Hugo Wirth. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 19 de febrero de 2017. (RanchoNEWS).-En la escena mexicana hay un grupo de creadores que está marcando un ritmo distinto, una forma de hacer teatro con nuevos y diversos recursos. En esa generación, llamada «la sexta», se encuentra Hugo Wirth (Ciudad de México, 1981), director, guionista, dramaturgo y fundador de El manatí rosa, colectivo escénico. Es subdirector de Paso de gato. Ediciones y producciones escénicas. Ha cursado residencias en Alemania y Argentina. Su más reciente producción, Épica de la inmediatez, que se estrenó este fin de semana en el teatro Sergio Magaña de la Ciudad de México, presenta la desaparición de Luisa Solano, un caso que se viraliza en las redes sociales. Los desaparecidos y las redes sociales son dos de los temas que Wirth desarrolla en esta apuesta escénica. Alicia Quiñones lo entrevista para La Razón .
Épica de la inmediatez es una pieza hecha con los recursos contemporáneos.
Me interesa hablar de lo que nos sucede en la sociedad, lo que sucede con los dispositivos móviles y la tecnología, cómo transforma nuestras vidas, la utilidad y el peligro. En la dramaturgia están planteadas estas dinámicas. Esta pieza la escribí en 2015, en un seminario con Alejandro Tantanian, en Buenos Aires, y la empecé a trabajar con mi colectivo, en un proceso de laboratorio, como solemos hacer con algunos otros proyectos. Entre otras cosas, durante el proceso de la obra hicimos un ejercicio, que fue realizar una biografía de personas que no conocíamos a partir de su red social, y elaborar una idea de cómo es, y ahí te das cuenta de cómo funcionan las redes para los acosadores. Las redes sociales han cambiado la forma en la que nos comunicamos. De esto va Épica de la inmediatez, pero nos involucramos completamente, tanto que creamos un perfil de los personajes en Facebook y una aplicación para la obra. Quise llevar un poco más allá la experiencia escénica.
Tu colectivo desea explorar espacios alternativos y modos de producción. ¿Para qué «darle la vuelta» al teatro?
Tiene que ver con la exploración. En nuestro proyecto anterior nos movíamos en la clandestinidad y el cupo limitado. Queríamos que el espacio se convirtiera en un personaje más. Nuestros proyectos se conciben en esas dimensiones y perderían su esencia si se presentan en espacios grandes o tradicionales. Si vamos a hacer teatro en espacios alternativos, debe ser una propuesta lo suficientemente fuerte para que el espectador sepa que está integrado a esa exploración. Y también tiene mucho que ver con la forma en que nos acercamos a los nuevos públicos. A mí no me interesa hacer teatro para teatreros: no me gusta ser validado por la comunidad en este sentido. Me interesa más llegar a nuevos públicos. Épica de la inmediatez te plantea un recorrido mientras suceden las escenas, te mueves de lugar. Queremos llegarle a ese espectador que no puede desconectarse del mundo digital mientras va al teatro. A mí me molesta cuando alguien tiene su teléfono prendido en el teatro y, entonces, si no puede prescindir del teléfono mientras está en el teatro, pues que lo use. Entonces integramos esto. Es una pieza que también está dirigida a las personas que quizá no van mucho al teatro pero que no se pueden despegar de sus aparatos móviles.
Creaste incluso una aplicación para la pieza.
Sí, y te permite interactuar con la obra, desde recibir un mensaje, tomar alguna foto, chatear en vivo u opinar sobre ciertas situaciones. Lo integramos pero no es indispensable que lo uses. Es un complemento, un plus, que sin ser indispensable te abre varias posibilidades en cuanto a la experiencia.
¿Qué ganas como creadoral limitar el público?
Hemos ganado en el sentido de que creemos ganar con el espectador de a pie. Ganamos en una interlocución del teatro con gente que no está acostumbrada a ir a las obras de manera constante. Ganamos con el público que no piensa que ir al teatro es una experiencia de lujo. Queremos que el público sepa que el teatro no es ese arte anquilosado. El cupo limitado nos permite tener más contacto con el espectador, lo que exige dar más al actor. Yo despojo tanto a los actores como al público de las comodidades que da el foro tradicional.
¿Hay una lucha por la generación de públicos?
Tiene que ver con una crisis, sobre todo en la ciudad de la lucha por los espacios. Somos muchos los creadores y pocos los espacios. Las temporadas duran poco, por eso buscar cierta independencia del teatro es mejor que buscar los mismos foros que todos. Quienes hacen teatro dentro de esta crisis, también crean para agradar y ser validados por alguien. Y no están dialogando con el espectador real. Estamos pensando poco en el público. Cuando estuve en Buenos Aires me di cuenta de lo vivo que está el teatro, hay incluso funciones los sábados a las once de la noche, y los teatros están llenos. Hay una necesidad de los espectadores que está viva. Me pregunto por qué en México no está sucediendo esto. Y ahí entra la necesidad de los creadores de encontrar espectadores con los que puedan tener interlocución.
¿Cuál es el futuro del teatro?
Es buscar la forma de atraer al público por diversos medios. En nuestro caso o con esta pieza, se encuentra en las redes sociales y en involucrar al espectador desde ahí. Buscar la forma de llegar a un público más amplio y que de alguna manera lo tienes que atraer. El futuro tiene que ver con sacar al teatro de la comodidad a la que ha llegado, y de esta manera de concebirlo para un público muy específico que no le habla a un espectador común.
Cuando se integró el video al teatro fue muy criticado, pero ahora es común, y simplemente se integró. En este caso tenemos la oportunidad de meter la realidad virtual, y hasta una aplicación, y vamos a ver qué tanto impacto tiene en la experiencia del espectador y escénica.
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