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El compositor estonio. (Foto: Cortesía del FIC)
C iudad Juárez, Chihuahua. 19 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- El compositor estonio Arvo Pärt (Paide, 1935), identificado con el minimalismo sacro, tuvo un papel activo en las pláticas para venir a México, en su primer viaje a Latinoamérica, para recibir un homenaje y una presea en la edición 40 del Festival Internacional Cervantino (FIC) Su música correrá a cargo del Coro de Cámara Filarmónico de Estonia y la Orquesta de Cámara Tallinn, que él mismo invitó, expresó su compatriota, el director de orquesta Tonu Kaljuste (Tallinn, 1953). Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
El homenaje será este viernes en el Teatro Juárez, con un programa que contrasta al antiguo Pärt con el nuevo, señaló Kaljuste. De allí que su Te Deum (1984-85/1992), para tres coros, orquesta de cuerda, piano preparado y arpa de viento grabada, se contrapone a su versión de Salve Regina (2002/2011), su popular L’abbé Agathon (2004/2008) y su más reciente composición, Adam’s Lament (2009/2010).
También se anunció que el distinguido compositor estrenará en México la partitura para coro titulada Virgencita, dedicada a la Virgen de Guadalupe. Se trata de una obra cantada a capella que dura alrededor de cinco minutos. La letra de la pieza está basada en una oración en español dirigida a la guadalupana.
El anuncio, firmado por Arvo Pärt, fue divulgado oficialmente desde Viena por la agencia Universal Edition, representante del compositor, y dice lo siguiente:
«Cuando Agustín Gutiérrez Canet, embajador mexicano en Estonia, me invitó a visitar México, mi interés y conocimientos del país fueron fuertemente influenciados por la famosa leyenda de Juan Diego y por sus relatos sobre la aparición de la virgen.
«La feliz expectativa de que pronto estaré en México y el evocador nombre de Guadalupe me tienen emocionado. Ambas experiencias me han inspirado para componer una pieza coral que llevaré conmigo como un regalo al pueblo mexicano: Virgencita.»
Por su parte, el director Kaljuste juzgó que aquí «Salve Regina es una obra relevante, que todo mundo conoce».
El primer arreglo de Pärt fue para órgano y coro, sin embargo, para su visita a México la obra se tocará con coro mixto, celesta y orquesta de cuerda. Es un arreglo de «sonoridad particular», que parte de su estilo tintinnabulatio (campanología), que se caracteriza por ser «cálido y melodioso».
Cercanía vivencial
Cultivador en un principio de un «neoclasicismo severo», luego Arvo Pärt compuso a partir del «dodecafonismo y el serialismo de Arnold Schoenberg». En los años 70 del siglo pasado volvió a las raíces de la música occidental, comenzó a explorar la religión y se unió a la Iglesia ortodoxa rusa.
Respecto del gusto de Pärt por la música sacra, Kaljuste se refirió a los antiguos textos de esa vertiente sonora como «un relevante alimento espiritual y personal» para el compositor, quien «necesita de estas oraciones y esta conexión. Es tan sencillo como eso. Hoy día el espíritu básico de su música proviene de la Iglesia ortodoxa. Si usted está familiarizado con diferentes composiciones del Magníficat, entonces sabrá cómo diferentes compositores leen este texto. La de Pärt tiene esa magnificencia interior, no exterior».
Kaljuste, quien vive en el mismo edificio de Pärt en Tallinn, habló de la necesidad de esa cercanía vivencial con los compositores: «A veces escucho su música, primero, a través de la pared. Aparte de esta relación física, al mismo tiempo tengo una conexión con diferentes compositores estonianos de la joven generación.
«No es mi misión, pero resulta natural llevar esta nueva música al mundo. Existen muchas maneras en que los directores puedan dirigir 100 veces obras conocidas en el mundo y hacer algunas nuevas interpretaciones, pero más bien estoy concentrado en la música nueva y lo que no ha sido interpretado antes.
«Siempre resulta agradable interpretar a Pärt en el mundo, viene a ser una especie de misión, porque los directores siempre están en las vías del tren con las partituras. Me parece que los compositores estonianos me han hecho unas buenas vías».
Cuando Pärt tocó Adam’s Lament en el piano, su comentario fue «no busques aquí un sistema. La escribí como la estoy tocando». Al analizar la partitura, Kaljuste se percató de que «toda esa experiencia con el estilo tintinnabulatio y luego su música, es tan homogéneo. Es como me dijo, sólo escribí esta música».
La extinta Unión Soviética ocupó Estonia en 1940 y el país permaneció bajo su control (excepto un periodo de tres años con ocupación alemana) durante 51 años. Pärt dejó la URSS en los años 80, porque «era difícil mantenerse en el área soviética, porque sus obras empezaron a sonar en el mundo más y más. Le resultó difícil ver que un burócrata dijera sí te puedes ir o no te puedes ir», indicó Tonu Kaljuste.
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