.
El edén despreciado, obra de Granada que se puede visitar en el recinto de Dr. Enrique González Martínez 10, Santa María la Ribera. (Foto: Cortesía del museo)
C iudad Juárez, Chihuahua, 19 de octubre 2011. (RanchoNEWS).- Una mujer desnuda, colgada boca abajo con la palabra «Quiéreme» inscrita en el pecho, que sujeta con sus manos una serie de cadenas que atan a una jauría que la rodea, forma parte de la exposición-instalación El edén despreciado, que Natalia Granada presenta desde hoy en el Museo Universitario del Chopo. Una nota de Fabiola Palapa Quijas para La Jornada:
Para la artista colombiana, el cuerpo desnudo de la mujer no sólo desencadena deseo, también simboliza la vida y la muerte. La desnudez es un elemento esencial en su estética, pues le permite explorar qué siente la mujer más allá del deseo y cómo se da la decadencia del cuerpo femenino.
En entrevista con La Jornada, la pintora y escultora explica que utiliza el miedo y el horror como una forma de análisis del cuerpo humano para mostrar cómo el deseo se ve asaltado por situaciones extremas que conducen a la muerte.
«La violencia es una herramienta que transforma el cuerpo humano en un cadáver, en un objeto sin vida».
En la instalación El edén despreciado, Natalia Granada presenta el cuerpo humano como víctima del ímpetu ingobernable del deseo que lo conduce a la destrucción y para ello utiliza la violencia como elemento predominante: las imágenes muestras aspectos interiores del ser humano que pueden provocar horror.
«Abordo el tema de la violencia contra la mujer, pero no desde una posición feminista, simplemente porque es un mundo que conozco y me interesa, pues en el momento que vivimos está a la orden del día. En España y en México hay miles de muertes a lo largo del año por maltrato», dice.
Mirada desde dentro
El deseo, la agresión, la violencia y el impulso de muerte son temas constantes en las piezas de Granada y los convierte en formas posibles de análisis del miedo de manera estética. «El cuerpo no es sólo una metáfora del deseo, sino su expresión más contundente, por ello es pertinente pensar si aquél desencadena el deseo, si en realidad sólo se sitúa en su campo de afección o si oscila siendo objeto y sujeto del mismo», asevera.
La instalación reúne siete piezas: Érase una vez un ángel exterminador, Ansia, La oscura evidencia, Cave Canes (Cuidado con el perro), Insomnia, El edén despreciado y Belona y Némesis, las dos últimas, realizadas ex profeso para la exhibición en el Chopo.
La artista asegura que la exposición-instalación es una reivindicación de la figura femenina, porque presenta una mirada desde dentro del ser, en contraste con trabajos realizados por hombres en torno a esa temática.
«Quisiera lograr con mi trabajo la reivindicación para la mujer de un universo de fantasmas y de deseos que se mira desde dentro y nunca desde fuera».
Natalia Granada (Bogotá, 1967) ha montado exposiciones como Érase una vez un ángel exterminador (2009), en la galería La Oficina, en Medellín, Colombia; Imaginadas (2007), en la Galería Begoña Malone, de Madrid, y Cuidado con el perro (2001), también en la capital española, en el Círculo de Bellas Artes.
El edén despreciado se mostrará del 19 de octubre al 26 de febrero de 2012 en las galerías Rampa 1 y 2 del Museo Universitario del Chopo (Dr. Enrique González Martínez 10, colonia Santa María La Ribera).
REGRESAR A LA REVISTA