriel Pascal; «es un personaje viejo cuya fantasía es pensar qué sería tener 50 mujeres a su edad, cuando solitario y melancólico ya no se le para y se distrae en las noches con el sonido de un grillo y el zumbido de la electricidad».
Para Pascal aquí se ve reflejada la inteligencia, cultura y humor de Reyes, muy diferente al escritor serio que conocemos.
Con las actuaciones de Gabriela Núñez, Rocío Leal, Patricia Madrid, Azalia Ortiz, Pilar Padilla, Violeta Sarmiento, Amanda Schmelz, Roberto Soto y Marta Verduzco, la participación de los músicos en vivo Carlos Pacheco, Edwin Tovar, Pablo Ramírez y Miguel Sandoval, La mano del comandante Aranda y Landrú se escenifican de miércoles a viernes, a las 20 horas, en El Galeón (Paseo de la Reforma y Campo Marte, estación Auditorio del Metro).
La temporada concluirá el 16 de abril.
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