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Una imagen de la exposición. (Foto: Archivo)
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iudad Juárez, Chihuahua. 15 de octubre de 2014. (RanchoNEWS).- A Stephen Shore (Nueva York, 1947) no le gustan nada las modas. Prefiere adelantarse a ellas. Cuando nadie utilizaba el color, él lo usó de formas que muchos imitarían. Cuando se generalizó, volvió al blanco y negro y a paisajes que no casaban con su trabajo anterior. Lo que le encantan son las series y las repeticiones, una querencia que queda bien clara en las 300 imágenes que se exponen en la sala Bárbara de Braganza de Madrid. Una nota de Virginia Hernández y Giulio M. Piantadosi para El Mundo:
«Shore ha sabido actualizarse continuamente, es un fotógrafo en ese sentido excepcional porque su obra en sí es excepcional y porque ha abierto muchas vías y, sobre todo, una forma de estar y trabajar con la fotografía», explica Pablo Jiménez Burillo, responsable de Cultura de la Fundación Mapfre, que le dedica la primera retrospectiva de su carrera.
Últimamente, también antes que otros, ha decidido trabajar en Instagram y enfurecer así a sus galeristas, que no pueden poner en el mercado sus nuevas piezas. Shore, al que se incluye entre los grandes nombres y que ha sido maestro de decenas de ellos, es un artista a contracorriente que evita comodidades y caminos trazados, aunque los haya marcado él. Con el nexo de no perder nunca la idea: «Toma fotografías no porque sean bonitas, detrás hay una realidad que hay que contar», asegura.
«Es un fotógrafo muy personal y que consigue devolver a la fotografía su verdadero sentido: describe la realidad y crea historias». Relatos que se centran en América, viajan a lugares lejanos y mezclan realidad y ficción. «Es un constructor de un universo propio en el que vemos y entendemos una manera diferente de acercarnos a lo que nos rodea». Nunca se planteó su trabajo para mostrarlo junto, por lo que salió sorprendido de la propuesta de Madrid, que después viajará a Arlés, Berlín, Turín y Ámsterdam.
«Lo divertido de una retrospectiva es que se ve lo que hay detrás de las fotos. Aquí se ve que empieza como un artista conceptual, se ve cómo los procesos en germen luego se van desarrollando y detalles que luego quedan más contundentes, pero también más enigmáticos. En la exposición se entiende mucho mejor el sentido, el trabajo, la rebeldía y las innovaciones de Shore», añade Jiménez Burillo.
El recorrido pinta una visita cronológica por sus distintas épocas, deja escarbar entre bambalinas y permitir adivinar novedades y origen de las ideas. Piscinas, gasolineras, calles neoyorquinas o excavaciones arqueológicas. No importa. «Marca una manera rebelde de estar en la fotografía, de cuestionarse los lenguajes, las modas, los arquetipos...». Para qué seguir al resto si se puede llevar la contraria. O trazar caminos.
Stephen Shore. Fundación Mapfre. Sala Bárbara de Braganza (C/ Bárbara de Braganza, 13. Madrid). Horario: Lunes de 14 a 20h. Martes a sábado, de 10 a 20h. Domingos y festivos, de 11 a 19 h. Hasta el 23 de noviembre de 2014. Entrada gratuita.
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