Michael Shannon y Michael B. Jordan en Fahrenheit 451 . (Foto: Michael Gibson)
C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de mayo de 2018. (RanchoNEWS).- Al final de mi nueva película no habrá una advertencia como esta: «No se dañó ningún libro en la realización de este filme», porque, en realidad, quemamos muchos libros. Diseñamos potentes lanzallamas que escupen queroseno e incendiamos libros, de manera masiva.
Para mí no fue nada fácil porque desde muy pequeño me enseñaron que los libros se leen y se respetan. Hasta poner una taza de té sobre un libro se consideraba un pecado. En casa de mis padres, el clásico de la poesía persa llamado El diván, de Hafez Shirazí, era venerado como un texto religioso.
El texto de Jorge Carrión es publicado por The New Yorker
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