«Chebo Hernández, quien con dos contundentes triunfos por la vía rápida, en otros tantos pleitos que ha sostenido, retorna al ring el próximo día 29. el rival de Chebo aún no ha sido designado». Pie de grabado original publicado en El Fronterizo el viernes 17 de septiembre de 1954. (Foto: RanchoNEWS) C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de junio de 2011. (RanchoNEWS).- El lunes 4 de junio de 2001 el periódico vespertino policial El Mexicano comenzó a publicar una sección histórica denominada «El Fronterizo: episodios históricos juarenses» a cargo del escritor Rubén Moreno Valenzuela, que reproducía en una página completa eventos de nuestro pasado tomados de la hemeroteca de El Fronterizo, el diario más importante de Ciudad Juárez del siglo XX. La sección, patrocinada por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, fue publicada durante cinco años.
El episodio, que presentamos a continuación, tenía la siguiente cabeza:
El boxeador juarense aspira al campeonato nacional
Gana Chebo por decisión
El jueves 7 de octubre de 1954, El Fronterizo publicó la crónica de la pelea de box en la que el juarense Chebo Hernández derrotó al capitalino Jorge Castro.
La crónica fue firmada por ROD y dice lo siguiente:
Improvisado manicomio
Tan fácil como rebanar mantequilla con un cuchillo fue el triunfo que Chebo Hernández obtuvo sobre Jorge Castro en el ring del Auditórium Municipal.
La victoria del peso medio juarense fue unánime y según nuestra tarjeta ganó 7 rounds, 2 fueron para Castro y uno terminó empatado.
Castro, un peleador de escasos recursos, rayando a mediocre, tuvo algo que desconcertó a Chebo; un aguante tremendo y un poder recuperativo asombroso, porque pocos peleadores hemos visto absorber tanto castigo y seguir en iguales condiciones que su verdugo.
El encuentro tuvo un comienzo sensacional. Chebo salió de su esquina y no perdió tiempo en tanteos, etc. Tiró las manos con precisión y luego aplicó a Castro la misma fórmula que mandó a la lona a Willie Vaughn. Fue un uno-dos preciso y precioso. Castro cayó a la lona como fulminado, pero a la cuenta de 8 ya estaba sobre sus pies.
Chebo se avalanzó como rayo sobre su víctima y lo acribilló a golpes hasta volverlo a derribar a la lona. Ahora Castro escuchó la cuenta de nueve y casi salió del ring a consecuencia del impacto de los tremendos zarpazos del local.
Pero Castro, que es un bravo del ring, capeó el temporal y no obstante haber recibido una tanda órdago, terminó parado, pero con una cara muy golpeada.
Castro tuvo momentos muy buenos en la pelea, precisamente su reacción en el segundo asalto, el cual ganó al local, le dio ala pelea un tinte de sensacionalismo que hizo pensar veríamos una lucha cerrada y muy reñida.
En este asalto cogió por sorpresa a Chebo y lo castigo con ambas manos hasta hacerlo recular continuamente.
En el tercero también puso en apuros al Chebo, pero éste terminó ganando el round por escaso margen.
Del sexto en adelante Chebo fue el amo sobre el ring y sólo el aguante de Castro hizo que la pelea llegara al límite.
Por el campeonato
Para documentar la importancia de esta victoria para el boxeador fronterizo, reproducimos un fragmento de la siguiente nota publicada el martes 5 de octubre de 1954:
Castro vencedor de los mejores medios del país, inclusive del que fue campeón, Nicolás Morán, pondrá a prueba a Chebo en este encuentro, porque si el local sale con sus colores a flote indudablemente le dará una oportunidad de contender por el título que ahora está vacante, pues Morán fue desconocido como titular tras de que se negó a subir al ring a defenderlo contra el mismo Castro.
REGRESAR A LA REVISTA
