Rancho Las Voces: A Juana la Loca la aislaron por razones de Estado: Gioconda Belli
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

jueves, junio 09, 2005

A Juana la Loca la aislaron por razones de Estado: Gioconda Belli


Gioconda Belli Posted by Hello
Óscar Enrique Ornelas

La poeta y escritora nicaragüense Gioconda Belli escribe El pergamino de la seducción (Seix Barral), una novela donde investiga el enigma

de Juana la Loca, hija de los reyes católicos. Belli encuentra una intriga política detrás de la leyenda de su locura y ve reflejada,

en la de Juana, la historia de muchas mujeres, la suya propia.

A través de Lucía, un personaje ficticio, Gioconda Belli trata de desentrañar el misterio de Juana I (1504-1555), llamada la Loca, quien a los 29 años fue recluida hasta su muerte en el castillo de Tordesillas, Valladolid, España, debido a su supuesto extravío. Para Belli, la documentación histórica a la que recurrió para escribir su novela desmiente la leyenda de la locura de Juana.

-El gran pecado de Juana -señala Belli- fue haber sido, para su época, muy apasionada, muy rebelde y muy impetuosa. Me lo explico porque de todas las princesas del Renacimiento ella fue una de las más educadas. Hay un corolario, me parece, entre la educación y la afirmación del yo. Juana se enfrentó con sus padres, Fernando e Isabel, y con su propio esposo Felipe el Hermoso. Por razones de Estado, a Juana la empiezan a aislar desde su matrimonio con éste (1496). Investigando su vida con ojos de mujer considero una crueldad sin nombre el que la hayan desvalorizado hasta el punto de haber pasado a la historia como Juana la Loca.

Belli se entrevistó con varios psiquiatras y ninguno de ellos estuvo de acuerdo con el dicho de ciertos historiadores de que Juana de Castilla era esquizofrénica. "En la documentación histórica -precisa la poeta nicaragüense- aparece que ella actuaba perfectamente normal cuando la trataban bien. Hay incluso un periodo en el que tuvo un carcelero diferente porque de hecho estaba presa en el castillo de Tordesillas, y actúa como una persona cuerda. Me parece que al final ella perdió el sentido de la realidad. Pero es explicable: una persona que está aislada desde los 29 años hasta su muerte, que le falsean las noticias (le dijeron, por ejemplo, que su padre había muerto cuatro años después de su fallecimiento), empieza a sospechar de todo y de todos."

-¿Se podría decir que Juana fue una secuestrada?

-Sí.

-¿Síndrome de Estocolmo?

-No. El amor por Felipe era un amor correspondido. Desde los 17 hasta los 29 años tuvo seis hijos con él, dos de ellos varones: Carlos V, por mencionar el más conocido... Así que no andaba "buscando el varoncito", como de- cimos por acá...

-No es la típica historia de la mujer que tiene hijos para resolver los problemas conyugales.

-Para tener hijos se necesitan dos. Yo creo que Felipe la quería. Estoy en desacuerdo con la interpretación de que era ella la que andaba detrás de Felipe. Sólo hay un episodio de celos registrado. Se habla de que su esposo era mujeriego y un día Juana le corta el pelo a la amante de Felipe. ¡Me parece genial!

Las "locuras" de Juana tienen símbolo político, sostiene Belli: "Mientras que Felipe acepta el vasallaje de los reyes de Francia, Juana rechaza dar una limosna con la plata que le manda la reina francesa. Ella tiene su propia plata y también es reina, dice."

Su propósito con esta novela, subraya Belli, "es acercar la historia de Juana al presente". La protagonista es una muchacha de un país tropical, como Nicaragua, que estudia en un colegio de monjas en España. La propia Belli estuvo en una escuela así durante la época franquista. "Ese entorno es digno de novelarse. Las paredes, la puerta que se cerraba tras uno."

-La nostalgia del dulce de guayaba nicaragüense.

-Sí. Yo, como Lucía, iba mucho también al Museo del Prado. Esos años que pasé ahí me sentí tan sola... Pero en la novela también hay un juego de la seducción de la palabra. La otra cosa que me fascinó fue lo del pergamino: que Juana pudiese haber dejado un testimonio escrito y que el documento se guardara en el co- fre que, según la historia, se perdió una semana antes de que ella muriera.

El pergamino de la seducción es una novela de intriga, señala Belli. "Pero hay también un nivel de sensualidad lírica. Me pareció importante porque ése es uno de los argumentos para fundamentar la locura de Juana. Es uno de los bumerán que nos pasa a las mujeres. El rol biológico tradicional y nuestra propia sensualidad sirve de argumento para rechazarnos y culpabilizarnos. Yo jugué un poquito con esa parte de la novela. Es bien interesante la reacción que eso provoca entre las propias mujeres. A los hombres los educan para ser más cerebrales, mientras que la mujer tiene una terrenalidad y un vínculo afectivo incluso con su propio cuerpo. Viene de su propia biología, creo yo. Esta novela tiene también muchas claves para enseñar a los hombres cómo seducir a una mujer."

-¿Juana es el modelo de muchas mujeres?

-Me parece que Juana es arquetípica. Claro, ya no nos encierran. Pero hay incomprensión. El que no aceptes anularte como persona se ve como una actitud desafiante, loca...

-A usted la veían como loca a principios de los años setenta, allá en Managua, cuando trabajaba en una agencia de publicidad...

-¡Totalmente! Por eso digo que Juana la Loca soy yo también. Mi mamá siempre me decía "sos loca, hija"... Aunque han cambiado mucho las cosas todavía no se aceptan ciertos comportamientos. Mientras la mujer mantenga el rol tradicional de ama de casa no amenaza la hegemonía masculina. Pero cuando le dice al hombre "me tenés que ayudar para que yo trabaje", empiezan los problemas. Creo que la revolución femenina es irreversible, pero faltan muchos cambios. Las estadísticas mundiales muestran el grado en que la mujer padece la violencia doméstica. Tienes el caso de las mujeres de Ciudad Juárez.