C iudad Juárez, Chihuahua. 16 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- El mundo del cómic y el erótico siempre han ido de la mano. Al fin y al cabo, los dibujos permiten una libertad para imaginar escenas y adoptar posturas cuyo único límite es la imaginación del creador. De hecho, hasta el mundo de los superhéroes está envuelto en atmósferas sensuales con esos trajes ceñidos que marcan tanto los cuerpos de ellas como los de ellos. Además, los dibujantes y guionistas que se recrean en las debilidades humanas pueden gozar de un prestigio que es esquivo a los directores de cine del género. Ahí está Milo Manara o Guido Crepax para certificarlo, escribe –desde Marid– Pablo Martínez Pita del ABC.
Ahora, dos estudiosos del mundo de las viñetas, Roman Gubern y Luis Gasca, nos presentan la Enciclopedia erótica del cómic (publicado por Cátedra, 456 páginas, 35 euros), que no es, sin embargo, un compendio de autores o novelas gráficas que tengan a la pornografía como principal argumento, sino que se trata de un exhaustivo listado de prácticas sexuales o términos relacionados con el sexo ilustrados con viñetas de cientos de autores.
Así, por ejemplo, nos enteramos de que la quinunolagnia es la «excitación sexual producida al ponerse el sujeto en situaciones de peligro». O que la galactofagia es el placer por la succión de la leche de un seno lactante. O la odaxelagnia, la excitación provocada por los mordiscos. Algunas fantasías vienen de antiguo, otras son más innovadoras; algunas provocan risas, otras espanto (como el dipoldismo, «excitación sexual producida por el maltrato a niños»), pero lo cierto es que sorprende el extenso repertorio que el ser humano ha creado para obtener placer.
Y, por extraño que parezca, todo ello ha tenido su fiel reflejo en el llamado noveno arte, tanto en obras de principios del siglo XX como en este mismo milenio.
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