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A su paso, las personas en trajes de negocio, cubiertas de barro, con los ojos vendados y cargando bolsas de compras, provocaban silencio y preguntas. (Foto: David Brooks)
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iudad Juárez, Chihuahua. 12 de octubre de 2014. (RanchoNEWS).- De repente se aparece un grupo de personas en trajes de negocio, completamente cubiertas de pies a cabeza de barro, con los ojos vendados y cargando múltiples bolsas de papel de compras, caminando como en cámara lenta, y al pasar provocan, en medio de la zona céntrica de una de las ciudades más ruidosas del mundo, silencio. Reporta desde Nueva York David Brooks para La Jornada:
«Son consumidores… creo que son como consumidores ciegos, zombies», comenta un sorprendido a su pareja al verlos cruzar Broadway e ingresar a una Union Square repleta de músicos, jugadores de ajedrez, gente en patines y, sí, consumidores.
No hablan, no ven, siguen caminando, provocando que todos –armados con sus teléfonos «inteligentes»– tomen fotos y video.
Un turista español ofrece a sus dos acompañantes su conclusión: «Es un protesta silenciosa».
Una joven estadunidense ante el coro de sus tres compañeras que preguntan «¿qué crees que quieren decir?», responde confiadamente: creo que expresa que tan emocionalmente muertos estamos todos por dentro.
Suben por Broadway hacia la Quinta Avenida, y siguen hasta la Calle 59 frente a Saks y otros iconos del comercio; se hincan ante la gran tienda de Apple y de regreso pasan ante los anuncios electrónicos que inundan de luz Times Square.
Más preguntas que respuestas
En el trayecto, primero provocan silencio y después una cacofonía de adivinanzas: «Están protestando por el uso de bolsas, el desperdicio», «es una obra de arte en movimiento», «guau, zombies, man, cool», y algunas más raras como «tiene que ver con donantes de órganos».
Un hombre pregunta a Marcial Godoy, director asociado del Instituto Hemisférico de Performance y Política, uno de los co-patrocinadores de este proyecto, «¿qué, debo sentirme mal ante esto, porque soy un consumidor?» Godoy le responde que no tiene que sentirse mal ni bien, «que esto es sólo un espejo, una reflección de la vida cotidiana» y que cada quien puede interpretarlo como quiera, pero que es más pregunta que respuesta.
La «intervención artística» se llama Cegos (Ciegos, en español) y fue concebida por los directores brasileños Marcos Bulhoes y Marcelo Denny en 2012; se ha presentado en 26 ciudades de Brasil, España, Portugal, Países Bajos y Francia.
«El coro del performance refleja el caos cotidiano de nuestra sociedad. Cegos representa la petrificación de la vida, una ausencia de vida», declaró Bulhoes, profesor de teatro en la Universidad de Sao Paulo, poco antes de realizar esta obra aquí.
Los participantes son voluntarios y parte de la obra incluye interacciones espontáneas con el público; además, cambia dependiendo de las circunstancias del lugar.
La producción en Nueva York se realizó en colaboración con el Instituto Hemisférico Desvío Colectivo y Art in Odd Places.
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