Rancho Las Voces: Literatura / España: Patrick Modiano gana el Nobel de Literatura
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jueves, octubre 09, 2014

Literatura / España: Patrick Modiano gana el Nobel de Literatura

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El autor francés es autor de novelas como Dora Bruder. El último compatriota en lograrlo fue Le Clézio en 2007.  (Foto: Daniel Mordzinski)

C iudad Juárez, Chihuahua. 9 de octubre de 2014. (RanchoNEWS).-El novelista francés Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945), uno de los más influyentes narradores europeos, autor de obras perfectas como Dora Bruder o El café de la juventud perdida, ha recibido el premio Nobel de Literatura. Sus grandes novelas, que suelen tener tan pocas páginas como elevada intensidad narrativa e intelectual, representan un relato único y valiente de los peores momentos de Francia en el siglo XX: el régimen neonazi de Vichy y la ocupación del país por los alemanes durante la II Guerra Mundial. Una nota de Guillermo Altares para El País:

La Academia sueca ha argumentado que ha concedido el premio a Modiano «por su arte de la memoria con el que ha evocado los destinos humanos más difíciles de retratar y desvelado el mundo de la Ocupación».

Publicado en España sobre todo por la editorial Anagrama –aunque su obra ha estado muy dispersa— y en Francia por Gallimard, Modiano es un escritor humilde y, sobre todo, valiente. Con el guión de Lacombe Lucien, que escribió en 1974 junto a Louis Malle, fue uno de los primeros que denunció algo que hasta entonces había sido un tabú: la activa participación francesa en la persecución de los judíos, la miseria del colaboracionismo. La película causó una conmoción tremenda en Francia y abrió una herida que Modiano nunca ha cerrado en sus libros.

Entre sus principales novelas destacan Calle de las Tiendas Oscuras, Los bulevares periféricos, La trilogía de la ocupación, Domingos de agosto, Viaje de novios, El rincón de los niños o Las desconocidas. Muchos le acusan de escribir siempre el mismo libro, lo que para sus detractores es un defecto para sus defensores es una bendición. Una parte importante de su obra ha sido traducida al castellano por María Teresa Gallego Urrutia, que ha logrado recrear la claridad y ligereza del francés de Modiano.

Cuando Jean-Marie Le Clézio recibió el Nobel en 2007, muchos pensaron que el candidato eterno de la literatura francesa, el propio Modiano, se había quedado sin el máximo galardón de las letras mundiales. Sin embargo, al final, la Academia Sueca ha repetido idioma para galardonar una obra tan compleja como a la vez sencilla, que parece que siempre transcurre en el lujoso distrito XVI de París, pero que recorre con intensidad los dramas y los conflictos del siglo XX.

Su último libro publicado en Francia se titula precisamente Pour que tu ne te perdes pas dans le quartier (Para que no te pierdas en el barrio), que ha salido a la calle la semana pasada en la indispensable colección blanca con letras rojas de Gallimard. Como todos, no llega a las 200 páginas (160). El propio Modiano, en una entrevista difundida por Gallimard, explica el arranque, que no puede ser más clásico de su obra: «La novela arranque con el timbre del teléfono. El personaje principal, Jean Daragane, después de titubear, acaba por responder. Un desconocido le dice que tiene en su poder una agenda de teléfonos que Daragane había perdido. Pero algo le parece sospechoso». Así empieza un viaje a los recuerdos y a los misterios de la vida.

En la crítica de su última obra, La hierba de las noches, el sabio de los libros Alberto Manguel, escribió en julio en Babelia: «Si toda novela trata de imaginar los capítulos que faltan en una vida, toda biografía es de alguna manera una inspirada ficción. A lo largo de una obra considerable, Patrick Modiano ha intentado construir esos capítulos de los cuales el autor no conoce a ciencia cierta más que algunos retazos. Sin embargo, estos bastan para dar a las novelas de Modiano una verosimilitud y convicción extraordinarias. La biografía de Modiano abarca la segunda mitad del siglo XX y los comienzos del XXI; su obra también. En el centro están los pavorosos años de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación de Francia, y la larga sombra del Holocausto; también, la guerra de Argelia. La hierba de las noches no escapa a esa consabida trayectoria».

De origen italiano por parte de padre y belga por parte de madre, nacido justo al final de la II Guerra Mundial, Modiano publicó su primera novela, La plaza de la Estrella, en 1968 y se convirtió en un escritor reconocido diez años después al recibir el premio Goncourt por La calle de las tiendas oscuras. Si hubiese que elegir un solo libro que resumiese el genio de Modiano, una elección posible es Dora Bruder, que el narrador compuso a través de un anuncio de prensa que decía: «Se busca a una joven, Dora Bruder, de 15 años, 1,55 metros, rostro ovalado, ojos gris marrón, abrigo sport gris, pullover burdeos, falda y sombrero azul marino, zapatos sport marrón. Ponerse en contacto con el señor y la señora Bruder, bulevar Ornano, 41, París». Sus pesquisas, cómo no, le llevaron a la colaboración y a Auschwitz, le llevaron a las siniestras tripas de la Europa del siglo XX.

En una entrevista publicada por Babelia en 2009, Modiano explicó sobre aquella novela: «Luego, con los años, y con el libro ya publicado, me llegó algo más de documentación sobre Dora. Y me planteé la cuestión de si merecía la pena reescribir la novela o no. Decidí que no. No soy historiador. Soy novelista. No importa tanto el resultado de la búsqueda como la búsqueda en sí. Así que la novela se quedó como está».

Sobre su obsesión por ambientar sus novelas en el barrio XVI de París, burgués, aparentemente anodino, dominado a la vez por la sombra de la Torre Eiffel y por las sólidas mansiones, señaló en la misma entrevista: «Por eso, porque no tiene nada de especial. Muchos lo consideran un típico barrio burgués. Pero no es así del todo. Tiene una parte de barrio anónimo, banal, sin monumentos históricos, donde uno puede imaginarse cosas. En otros barrios parisinos te sientes bloqueado por la historia. En Trocadero y sus alrededores uno puede observar las calles y la gente que las habita de una manera un poco onírica».



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