Angeles González Gamio, acompañada de Hugo Gutiérrez Vega, Eduardo Matos Moctezuma y Gonzalo Celorio, durante la presentación del libro de la cronista (Foto: Cristina Rodríguez)M éxico, 1ro. de febrero 2007. (ANA MONICA RODRIGUEZ/La Jornada).- La cronista Angeles González Gamio descubre ''las perlas escondidas y las limpia para mostrarlas con todo su resplandor", expuso el poeta Hugo Gutiérrez Vega en la presentación del libro Corazón de piedra: crónicas gozosas de la ciudad de México, al referirse a los 120 relatos que muestran viva y latente a la antigua Tenochtitlán.
El volumen publicado por Miguel Angel Porrúa y presentado la noche del lunes en una librería del mismo sello editorial, ubicada en San Angel, también provocó la reflexión lúdica e irreverente del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma y del escritor Gonzalo Celorio, quienes acompañaron a González Gamio, junto con Gutiérrez Vega, director del suplemento La Jornada Semanal.
Portada del libro (Foto: Archivo)Las crónicas, refirió Matos Moctezuma, ''nos permiten penetrar en el tiempo de los hombres para, a su vez, transportarnos hasta el tiempo de los dioses". Los más de cien textos, continuó el investigador, remiten al lector al pasado de la ciudad, así como a diversos aspectos del pretérito y presente del Centro Histórico.
González Gamio, dijo Eduardo Matos, ''es directa, precisa y tiene un profundo conocimiento histórico; y con humor nos lleva de la mano por calles, monumentos y nos narra anécdotas de personajes antiguos y actuales que fueron y son razón misma de la ciudad de la que forman parte sustancial".
Para la autora ''no pasan desapercibidos el Hospicio de San Nicolás Tolentino, la Catedral Metropolitana, el Palacio de la Autonomía, la Biblioteca Nacional" y hasta el hallazgo de la escultura que representa a Mictlantecuhtli en el Templo Mayor.
Corazón de piedra, concluyó Matos Moctezuma, ''es la historia recuperada de un pasado y un presente, es testimonio de cómo puede aprehenderse el tiempo mediante la palabra. Es, en fin, el libro que me hubiera gustado escribir".
El poeta y traductor Hugo Gutiérrez Vega expresó sobre las crónicas que también fueron publicadas por esta casa editorial y recuperadas por su autora para el citado volumen: ''En esta obra, González Gamio nos entrega una especie de tercera grandeza mexicana; el título nos lleva a terrenos contrastados, y la cronista con su elegante y directa prosa nos descubre muchos momentos y lugares de la ahora interminable ciudad", dijo.
''Tenemos en la mano un libro de historia y de lo que Luis González llamaba microhistoria; el personaje es la ciudad, sus fantasmas y sus actuales habitantes; la gastronomía, tradiciones, fiestas, reconstrucciones y las bárbaras demoliciones."
Todo ello, dijo, quedó registrado en este libro indispensable para conocer esta moderna y antigua, opulenta y miserable, benévola y cruel corte de los milagros que es y seguirá siendo el México Tenochtitlán.
Gonzalo Celorio definió a Corazón de piedra como una obra que realiza ''una lectura de época", debido al conocimiento teórico y empírico que caracteriza a su autora, quien devela con ''gozo y placer" a personajes, cantinas, calles, plazas y diversos recovecos que integran el Centro Histórico, al igual que otros lugares como Tacubaya, Xochimilco, La Condesa, La Hacienda de los Morales y Azcapotzalco, que convergen en esta gran capital.
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