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Escenario del teatro Campoamor de Oviedo, con los premiados reconocidos en esta edición. (Foto: Reuters)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- En sus 32 ediciones jamás se vivió en Oviedo una protesta durante la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Hasta hoy. Cerca de medio millar de personas de diversos colectivos y los más variados emblemas se dieron cita en una concentración autorizada frente al Teatro Campoamor, donde tenía lugar la entrega. Distintos colectivos pero una misma protesta, contra los recortes y bajo una gran pancarta en la que se podía leer «La España real no tiene nada que celebrar». Con pitos, cánticos y gritos, recibieron la llegada de invitados, premiados y miembros de la Casa Real. Mostraron su malestar, como se habían comprometido con las fuerzas de seguridad, haciéndose notar, pero de forma pacífica. Una nota de Patricia del Gallo para El Cultural:
Mientras, dentro del Teatro, donde se dieron cita 1.600 invitados, se premiaba, este año más que nunca, la solidaridad, concediendo a dos organizaciones como la Federación Banco de Alimentos y la Cruz Roja y la Media Luna Roja los Premios Príncipe de la Concordia y de Cooperación Internacional, respectivamente.
En su tradicional discurso, el más esperado del año por su contenido, don Felipe se refirió en más de una ocasión al «espíritu solidario» que caracteriza a los españoles como muestran los más de 2.000 voluntarios que tiene Cruz Roja en nuestro país. También quiso llamar la atención el Heredero de la Corona a la labor que realiza, sobre todo hoy en día, el Banco de Alimentos, que en lo que va de año ha repartido 104.000 toneladas de comida. Esa labor dijo «debe hacernos reflexionar sobre las carencias y dificultades enormes de tantos españoles».
Para superarlas Don Felipe apeló a los representantes políticos, para que «den respuesta a los graves problemas que vivimos» y a los españoles a mirar hacia el futuro con «esperanza y con autoestima». Pero, añadió, para ello todos los ciudadanos «debemos colaborar y caminar juntos y resolver nuestras diferencias en el marco de nuestro estado de derecho que tantos sacrificios nos ha costado alcanzar».
Referencias a la crisis
Durante la ceremonia se escucharon también las palabras de la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, que no fueron ajenas a la coyuntura económica mundial. Para la Premio Príncipe de Ciencias Sociales el crecimiento económico medido por el PIB per cápita no es suficiente para evaluar la calidad de vida de un país, porque «no capta qué es lo que la gente está luchando por conseguir» y puede dar una alta calificación a naciones que guarden importantes desigualdades de oportunidades.
También el arquitecto Rafael Moneo se refirió a los «duros momentos» que viven los que comparten su profesión, para los que este premio, dijo, «abre una ventana a la esperanza».
Y los responsables de la Cruz Roja han aprovechado la ocasión para pedir que sus voluntarios, ya sean médicos, enfermeras o cualquiera que trate de aliviar el sufrimiento humano, «puedan trabajar libres de presiones y ataques». Y recordó a las personas de esta organización que han perdido la vida últimamente en distintos países.
Una ceremonia, la de hoy en la que hubo una gran ausencia, la del Premio Príncipe de las Letras, el escritor Philip Roth, que por motivos de salud no pudo viajar a Oviedo. Y en la que volvieron a triunfar dentro, pero sobre todo fuera del teatro, entre los aficionados, los jugadores Iker Casillas y Xavi Hernández que tras recoger el premio se fundieron en un fuerte abrazo. Un abrazo y un beso que el centrocampista del Barcelona lanzó a su familia, que estaba entre el público. También entre los invitados se encontraba la novia de Iker, Sara Carbonero.
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