Rancho Las Voces: Artes Plásticas / México: Felipe Ehrenberg festeja 50 años de artista con su primera exposición en el MAM
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

jueves, febrero 21, 2008

Artes Plásticas / México: Felipe Ehrenberg festeja 50 años de artista con su primera exposición en el MAM

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El neólogo. (Foto: José Juan Zapata)

C iudad Juárez, Chihuahua, 21 de febrero, 2008. (RanchoNEWS).- El artista celebra su aniversario en México con una retrospectiva, después de ser recibido en Brasil con hospitalidad y en medio de una ebullición plástica, donde su obra ha sido más difundida que en las dos ultimas décadas en nuestro país, una nota de Merry MacMasters para La Jornada:

«Mi obra nunca fue polémica, yo sí, pero no fui un enfant terrible. Nunca tuve ese impulso de retar a la burguesía», expresa el neólogo por excelencia, Felipe Ehrenberg (DF, 1943), quien festeja sus «bodas de oro» como artista con su primera exposición en el Museo de Arte Moderno (MAM).

Manchuria: visión periférica, retrospectiva selecta curada por el videoartista Fernando Llanos, será inaugurada hoy a las 19:30 horas. La muestra se presentó el pasado 15 de noviembre en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, en Monterrey.

Con el cabello pintado de rubio –«se lo copié a mi nieto»– para la ocasión, Ehrenberg esperaba llegar a los 80 años sin jamás exhibir en lo que alguna vez fue el «templo mayor del arte en México y Latinoamérica».

El artista afirma estar muy contento, porque «hasta hace poco el sistema de los museos aquí había sido siempre clientelar. O pides y haces fila y quizá te dan la dádiva, pero les debes los favores. En este caso, no. Osvaldo Sánchez, director del MAM, me invitó en cuanto supo que se había cancelado una exposición mucho más pequeña» en La Celda Contemporánea, ya desaparecida.

Para el conteo de su medio siglo artístico, Ehrenberg parte de la publicación de sus primeros dibujos en 1956. Su primera exposición, ocho años después en la Galería 1577, fue reseñada de manera positiva por Margarita Nelkin, reconocida crítica.

A principios de los años 70, Ehrenberg resucitó el término neólogo –que se remonta a 1785–, al que dio un significado moderno, algo «muy apropiado para un artista que es mejor conocido como un pionero del arte experimental y ha hecho innovaciones no sólo en el lenguaje escrito, como un crítico cultural y periodista respetado, sino también en el lenguaje de lo visual, donde se ha concentrado tanto en la letra como en la frase», escribe Vanessa Kam para las Bibliotecas de la Universidad de Stanford, instancia que en 2003 adquirió el archivo personal del artista.

Ambiente de ebullición en Brasil

Conocido por su filiación de izquierda, en 2001 Felipe Ehrenberg sorprendió, inclusive, enojó, a más de uno al aceptar el cargo de agregado cultural en Brasil por parte del recién estrenado gobierno panista de Vicente Fox. Terminada su gestión, se quedó a vivir en Sao Paulo.

Respecto de su salida del país, señala: «Me perdí de México hace 15 años, desde mi exposición Pretérito imperfecto, en el Museo de Arte Carrillo Gil. De repente noté que el acelere de los años 80 y 90 fue tal que se olvidaron de todo lo que lo antecedió. Acaba de morir Juan José Gurrola, a quien nadie peló durante 15 años, tampoco a Ricardo Rocha (artista visual), que también falleció hace unas semanas. En fin, caímos en desuso, en el olvido. Me fui a Brasil, donde de repente me encuentro en un medio ambiente receptivo, hospitalario, efervescente, en ebullición. Me dieron una bienvenida y una hospitalidad maravillosas. Soy cofundador de una cooperativa de artistas visuales. Cuando Brasil manda al extranjero obra de sus artistas, incluye la mía» .

Y agregó: «Hace dos años mi exposición Sueños mexicanos, celebrada en la Caixa Cultural Galería Paulista de Sao Paulo, atrajo a 60 mil visitantes. Coincidió con los premios que ganaba la película Crimen delicado, dirigida por Beto Brant, de la que soy uno de los tres protagonistas. En Brasil participo plenamente en una escena que no tuve en las pasadas dos décadas en México».

¿Qué pasó aquí?

La ciudad de México es como un caldo demasiado concentrado al que hay que echarle agua para poderse tomar. México se concentra de tal manera que pierde de vista lo que nutre a la urbe, que es el resto del país. Se vuelve endogámico en sus relaciones, hablo de la plástica que entra directamente a figurar dentro del consumo conspicuo del neoliberalismo, de los nuevos ricos, un sector que no tiene mucha casta. Nunca pensé que añoraría el dinero viejo de México, porque a final de cuentas eran una bola de reaccionarios, pero tenían sentido de historia, de casta, en el mejor sentido de la palabra.

Este sábado, a las 17 horas en el Museo de la Ciudad de México, Pino Suárez 30, Felipe Ehrenberg presentará su libro Manchuria: visión periférica –no es catálogo de la exposición del MAM–, con textos de Guillermo Arriaga, Guillermo Gómez Peña, Isa Benítez, César Martínez, Marta Hellion y Fernando Llanos.

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