Rancho Las Voces: Literatura / México: La Feria Internacional del Libro de Oaxaca rinde homenaje a José Emilio Pacheco
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viernes, noviembre 02, 2012

Literatura / México: La Feria Internacional del Libro de Oaxaca rinde homenaje a José Emilio Pacheco

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 El escritor, acompañado por Marcelo Uribe, director de Ediciones Era . (Foto: Cortesía de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca)

C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de noviembre de 2012. (RanchoNEWS).- Aun en las peores calamidades está la poesía y la palabra, aun cuando un soneto nada pueda contra una AK47 la literatura y la cultura son motores que sensibilizan en un territorio de violencia, aun cuando ni «felicidad» ni «inspiración» son palabras que le interesen a José Emilio Pacheco, el poeta, ensayista, narrador y traductor mexicano habló de esas palabras de las que nunca ha sido militante, y declaró que la cultura puede mucho aunque a veces se piense que no puede nada. Una nota de Yanet Aguilar para El Universal:

Dijo que las letras son muy importantes pero sirven poco en el sentido de que él no puede hacer nada.

«No voy a detener un cuerno de chivo con un soneto o un poema; pero creo que puede dar un testimonio. La literatura te da la experiencia de vivir en 2012 y son formas de sensibilización, una persona que lee poesía difícilmente se va ha convertir en torturador o en un sicario, en asesino a sueldo».

Fresco, risueño, nostálgico, generoso y feliz de regresar a esta tierra a la que vino joven con Carlos Monsiváis, y de volver a probar la comida oaxaqueña, el autor del long seller Las batallas en el desierto, que reiteró su interés de terminar y publicar los Cuartetos de T.S. Elliot y su antología de poesía desde la antigüedad de Grecia hasta los haikus japoneses, habló de la violencia y la política, de la idea de felicidad y de muerte, de sus intereses literarios, de su estado de salud, de los plagios y del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2012 a Alfredo Bryce Echenique.

De los amigos y otros momentos

Con la sonrisa a flor de piel y con una reiteración constante a hablar de la ciudad de México de sus años juveniles, de sus lecturas y sus amigos, entre ellos Carlos Monsiváis, Sergio Pitol y Margo Glantz, José Emilio Pacheco reflexionó sobre la política y la violencia.

«Toda mi vida hablé de política y ahora me retiro, en parte por fracaso, siempre he fracasado en todas mis predicciones y opciones políticas. Creo mucho en lo que dijo en los últimos tiempos Monsiváis, que la gente la vio como una frase frívola, pero en realidad es de una sabiduría muy profunda: ‘yo no sé qué sucede, si ya no entiendo lo que pasa o ya pasó lo que entendía’ ».

Luego, ese escritor multipremiado, que fue rodeado por los reporteros que querían firmas en sus libros de poesía, dijo que el problema de la política es que en este momento le parece secundaria «frente al problema verdaderamente atroz de la violencia desatada en el país y de qué vamos a hacer: no sé cómo hacer, si vamos a depurar las policías, qué van a hacer a quienes se corra», luego río y audaz dijo: «no van a entrar a un taller literario, ¿verdad?»

De pantalón negro y camisa desfajada, desgarbado con las mangas desabrochadas, José Emilio Pacheco se sintió como en casa, aunque entró con paso lento no dejó de saludar a todos a su paso; a su lado estaban Cristina Pacheco, su esposa, y Marcelo Uribe, su editor.

Él es el protagonista de esta 32 Feria Internacional del Libro de Oaxaca y para este homenaje, Ediciones Era y la Feria hicieron una edición especial para regalar entre los invitados de Los elementos de la noche, su poemario que el año próximo celebrará 50 años de haber sido publicado. Un homenaje que le rindieron anoche Juan Villoro, Margo Glantz, Sergio Pitol y Marcelo Uribe.

José Emilio Pacheco acudió a la cita que tenía con la feria, aunque se temía que no lo haría pues en días pasados canceló su asistencia a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y su participación allí en el Homenaje a Carlos Fuentes. Eso no evitó que ayer hablara de la feria de Guadalajara y de su premio y de Bryce Echenique.

«Espero que no se acabe con esto la Feria (FIL Guadalajara), no tengo ninguna aspiración ni interés en que se me dé el premio que ya no sé cómo se va a llamar ahora, no lo sé; además, para colmo de desgracias, coincide con la instauración del Premio Carlos Fuentes y del Premio Tomás Segovia; no puede haber tres premios de la FIL, no sé cómo van a resolver el problema», señaló el escritor nacido el 30 de junio de 1939 en ciudad de México.

Pacheco también se refirió al plagio, dijo que hay plagios involuntarios, que él lo ha hecho en el sentido de que ha escrito poemas que antes alguien ya había escrito, pero él ni siquiera los había leído. Hizo una reflexión sobre la idea de autor.

«Ahora con todo lo que ha pasado con Bryce me he puesto a reflexionar si no existe el autor, si el lector es el autor, entonces yo tengo derecho a tomar la obra de otros autores, yo siempre lo hice cuando tomaba muchos textos de varias gentes, decía imitación de tal o cual. El problema del plagio es hacer pasar por propio algo que es ajeno, pero si uno dice que es ajeno pues ya no existe el plagio».

Un escritor sumamente local

«Yo soy un enemigo militante de la palabra y de la noción de felicidad. La felicidad es algo que se conoce, si bien nos va, tres o cuatro veces en la vida, no es un estado permanente. Lo que sí hay es la satisfacción, los placeres. Por ejemplo, el tomar un vaso de agua, comer un pan; me parecen cosas maravillosas, pero nadie las toma en cuenta, no sé qué es lo que entienden por felicidad y, desde luego, no está entre las cosas que se pueden comprar», dijo el autor de Irás y no volverás y Morirás lejos.

Luego de hablar de los años en que podía caminar por la ciudad de México, ir al cine y encontrarse con los amigos en los cafés, de sus paseos del Cine Roble a su casa cruzando el Parque España que hoy, dijo, es como atravesar el Mato Grosso y es una proeza que no llegue desnudo a casa, Pacheco afirmó que una de las cosas del desastre contemporáneo es el súper consumo:

«¿Qué mundo van a heredar ustedes? Un mundo que nosotros hemos llenado de basura»

El escritor canceló su presencia en Guadalajara, mas no su asistencia a Oaxaca. «Hice esto por Guillermo (Quijas), por ustedes y por Oaxaca, pero ya no voy a salir en mucho tiempo». Habló también de la muerte, de la que primero dijo: «No pienso nada, porque no la conozco», y luego agregó: «La ventaja de la muerte es que uno no puede pensar nada hasta que la conozca. Así como demonizo la idea de la felicidad, por la infelicidad que trae consigo, no creo que haya que tenerle temor a la muerte, es lo más natural, lo único absolutamente seguro».

Sin entrar en detalles sobre su estado de salud, los dolores de espalda, los ejercicios que practica o las caminatas que lo agobian, expresó: «lo único que no me gustaría es morirme sin terminar lo que quiero hacer y, sobre todo, estoy en contra de la agonía contemporánea». Por eso recomendó a todos dejar «una carta formal en la que pidan que no se prolongue su vida artificialmente, porque nos pueden mantener con falsa vida en un hospital, mientras tanto se va a arruinar la familia, se van a tener que vender las casas».

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