.
Portadas de los dos libros presentados. (Foto: Fondo De Cultura Económica)
M éxico 27 de Febrero 2007. (Jesús Alejo/Milenio).- "El fondo es mucho más que una gran editorial y en este momento debe ser un gran promotor de la creación literaria y del pensamiento nacional en el extranjero", dice su directora, Consuelo Sáizar.
A la memoria de Carlos Monsiváis llegaron sendos recuerdos vinculados con la necesidad de dar a conocer fuera de México a Martín Luis Guzmán: Leonardo Sciascia hablaba de un modo entusiasta del autor de La sombra del caudillo, mientras para Guillermo Cabrera Infante este título podía ser una película de Akira Kurosawa o tener el éxito de los libros de Dashiell Hammet.
“Si bien parece ser un libro que sólo concierne a los mexicanos, en su construcción histórica es apasionante y actual. Pienso que la tarea (de traducciones) es muy amplia, porque ahora sí que hay un mercado de lectores verdaderamente impresionante.”
Durante el lanzamiento de los dos primeros volúmenes llevados al idioma inglés por el Fondo de Cultura Económica y la Fundación para las Letras Mexicanas –Pieces of shadow (Fragmentos de sombras), poemas de Jaime Sabines traducidos por W. S. Merwin; y A new cathecism for recalcitrant indians (Nuevo catecismo para indios remisos), de Carlos Monsiváis y traducido por Jeffrey Browitt–, el cronista habló de la necesidad de revisar la lista de traducciones de autores mexicanos a otras lenguas.
“Octavio Paz está extraordinariamente bien representado; de Carlos Fuentes se ha publicado prácticamente todo, pero muchos autores no están presentes o aparecen y luego desaparecen.
“Pienso en un libro básico: La raza cósmica, de José Vasconcelos. Ignoro su destino actual, pero ha sido fundamental para los mexicanos en el extranjero y cuya versión en inglés se leyó mucho, pero no se encuentra hoy y hablamos de una obra importante.”
De acuerdo con Carlos Monsiváis, faltan buenas traducciones de Sergio Pitol, Juan García Ponce o Salvador Elizondo, lo cual podría lograrse mediante el proyecto editorial encabezado por el fondo y la fundación.
Deuda con la literatura mexicana
Para Consuelo Sáizar, directora del FCE, la institución a su cargo siempre ha abierto nuevos “derroteros editoriales”; sin embargo, la aparición de los volúmenes en esta serie sólo se dará cuando se cuente con una muy buena traducción.
“Lo hizo cuando tradujo libros de economía, cuando se inició la colección de niños y jóvenes, cuando comenzó la serie de libros de ciencias. El fondo es mucho más que una gran editorial y en este momento tiene que ser un gran promotor de la creación literaria y del pensamiento nacional en el extranjero al hacer estas traducciones”, destacó Sáizar.
El esfuerzo de las instituciones tiene como objetivo primordial el posicionar a los escritores mexicanos dentro del mercado editorial estadunidense, aunque al final se convirtió en una apuesta más amplia al estar Sabines escasamente traducido al inglés y ser apenas el segundo libro de Monsiváis llevado a esa lengua.
Desde la perspectiva de la directora del fondo, el mercado de Estados Unidos tiene que ser importante, sobre todo cuando haya lectores interesados en sus libros “nosotros tenemos que ser capaces de atenderlos”, dijo Sáizar.
Se trata de un proceso de integración con Estados Unidos –“lo indetenible no es ya cuestión de gusto o de querencia”–, recalcó Monsiváis, que se fundamenta en lo comercial, pero sobre todo en los cerca de 12 millones de mexicanos que viven del otro lado de la frontera.
“Eso habla de un fenómeno nuevo y de una perspectiva binacional en la cultura. Y es todavía muy escasa la representación de la literatura latinoamericana en la vida cultural de Estados Unidos. Tanto la política de las traducciones como la inclusión en ese mercado es un proceso definitivo para la literatura mexicana. Ya no se puede pensar en esos lectores como algo muy lejano”, a decir del autor de Días de guardar.
Para el lanzamiento oficial de los títulos, desde Australia viajó el traductor del libro de Carlos Monsiváis –Nuevo catecismo para indios remisos–, Jeffrey Browitt, quien preparó alrededor de 40 borradores de lo que pensó como una traducción fiel, aunque con algunos cambios, en especial de las palabras que no tenían símil en inglés.
Durante la presentación de los volúmenes, Carlos Monsiváis destacó la presencia de Jaime Sabines en la colección, al existir una deuda seria del mundo editorial mexicano con su poesía, escasamente traducida.
“Un gran poeta”, dijo el cronista, “que por su misma sencillez ofrece grandes dificultades al traductor. Su sencillez aparente necesita ser vertida con una gran finura para no convertirla en chabacanería. La traducción (de W. S. Merwin) logró trasladar esa sencillez enorme al inglés.”
Dentro de los próximos títulos traducidos al inglés dentro de la colección se encuentra una selección de Alfonso Reyes y de Hernán Cortés, ambos traducido por don José Luís Martínez; y Maten al león de Jorge Ibarguengoitia, con traducción de Joy Laville.
REGRESAR A LA REVISTA