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Imagen de Nacho López. (Foto: Cortesía Conaculta )
C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Hace medio siglo, Nacho López afirmó en una entrevista: «Yo soy un fotógrafo de testimonio». Y para comprobarlo, baste mirar el vasto y diverso universo capturado por su cámara en el libro Nacho López. Ideas y visualidad. Una nota de Xavier Quirarte para Milenio:
La coedición del Fondo de Cultura Económica, Universidad Veracruzana, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Sistema Nacional de Fonotecas y Parametría incluye casi puro material inédito.
Los editores José Antonio Rodríguez y Alberto Tovalín Ahumada revisaron su archivo en la Fototeca Nacional para reunir esta serie de imágenes que brindan más luces sobre la obra del fotógrafo.
Para Rodríguez, López «es un gran personaje de la historia de nuestra fotografía. Yo había detectado que no había un libro que abarcara la complejidad de su obra. Había uno sobre su obra indigenista y otro sobre el fotoperiodismo que ejerció en los años cincuenta, pero, aunque son obras importantes, es un personaje más complejo que un fotoperiodista. Hablamos con su familia, señalándoles que faltaba un gran libro sobre Nacho López».
Emprendieron una profunda labor de investigación en la Fototeca Nacional para documentar la multiplicidad en la obra de López. «El director del Sistema Nacional de Fototecas, Juan Carlos Valdés, nos había comentado que del fotógrafo sólo se conocía el 10 por ciento y que siempre se publicaba lo mismo».
«No se conocía al Nacho López cineasta, al maestro de fotografía de danza, al profesor, al experimentalista, así que más allá del Nacho López conocido, quisimos irnos a otro lado. Su obra es tan vasta que, si antes se conocía el 10 por ciento, ahora se conoce el 20 por ciento, porque hay más de 30 mil negativos y más de tres mil fotos impresas en la fonoteca, y el libro contiene poco más de 220 imágenes».
Los editores decidieron incluir fotografía inédita, si bien hay también un puñado de obras clásicas porque algunos textos hacen referencia a ellas, explica Rodríguez. «Entre un 90 y un 92 por ciento es obra inédita, y de ahí partimos; no quisimos volver a lo conocido, sino explorar las otras prácticas complejas de Nacho López. En 1964 él hizo un libro sobre la Ciudad de México publicado en Artes de México, que inicia en la madrugada y al tiempo que se acerca al centro de la ciudad va narrando la vida cotidiana, para terminar en la noche. Quisimos hacer un guiño con el autor e hicimos algo similar. El libro muestra que a Nacho López el fotoperiodismo le quedó chico; lanzó por el caño la objetividad y creó las circunstancias. Por eso quisimos ampliar el conocimiento de su obra».
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