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El Ateneo surgió por el sueño de un inmigrante español quien decidió unir la producción de libros con su distribución a sus lectores de una manera novedosa. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- La librería y editorial El Ateneo, uno de los faros literarios de Buenos Aires, cumple un siglo de vida desde que fue fundada en 1912 por el inmigrante español Pedro García, quien desembarcó en Argentina con el sueño de dar vida a un espacio cultural diferente. Una entrega de EFE:
García, hijo de una familia de libreros de Logroño (norte español), decidió unir la producción de libros con su distribución a los lectores, una fórmula novedosa en la época que le garantizó una rápida notoriedad y el sobrenombre de «As de los libreros de América».
La Buenos Aires que encontró a principios del siglo XX era una ciudad próspera, en rápido crecimiento, y con un floreciente comercio que tenía su epicentro en la peatonal calle Florida, donde instaló el local.
García atendía la librería junto a su familia y a libreros que eran verdaderas enciclopedias, por lo que se extendió con rapidez el dicho «si no está en El Ateneo, no existe».
El catálogo inicial de la editorial incluyó títulos clásicos como La divina comedia, El decamerón, La Ilíada y una selección de obras de William Shakespeare y Rubén Darío, entre otros.
Además, El Ateneo se especializó en la publicación de libros y tratados de Medicina por el gran interés en la salud pública que manifestaba su fundador y que le llevó a trabar amistad con el Premio Nobel de Medicina argentino Bernardo Houssay.
Finalizada la Guerra Civil española (1936-1939), García, vehemente republicano, empezó a imprimir obras prohibidas por el franquismo, una decisión ideológica que mantuvieron sus hijos, Pedro y Eustasio, cuando heredaron el negocio tras su muerte, en 1948.
Los nuevos dueños impulsaron la apertura de sucursales en las principales capitales de América del Sur y llegaron a inaugurar una también en Barcelona.
En la actualidad, tras vender el negocio al Grupo Ilhsa, existen 45 locales repartidos por Argentina, pero la joya de la corona es la librería Ateneo Grand Splendid, ubicada desde hace 12 años en el edificio porteño que previamente albergó a un cine y a un teatro homónimos, y considerada una de las más espectaculares del mundo.
«Tiene una historia maravillosa, llena de vínculos en el mundo de la cultura, que se inicia como tal a nivel burgués en la Argentina. No sólo fue un teatro; fue un lugar de un sello radiofónico, se pasaron las primeras películas mudas y las primeras con sonido», explicó a Efe Juan Pablo Marciani, portavoz de la librería.
«Cuando se rehabilitó el edificio estaba muy deteriorado. Fue teatro, cerró muchos años, después abrió como cine y fue deteriorándose. El grado de mantenimiento que requiere el edificio es muy grande», agregó Marciani.
El Ateneo fue también uno de los precursores de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires al lanzar, en 1968, la «Primavera de las Letras», una serie de jornadas con reconocidos escritores que ofrecían charlas y firmaban ejemplares de sus libros.
Por esa cita pasaron Jorge Luis Borges, Horacio Quiroga y María Elena Walsh, entre muchos otros.
Llegar a los cien años en un país que acaba de celebrar su Bicentenario es todo un mérito, subrayó el director comercial del Grupo Ilhsa, Jorge González, pero El Ateneo mira también hacia el futuro «para estar siempre en la vanguardia».
Además de pensar en nuevos proyectos, los responsables de la cadena de librerías siguen con atención el desarrollo de los libros electrónicos aunque, según González, por ahora «no se ven como competencia directa».
«Los Ateneos hoy son pequeños centros culturales, uno puede venir a buscar un libro y leer lo que desee sin necesidad de comprarlo, puede venir a aprender», explicó Marciani.
«La gente tiene cultura y amor al papel, así que creo que (libros digitales e impresos) pueden coexistir sin problema», vaticinó.
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